Dejó a cargo a Jace de cuidar a Alexander, sin antes darle todas las indicaciones, y repetirle una vez más de que debía tener cuidado, precauciones, y estar atento a todo por si acaso. Mientras que el se dedicó a ir a casa de Catarina, quien había ocupado su Loft cómo su residencia para poder rastrearlos, la había sentido por la esencia que los brujo tenia, había sentido el poder de Catarina hacer que su cuerpo se erizará, pero no podía, no podía dejar que lo lograra. Cuando tocó aquella madera importada que tanto Magnus había pisado, el portal se desvaneció detrás de él y Catarina apareció frente a él que iba saliendo de una habitación, con magia rodeando sus manos y a su lado Raphael, quién no había esperado encontrar en ese momento.
— ¿Qué haces aquí Magnus?
Magnus no pudo evitarlo al verlos, sus ojos se llenaron de lágrimas, su garganta se apretó y cayó de rodillas al suelo sintiendo como su cuerpo temblaba, un sollozo de su parte dejó escapar para después sollozar en alto, sin vergüenza, frente a sus amigos. No tenía recuerdo de que alguna vez le hubiese pasado aquello, romperse así, rogar para que todo acabe, en cambio sabía esconder sus penas en el alcohol, tenía un dicho cual ahora no le hacía caso, es que Alexander no era uno más de las personas que morían frente a su vista.
— ¿Magnus?
Sintió a alguien abrazarlo, Raphael lo estaba haciendo, sobando su espalda tratando de pararlo y calmarle.
—No puedo más, hagan que pare— dijo Magnus— ya no puedo más.
Dejó escapar sollozos mientras se sostenía de Raphael y lo abrazaba con fuerza, no había abrazado a su amigo desde décadas, pero ahora que lo hacía no quería soltarlo más.
—Magnus.
—Necesito que me ayuden.
Raphael lo dirigió al sillón con dificultades, al mismo sillón donde sabía estar con Alexander y compartían anécdotas y momentos íntimos, el Loft ya no era lo mismo sin él. Cuando su amigo se alejó de él y Magnus se sentó derecho sintiéndose cansado, entonces sus amigos se sentaron en silencio para observarlo.
—Estamos preocupados por ti— dijo Catarina.
Y Magnus también lo estaba, ningún problema así se lo había llevado tan lejos, había huido de tantos dolores que esta vez sorprendía a tantos de no haberlo hecho. Alexander era su vida, su amor, y no podía huir de esto cuando tenía una oportunidad más, cuando confiaba que podía hacerlo.
—Alexander.
Fue lo único que pudo pronunciar, sabía que sus amigos no entenderían de eso, pero muy en el fondo esperaba ser comprendido.
— ¿Qué ha sucedido Magnus?
El brujo respiró hondo, para dejar escapar todo lo que había sucedido, sin saltar un detalle, sobre la invocación y el aviso a la mujer Lilith, los sueños y lo que estaba sucediendo, hasta su nuevo objetivo, y que necesitaba ayuda para lograrlo.
—Ir a Edom es un peligro para todos Magnus— dijo Raphael— nos matarán en el primer caminó, sabrán que vamos y seremos asesinados por... Yo no puedo, soy el jefe del hotel Dumont, la muerte de Lewis no es algo que aún superamos.
Pero no hubo molestia por parte de Magnus, en cambio solo tomo de sus manos y asintió en silencio, le bastaba con hablar con ellos en ese momento.
—No voy a obligarle a que me ayuden— dijo Magnus mirando a Catarina— no me lo perdonaría si sucediera algo, pero si necesitaría apoyo emocional, no puedo solo con todo lo que me tortura.
Las manos de Catarina se sumaron a las manos tomadas y sonrió con tristeza mientras de paso miraba a Raphael que al parecer iba a hablar.
—Tú me has salvado Magnus, décadas atrás, no me negare por lo menos a ese pedido— dijo Raphael.
Magnus sonrió un poco al mirar a su amigo al escuchar que había aceptado confortar sus emociones con su compañía, y después miró a su amiga.
—Yo si iré contigo, Jonathan Morgenstern también mató a Ragnor, nuestro Ragnor, no dejaré que dañe a un amigo mas— dijo Catarina— pero debemos pedirle ayuda a la señorita Lightwood.
Magnus suspiró, su amiga tenía razón, los Nephilim tenían armas que podían acabar con los demonios con más rapidez de lo que él podía, estaban preparados para esto, matar demonios era su trabajo.
—No creo que me acepte sin querer matarme.
—Eso es una buena definición de mí...
Magnus sorprendido miró hacia atrás, donde Isabelle estaba apoyada con una mirada de indiferencia, quiso saber desde cuándo estaba ahí, espiando y él no había notado su presencia, tenía que estar precavido y alerta a cada situación pero había fallado, y era un blanco fácil para hacer atacado.
—Pero soy una persona justa como mi hermano— agrego— y a pesar de lo sucedido con Simón Lewis, Jonathan Morgenstern es peligro para todos.
Magnus agradeció en voz baja, al fin algo iba bien.
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No Me Dejes. •Malec•
Fanfic||Malec|| "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde." Magnus quiere revivir a Alexander, tener una segunda oportunidad para compartir su vida con él. Publicado en el: 2017