El único que se quedó con ellos dos fue Raphael, quién parecía tener duda de la amabilidad de Isabelle, Magnus también lo pensaba mientras la tenia frente a sus ojos. Si alguna vez le hubieran dicho que él iba a estar intimidado por un Nephilim al punto de bajar la mirada y mover sus manos nerviosos en su regazo, hubiese dicho que él era el gran brujo y nunca se dejaría intimidar por nadie, pero estaba ahí, frente a la mirada de una chica que antes le había sonreído con amabilidad, que sus ojos coquetos tenían una mirada cariñosa hacia él, quién había hecho todo para que su hermano pudiera ser libre con su orientación sexual, y habían sido cómplice en tantas cosas.
— ¿Cómo están mis hermanos?
No se acordaba de cuando una voz había sonado tan dura para sus oídos, o solo era el dolor de que la mismísima Isabelle le hablara con tanta frialdad.
—Alec está bajo una cápsula, su cuerpo está manteniéndose, no hay descomposición presente y no tiene ningún daño.
Trató de mirarla a la cara, quería que ella viera que decía la verdad, que no estaba mintiendo, que Alexander estaba bien y resguardado.
— ¿Y J-Jace?— balbuceó.
Sabía que ella tenía con anticipación la información de que Jace era el asesino de Simón, pero aun preguntaba por él.
—Arrepentido, Jace no está llevando muy bien la perdida de Alexander, está perdiendo la cordura— dijo Magnus— no quiso hacer lo de Simón, que su alma descanse en paz, no estamos bien a saber que Jonathan está aún suelto y vivo.
Miró a Raphael, su tranquilidad le había dado a entender que el también sabía de lo sucedido, pero que no haría nada, lo que si tenía curiosidad Magnus era saber que había pasado, o le habían dicho para que estuviera de esa manera, tan pacíficos.
—Nunca quisimos esto, necesitábamos el libro— agrego Magnus— si hubiera sabido que Jace no podría aguantarlo hubiese ido con él, pero estuve invocando a Asmodeus.
—Tu padre, lo escuché— interrumpió Isabelle— no hablaré de eso aún contigo, no me corresponde, solo quiero saber para qué necesitas mi ayuda y los de mis Nephilim.
Magnus pasó su mano por su cara, dejando ver sus uñas cortas, mordidas por el estrés que estaba sufriendo, dejó a vista los moretones de sus manos por los golpes que daba para alejar los malos sentimientos dentro suyo después de una pesadilla, las quemadura por mantener en sus manos tanta magia que a veces no dejaba salir, sus labios lastimados por dejar que sus dientes se apretaran hasta abrir su piel, su cara sin pintura mostrando ojeras y resequedad, su ropa en mal estado. Respiró hondo una vez más y comenzó a contarle el plan, que después de matar a Jonathan Morgenstern tomaría el libro, le aseguro traer de nuevo a Alexander con vida y que después el libro iría al reino Seelie, que su inmortalidad se acabaría cuando el libro fuera entregado.
—He pasado la mitad de mi vida y más Magnus, a los cuatro años ya recibía enseñanza por parte de Alec, lo que el recibía en sus clases— dijo Isabelle— y una de esas era esto, de la muerte no sé puede traer nada sin una consecuencia.
Magnus corrió su vista dolido, si el dijera lo que estaba pensando, que no le importaba que consecuencia fuera, si solo podía tener con él a Alexander, Isabelle terminaría sacando su daga para matarlo ahí mismo.
—Pero te ayudaré a matar a Jonathan Morgenstern— agrego Isabelle.
Magnus trató de tomarle las manos para agradecerles, pero ella no le permitió, lo alejo con fuerza.
—Después de matar a Jonathan, tu y yo arreglaremos nuestros asuntos— dijo con firmeza Isabelle— no estoy en buenos términos contigo, eso es una tregua por un peligro en común que se ha presentado.
Magnus asintió sin poder hablar.
—Y antes de irnos, quiero ver a mis hermanos, a los dos.
La chica se levantó, saludo con un asentimiento de cabeza a Raphael y se fue del Loft dejando solo el ruido de los zapatos escucharse como una melodía a su despedida, todo había salido mejor de lo que había pensado.
—Aprovecha esto Magnus— dijo Raphael— para que veas que perder a alguien, es lo más doloroso que puede haber.
—Siento por lo de Simón— susurró Magnus.
—Lewis era solo un polluelo más en mi clan— dijo Raphael en un susurro— yo no he sufrido mucho con ello, pero he perdido un niño, tú perdiste a tu pareja por una pelea amorosa, mira a los que le llevó.
Cuando Magnus iba a responder, Raphael ya se había ido también, dejándolo solo.
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No Me Dejes. •Malec•
Fanfic||Malec|| "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde." Magnus quiere revivir a Alexander, tener una segunda oportunidad para compartir su vida con él. Publicado en el: 2017