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14 -Tienes una familia muy linda, Sasha. Deberías estar agradecida. Iba a responderle con algún comentario sarcástico, pero luego miré su rostro. Había algo en su expresión que me hizo pensármelo dos veces. Ambas estábamos sentadas en el suelo. Mamá había sacado dos cajas repletas de fotografías que habíamos esparcido cuando ella se fue. Hikari tomó una fotografía y la sostuvo con ambas manos. -¿Éste es tu papá? Dejé lo que estaba haciendo para mirar la fotografía que me mostraba Hikari. -Sí. La examinó con atención y luego a mí. La sostuvo frente mí y entrecerró los ojos. -Creo que te pareces más a tu mamá que a tu papá. -Es Nina la que se parece más a mi papá. Bueno, quiero decir, tienen el mismo color de cabello. Ni siquiera imaginarías que tenemos padres diferentes. -¿Enserio? Tienes razón, acabo de sumar 2+2. ¡Qué tonta soy! Dijiste que tu padre falleció cuando tenías cinco años, ¿no es así? ¿Qué edad tiene Nina? -Cinco años. -Ya veo. ¿Quién es su padre? -No tengo ni la menor idea. Mamá siempre ha tenido muchos novios, así que supongo que puede ser cualquiera. Ambas nos quedamos en silencio un momento. -¿No te molestó cuando te dijo que estaba embarazada? -Sí, sí me molestó, bastante. Sobre todo me pareció asqueroso que aún hiciera esa clase de cosas a su edad. Nina tuvo suerte de no haber nacido con problemas. -Tu mamá no es tan vieja. ¿Qué se siente ser hermana mayor? Lo pensé un momento. -Nada en especial. A veces es divertido y a veces es un lastre, como todo. -Tienes una manera divertida de ver las cosas. -Nina tiene el mismo color de cabello que mi papá -insistí, -Tal vez tu mamá lo hizo con alguno de tus tíos. -Entonces Nina y yo seríamos primas hermanas, literalmente. Pero mi papá no tenía hermanos. -¿Sasha? -¿Sí? -levanté mi vista de la fotografía. -A mí me gusta el color de tu cabello. Le di una palmada sobre el muslo. -Así no cuenta, tú y yo tenemos exactamente el mismo color y tipo de cabello. Hikari rio, pero después se calló repentinamente y miró hacia su muslo, mi mano aún descansaba sobre él. Yo también me di cuenta, así que la aparté inmediatamente. -Lo siento. El corazón me latía a toda velocidad y temía que ella fuera capaz de escucharlo. -Sasha, ¿recuerdas lo que te dije antes? -la voz le temblaba y no sé por qué, pero yo también comencé a sentirme nerviosa. -¿Sobre qué? -Sobre el que me hayan cambiado de escuela. -Ah eso, sí, lo recuerdo. Esperé a que Hikari dijera algo, pero como no lo hizo, me sentí obligada a ser yo la que hiciera un comentario. -Lo mencionaste la primera vez que hablaste conmigo. Dijiste que te habían cambiado, porque hiciste trampa en un examen y te descubrieron. -¿No te parece raro lo que te dije? -¿Por qué me parecería raro? Me sentía incómoda y no sé por qué las palmas de las manos me empezaron a sudar. Pienso que tenía miedo de lo que Hikari pudiera decirme. -Pues porque yo siempre tengo buenas calificaciones. -Ah mira, ésta era yo cuando tenía cinco años -dije, intentando cambiar el tema.

Hikari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora