Me desperté con la más radiante sonrisa que jamás tuve. Me senté sobre la cama esperando encontrar un cuerpo a mi lado, pero lo único que encontré fue un pequeño ramo de rosas blancas envuelto en unos hermosos lazos color crema y una carta a su lado.
"Quiero que lleves este ramo en tu mano a la hora de entrar a la iglesia. Se que va con tu vistido...
No pude evitar reír como una tonta. Una tonta feliz.
...Lo único que me importa es verte caminar por ese pasillo hasta mi. Se que esta no es la boda que esperabas, pero quiero que sepas que algún día la tendrás...
Oh, Dios, este hombre es maravilloso.
...Te amo, y aunque eso ya lo sabes lo repetiré cada día y cada momento de nuestra larga vida juntos.
Fuera de toda la mierda hoy es nuestro día y te convertiré en mi mujer, nada nos detendrá, nena...Mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.
...Se que cuando despiertes ya no estaré y eso significará que lo estoy haciendo bien.
Un coche te buscará a las 10.
Te veo en el altar.
Te amo. Justin."Saqué mis lágrimas y salí volando hacia la ducha, aún me quedaban algunas horas antes de las diez así que estaría lista para esa hora.
Cuando terminé de ducharme sequé mi cabello, me peiné, me coloqué unos aretes que me obsequió mamá Sussan para mis dieciséis y me maquillé.
Sólo faltaba mi vestido. Estaba colgado en el armario y cuando lo vi suspiré, recordando esa mañana donde me encontré por primera vez con Anastasia.
Pero no, no iba a dejar que ella ni nadie arruine mi día especial.
Me puse el vestido y los tacones blancos favoritos de Candice. Estaba lista y más que emocionada. Faltaban solo algunos minutos para las diez, me asomé por la puerta para ver si mis perros guardianes no se encontraban, y no, a esta hora siguen durmiendo. Pero me resulta raro que Candice aún no esté levantada, ella siempre madruga.
Salí de la habitación tratando de hacer silencio cuando...
—¡Hostia! —pego un salto cuando veo a Candice parada frente a mi con los brazos cruzados y mirándome con una ceja levantada.
—¿Dónde crees que vas? —me mira de abajo hacia arriba— Vestida así y... ¡Con mis zapatos!
—Te los iba a pedir pero creí que dormías... —miento, obviamente. Joder, si que estoy en problemas.
—Sabes que madrugo, Eda. —achica sus ojos azules. Para mi degracia me conoce mucho y sabe que miento— Venga, ¿Dónde vas?
—Justin y yo tendremos una cita.
Muy bien, Ed, muy bien.
—¿Una cita? ¿Tan temprano? — frunce el ceño. No me cree, joder.
—Si, dijo que sería sorpresa.—me encojo de hombros.
—Ya veo... —comienza a caminar a mi altededor como buscando algo, pero sólo está intentando ponerme bajo presión para que diga la verdad— ¿Estás segura?
—Vale, no... —bajo mi cabeza.
Ella abre sus ojos bien grandes y se para frente a mi como diciendo "te pillé, perra bastarda".
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San Pablo. (EDITANDO)
FanficMentiras. Siempre se trata de eso. Un viaje hará que todo se tumbe boca arriba, pero la historia continúa, siempre continúa. Ella irá en busca de su hermano, también buscará la verdad y su paz, pero quién dice que nadie la buscará a ella. Alguien...