Capítulo 20

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Golden observaba a su contrario ya dormido después de haberlo soltado todo entre llanto y palabras entrecortadas. Hace mucho que no veía a su pareja llorar así, y realmente no sabía qué decir para consolarlo, solo le quedó abrazarlo, dando ciertos besos y acariciando esa rojiza cabellera. Eso no tenía solución, solo quedaba esperar y cruzar los dedos, no habían palabras para hacerlo ver mejor.

Suspiró levemente, y se acomodó en la cama para poder ver mejor a aquel dulce pelirrojo que dormía junto a él.
Tenía los párpados hinchados y al rededor de los ojos se notaba de rojo.

Los dedos del rubio se dirigieron a la mejilla de Foxy, y acariciaron ésta con cariño y dulzura

—Lo siento, mi vida—Murmuró—Lamento no poder ayudarte con esto, pero... Prometo estar a tu lado y ayudándote hasta que este lío con tu papá llegue a su fin...

Foxy ya sabía lo que a Joshua le ocurría. Oír aquello le había dolido bastante, sabía que esas maravillosas personas no siempre estarían ahí con él, pero no pensó que alguno de los dos se iría tan pronto...
Y le dolía mucho.
Muchísimo más de lo que Eliza y Joshua habían pensado que le dolería.
Y es que al haber tenido que cuidarse y hacerse valer él solo, parte de las personas más importantes en su vida eran aquellos que lo habían adoptado y aceptado como su hijo. Perder a uno de los dos luego de solo siete años era difícil.

Y así Golden procedió a dormirse abrazando a su pareja con cariño, e incluso ya tranquilidad.
Despertó al sentir que Foxy se estaba moviendo quizás asustado, soltando jadeos quizás hasta de miedo, bueno, eso aparte de que recibió una patada por todo el movimiento.
Se quedó observando a Foxy, que no dejaba de moverse y quejarse

—Bebé... Mi vida... —Murmuró suavemente, acariciando la mejilla del susodicho con la punta de sus dedos suavemente

Tras cerrar con fuerza los ojos unos segundos, Foxy despertó, mirando a Golden con cierto temor

—¿G-Golden...?—Preguntó aún sin volver en sí, ambas manos se aferraban a las sábanas con fuerza

—Te estabas moviendo mucho ¿Tuviste una pesadilla o algo...?

—Y-Yo... Ahm... D-De hecho sí... P-Pero es estúpido—Bajó la mirada avergonzado, llevando sus manos a abrazarse a sí mismo

—Foxy...

Un leve escalofrío recorrió la espalda del susodicho. Golden había empezado a llamarlo por apodos dulces desde hacía mucho tiempo, era raro si lo llamaba por su nombre, pero a Foxy siempre le había gustado como sonaba su nombre en boca de Golden

—¿S-Sí?—Preguntó, dedicándole una sonrisa un tanto nerviosa a su contrario

—Estás bien ¿Verdad? ¿Puedo contar con ello? Porque en serio, si estás mal quiero saber, amor...

—Y-Yo... D-De hecho soñé que... Bueno, papá se moría y... Joder, dolió ¿Sí? Eso que me dijeron me dejó muy mal... Pero no quiero pedirte nada a ti, así que por favor, no te preocupes, vuelve a dormir, yo...—Suspiró—Voy a salir a caminar un poco a ver si me baja el sueño...

—Cuídate mucho, por favor, y abrígate ¿Sí?

Foxy esbozó una leve y tierna sonrisa, y asintió. Se levantó y vistió, claro que fue Golden el que juzgó si estaba bien abrigado o no.
Finalmente salió de casa con tal suéter negro y encima la chaqueta roja con orejas.

El cielo que se desplegaba sobre él no era como lo esperaba, la ciudad lo volvía opaco, negro, era solo un manto negro que no tenía ni un encanto, las estrellas se escondían tras las luces de la ciudad.
Por poco lo odiaba, pero... Las luces de las casas y faroles a lo lejos se le hicieron tan bonitas... Era un paisaje claramente artificial, todo construido por el hombre, pero... En aquel caso, el hombre pudo hacer una maravilla, una misma obra de arte que merecía ser interpretada por algún pintor famoso, le gustaba mucho.
Una sonrisa se dibujó en su rostro, y se quedó de pie, con las manos en los bolsillos, tan solo observando algo que nunca se había detenido a mirar a detalle.
El negro de la noche resaltando con esas luces de tonos azulados y amarillentos...

—Fox—Escuchó

Era Deuz.

Difícil 2 -Golxy-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora