Capítulo 14. Abandono.

1.8K 106 3
                                    

Llegamos al departamento y yo seguía con esa sensación de angustia terrible que me estaba comiendo por dentro. Aunque trataba de que Jona no lo notara, pero a veces no puedo disimularlo.

—¿Hola? —grita Jonathan en cuanto entramos.

Frunzo el ceño al ver que nadie contestaba ni salía.

—¿Candice? —abro la habitación que comprartimos pero está vacía— ¿Chicos? —entro a la de los demás y también está vacía— No hay nadie. —le informo.

Él saca su móvil y teclea algo en él, entonces unos segundos después vuelve a sonar.

—Salieron a festejar, Candice está con ellos. —me dice viendo el móvil.

—¿Simon está con ellos? —pregunto sin pensar.

Me contesta con una mirada sin gracia y muy serio.

Decido cerrar el pico, mordiendome el labio y bajando la mirada.

Lo escucho caminar hacia mi, de un momento a otro toma mi barbilla y la levanta para que pueda verle.

—Deja de hacer eso, Eda. —se que fue una orden y no una sugerencia— No te sientas culpable porque Simon esté enamorado de ti.

—Pero se que es mi culpa, Jona. —vuelvo a morder mi labio.

—¿Por qué? ¿A caso has hecho algo para que se enamorara de ti? —frunce el ceño.

Inmediatamente niego con la cabeza.

—¿Me amas? —pregunta de repente.

—¿Qué? —frunzo el ceño, obviamente muy confundida.

—Responde.

—Por supuesto que te amo, ¿Cómo puedes preguntarme eso? —toco su mejilla con mi mano.

—Sólo quería —lo detengo:

—Querías asegurarte de que no estuviese enamorada de Simon, ¿Verdad? —él baja la mirada endureciendo su mandíbula, entonces yo, con mi mano en su mejilla la tomo y lo obligo a verme— Eres un idiota.

—Lo sé. —ladea la comisura de sus labios formando una mueca.

—Pero te amo. —entonces, acercandome lentamente, lo beso muy desesperada por sentir su cálida boca.

Sostiene mi rostro con sus manos mientras yo rodeo su cuello con las mías, uniéndonos mucho más.

—También te amo, nena. —dice entre besos.

Una de sus manos suelta mi rostro y toma mi cadera, atrayendome más hacia él. Su entrepierna golpea mi vientre y es cuando noto que está excitadisimo, joder.

—Veo que me has extrañado. —bromeo cuando comienza a besarme más desesperadamente.

Se separa de mis labios un momento y, tomándome del trasero me levanta y rodeo mis piernas al rededor de sus caderas.

—No tienes ni idea. —contesta y cuelve a devorar mis labios como loco.

Camina lentamente y abre una puerta, no se de qué habitación, tampoco me importa. Entonces me deposita sobre una de las camas y comienza a desabrochar mi camisa lo más rápido que puede, sonríe cuando se da cuenta de que no llevo brasier y ataca mis labios nuevamente, después mi cuello, mordiendo y succionando cada espacio de él.
Muerdo mi labio, loca porque vaya más allá, entonces lo hace, con una de sus manos pellizca uno de mis pezones haciendo que chille por la sorpresa y con su boca recorre un camino hasta llegar a mi pecho derecho, entonces succiona mi pezón haciéndome jadear, mientras masajea mi otro pecho con su mano. ¡Mierda, voy a enloquecer! Lo he hechado tanto de menos, sus manos, sus caricias, sus besos, sus toques, es... Joder.

San Pablo. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora