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En la mitad de la madrugada Jace se desperto a suplantarlo. Estaba sin remera dando libertad de vista a la runa de Parabatai que compartía con Alexander, estaba en su mitad desvanecido. 

Magnus no quizo dormir, no podía dormir por las dudas a que los Nephilim vinieran por ellos, pero también no quería dormir porque las pesadillas le atacarían como sabía pasarle las noches anteriores y no estaba ni Raphael, ni Catarina para consolarlo. Se preguntó por ellos en un momento ¿Qué estarían haciendo en esos momentos? Los rumores viajaban con rapidez y las noticias de lo que él había hecho debía de ya haberle llegados, esperaba que no sé sintieran decepcionados por aquello, y esperaba que Malcolm no hubiese dicho de sus objetivos.

— Duerme un poco, yo voy vigilar — susurró Jace.

No dijo nada, se levantó para caminar hasta el sillón cercano y recostarse ahí, su cabeza palpitaba y sus ojos ardían a cerrarlos por las lágrimas contenidas, en su garganta había un nudo que contenía una angustia que no desaparecía. La primera visión que lo dirigía a sus sueños llegó, Alexander siempre era la principal persona que aparecía en ello.

"Magnus te he esperado todo el día."

El sueño lo había llevado a un lugar diferente de donde estaba, parecía una pradera, el pasto verde parecía brillar alrededor del cuerpo de su ojiazul que estaba acostado en ella con los brazos cruzados detrás de su cabeza, el sol daba en todo su cuerpo y Magnus no sabía si estaba en un sueño o era realidad, era su Garbancito.

"Esto es un sueño Alexander, siempre estás esperándome cuando cierre los ojos."

Pero no pudo evitar caminar hasta él y tirarse encima de sus brazos para aferrarse a su cuerpo, escuchando su cuerpo moverse mientras respiraba, su corazón pulsar, parecía tan vivo.

"¿Un sueño? Acaso en un sueño puedes ver algo con tanta claridad, Magg esto puede ser lo que tú quieras, pero no lo consideres un sueño si estás mal."

El brujo aspiró su perfume, no podía reconocerlo pero igual lo hizo, solo era un sueño, un doloroso sueño que le daba la oportunidad de verlo.

"En la realidad tú estás muerto Garbancito y yo tratando de recuperarte ¿Cómo no puedo considerar esto un sueño si cuando estoy despierto no puedo ver tus ojos?"

Sintió como las manos de Alexander le alejaban un poco de él, su sueño lo había hecho tan real, tenía esos ojos azules profundos cuales los había hipnotizado desde la primera vez, su pelo estaba alborotado y su piel tenía el color normal, no aquella que llevaba ahora.

"No sé lo que estás haciendo Magnus, pero disfruta esto, estamos juntos."

El brujo se acomodó a su lado mientras recostó su cabeza en el pecho del ojiazul, quería atrapar el sonido de su corazón bombeando y poder conservarlo con él hasta que pudiera volverlo a escuchar ¿Como había sido capaz de darse cuenta hasta ahora que sentía paz entre sus brazos?

"Magnus"

Se levantó asombrado al no sentir nada cerca de él, Alexander ya no estaba a su lado, estaban en otro lugar, en Idris, viendo como a unos metros de él su Garbancito caía de rodillas, con una espada atravesando su pecho y un Jonathan mirándolo con una sonrisa.

"Ave atque vale, Lightwood."

— ¡Alexander!

Entonces Magnus despertó, sentía su cuerpo arder, la transpiración bajaba por su frente y parte de su cuello, vio la mirada preocupante de Jace que estaba cerca del cuerpo de Alexander.

—Yo también he tenido sueños referidos a él—susurró Jace—sueño con su muerte, la sonrisa de Jonathan mientras le traviesa la espada y no puedo hacer nada para evitarlo. Quiero matarlo como lo hizo con Alec.

Magnus se enderezó en el sillón mientras pasaba su mano por su frente sacando el sudor de su cara, aún no había claridad así que debía suponer que había dormido pocas horas o solo una realmente, pero ya no podía tener un ciclo normal de sueño o de vida.

—Lo encontraremos—dijo Magnus—y le haremos pagar.

No Me Dejes. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora