Capítulo 42. Él la mató.

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—Muy bien, tu bebé está perfecto. —me dice el doctor Gómez.

Sonreí mientras me quitaba el gel del vientre. Candice estaba a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja.

—¿De cuánto estoy exactamente, doctor? —pregunté mientras me acomodaba la blusa y me sentaba para seguir viendo las imágenes de mi bebé en la pantalla.

—Exactamente de tres semanas, señorita O'Brien.

Abrí mis ojos como platos, osea que estaba embarazada mucho antes de sospechar.

—¿Ha tenido síntomas? —me pregunta el doctor.

—¡Dios, sí! —exclama Candice—Vomita a montones.

Puse mis ojos en blanco por su exageración.

El doctor rió: —Eso es normal, señorita. —tecleó algo en su compitadora y me pasó la impresión del ultrasonido— La quiero ver dentro de tres semanas, señorita O'Brien.

Me quedé contemplando la pequeña fotografía que ni siquiera le presté atención al doctor, solamente sé que Candice le hizo algunas preguntas.

Ahora sólo pienso en cómo decírselo a Justin porque ahora mismo no es un buen momento, estamos en malos términos y se que se tomará mal que no se lo haya dicho antes. De cualquier forma se lo tomará mal.

El móvil de Candice comenzó a sonar.

—Es Brad. —frunció el ceño y contestó— Ho... —ni siquiera llegó a decir hola, abrió los ojos bien grandes y me miró algo alterada— ¿Cómo pudo pasar eso? —pregunta confundida— Mierda. —murmura— Si, si. Iremos para allá. —cuelga.

—¿Qué ha pasado?

—Justin y Eric han tenido una fuerte pelea. —me dice y me apura para que entre al coche.

—¿Cómo que una pelea? —pregunté confundida mientras me colocaba el cinturón de seguridad.

—Al parecer Justin mató a Tori.

Mi boca se abrió sorprendida.

Candice condujo hacia la casa de mi hermano. En diez minutos estábamos allí y cuando estacionamos un taxi con el capó abierto estaba frente a la casa.

—¿Qué sucede? —le pregunté a Maya en cuánto la vi salir con un asiento para coche de bebé.

—Pregúntale a tu hermano. —me dijo con los ojos cubiertos de lágrimas.

Bianca estaba con Milo en brazos y en cuanto ella terminó de subir todo el equipaje al coche lo cogió para dejarlo en la silla.

—Maya... —estaba muy confundida.

Maya se secó las lágrimas y me dio un último abrazo: —lo siento, Ed.

Fue lo único que me dijo antes de subirse al taxi.

Miré a Bianca que era la única que al menos entendía ya que estaba allí. Ella se acercó y me dijo que habían peleado por causa de Tori.

Era de suponerse.

—¿Tanto como para que ella se fuera así? —preguntó Candice.

—Desde que él y Justin pelearon han estado discutiendo toda la mañana, hasta que Maya decidió irse.

—¿Pero dónde se quedará? —pregunté preocupada.

—Santa Mónica. —contestó Bianca mirándome.

—¿De qué hablas? ¿Cómo que a Santa Mónica?

—Justin le ha dado la llave de su casa, se irá a quedar allí con Milo. —respondió encogiendose de hombros.

San Pablo. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora