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ISABELLE.

Caminó con lentitud, sus zapatos altos resonaban a través del pasillo, imponiendo miedo a los que estaban cerca, no está de humor, está rota, dolida, quiere quebrar pero no puede, su hermano no está para ser su sostén en ese momento. Camina hacia el ascensor del instituto para bajar hacía los calabozos, Merliot está encarcelado por haber sido primer sospechoso de la muerte de Simón Lewis, pero ella no creía que él tuviera la culpa realmente, pero quería saber que había sucedido en realidad en ese momento. Cuando las puertas del ascensor se abrieron al llegar a la planta baja, Isabelle tomó aire y se impulsó a salir, la muerte de Simón había sido impactante para todos, todas las personas estaban muy conmocionadas por ello, Simón era una persona que después de unos días te acostumbrabas a tenerle cerca.

—Querida Isabelle.

Esa voz tan dulce, con ese acento en particular que hacía sentirla tan vulnerable, se había olvidado de apagar el comunicador y Merliot estaba ahí, apoyado en el vidrio llamándola.

—Merliot.

No podía evitar sentir aquella punzada a imaginar como Merliot cruzaba aquella espada por el estómago de Simón, escucharle decir sus últimas palabras, matarlo a sangre fría como si de un animal se tratara.

—Mi Isabelle—susurró Merliot— no soy digno de tener frente a mí a tal belleza, pero debes estar aquí porque algo te inquieta.

La chica suspiró y colocó sus manos a cada lado de sus caderas cansada de todo el asunto.

— ¿Por qué no dices de una vez toda la verdad?

El chico suspiró mientras comenzaba a caminar de un lado a otro, con pasos suaves mientras sus dedos pasaban por el vidrio, Isabelle tuvo que correr la mirada para no recordar que esas manos habían estado recorriendo su cuerpo días atrás, ahora solo pertenecían a la de un asesino que habían matado a alguien a sangre fría.

— ¿Por qué debería decirte alguna verdad, si tú ya la sabes?

Apretó los parpados con fuerza tratando de callar los recuerdos donde culpaban a Merliot y pedían asesinarlo por traición.

"Maten a quién fue culpable de matar a unos de los míos, o no apoyaré desde ahora buscar a Magnus."

Raphael había desaparecido después de eso, ignoraba cada llamado del instituto y había aclarado una y otra vez, no iba a ayudar con problemas de Nephilim si no se hacía justicia por Simón, integrante de su clan. Cada vez estaba fallando más, cada vez retrocedía más vagones en su búsqueda, las muertes pasaban frente a sus ojos, Magnus avanzaba y no podía hacer nada para evitarlo.

—Solo sé que eres el asesino de Simón Lewis e irás a tu muerte sino dices nada.

El chico no contesto, se quedó mirándola con tristeza.

— ¡¿Entonces quién fue?!

Ya quería acabar con todo esto, quería maldecir a todo lo malo que estaba ocurriendo alrededor, quería gritar y sacar ese dolor que le estaba ahogando de a poco, quería que todo acabara ya.

—Eres inteligente Isabelle para saber que esa espada es de Nephilim.

No pudo evitar que sus lágrimas cayeran por sus mejillas al ver frente a su vista la visión de su hermano de pelo rubio siendo el culpable de todo.

—Jace—susurró dolida.

Caminaba hacia su oficina mientras su cuerpo iba tenso, sus manos iban apretadas al igual que sus labios, era Isabelle Lightwood, hermana menor del Nephilim más valiente, justo y sincero que tenía, que lamentablemente había fallecido en una guerra donde muchos guerreros pasaron por lo mismo, y estaba dolida, lo sentía, pero quería que su hermano estuviera en paz, pero dos personas no estaban haciendo que se cumpliera y no eran más que un brujo y el Parabatai de Alexander, también hermano mayor de Isabelle, y parte de su familia.

—Raj, llámame a Clarissa, que venga hacia mi oficina, ahora.

El chico asintió y salió del lugar a pasos largos, dejó que su mano en puño pegará en el escritorio dejando escapar un grito silencioso de frustración.

—Vine lo más rápido y antes posible.

Vio cómo Clarissa venía entrando, su mejilla y nariz estaban rojas como si hubiese salido de bajó de sus sábanas donde había permanecido por días, a ella le había afectado más que a nadie la perdida de Simón.

— ¿Merliot se echo la culpa?

Isabelle negó, le hizo una seña de que cerrará la puerta y está obedeció, las dos se sentaron en el escritorio una delante de otra para hablar de un tema que sería dolorosa para ambos, más que nada para Clarissa que debería enterarse que su novio, actual novio había sido el culpable de aquel asesinato.

— ¿Qué sucedió?

—Fue Jace, él es el asesino.

No Me Dejes. •Malec•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora