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Llegamos a mi casa. Preparé algo de comer rápidamente y nos sentamos a la mesa las tres. Nina había dejado de hablar y nos observaba por turnos. Se contentó en tomar su sopa en silencio. -Gracias –nos dijo poniéndose en pie-, terminaré el resto en mi habitación. Estaré muy ocupada, así que no me molesten. Acababa de cumplir seis años, pero parecía mucho mayor de su edad. Incluso una que otra vez, me parecía más madura de lo que yo jamás sería. Creo simplemente que Nina nació vieja y yo no envejecía. 44 Nos quedamos solas en la cocina. Hikari lavó platos, como era su costumbre, yo permanecí sentada. -Hikari –comencé. Como ella estaba de espaldas, me pareció que era más fácil decirle las cosas que cuando estaba frente a mí-, hace un momento que quiero hablar contigo. No sé cómo me las arreglé para poder decirle aquellas palabras, me costaba trabajo respirar y apenas podía pensar. Me sentía mal físicamente y sobre todo cansada, muy cansada. Hikari suspiró continuó lavando platos, no había mucho que lavar, pero parecía tomarse su tiempo. Parecía que ella tampoco se atrevía a enfrentarme. -La razón por la que me transfirieron de escuela fue porque me atraparon a mí y a otra chica besándonos en el baño. No esperaba que me dijera eso en este momento. Ni en un millón de años hubiera osado pensar que Hikari había besado a alguien antes de mí. Me sentí celosa de una persona a la que no conocía. Celosa de que Hikari se hubiera sentido lo suficientemente atraída por ella como para besarla. ¿Qué pasaría si Hikari estuviera enamorada de ella. Fue solo una fracción de segundo, pero en ese segundo la odié por su pasado. Después me tranquilice. Afortunadamente, Hikari estaba de espaldas. -¿Qué clase de persona era esa chica? -¿Eh? –Hikari se volteó y me dirigió una mirada inquisidora -. ¿Qué clase de persona? Pues no sé. Fue ella quien me beso en el baño, era una compañera de clases que yo ni siquiera había notado. Pero no la rechacé, porque ¿sabes? Siempre quise besar a una chica, desde que era muy pequeña y aquí estaba mi oportunidad perfecta. Así que dejé que me besara. Quería preguntarle si besaba bien, pero no quería escuchar la respuesta. -¿Y qué pasó después? -Paso que una chica entró en el baño en ese momento y bueno, le dijo a un maestro quien le dijo al director y antes de que me diera cuenta me habían expulsado del colegio. -¿Cómo? ¿Así de fácil? -Sip. Ésa es la versión corta. Si quieres la versión más larga… Asentí con la cabeza varias veces. -Me llamaron a mí y a la chica que me había besado a la oficina del director, su nombre era Melisa. El director era un malcogido. Eso te dice todo. Nos miró a ambas y luego nos pidió que le dijéramos lo que había pasado, con lujo de detalles. Creo que quería escucharlo para guardarlo en el cajón de sus fantasías de depravado y después pajearse en la noche o más tarde. Él era esa clase de persona –Hikari dejó escapar un largo suspiro-. Nada, la chica le dijo que ella estaba en el baño cuando yo llegué. Dijo que la había tomado por fuerza y que la había besado en la boca, mientras ella intentaba separarse de mí. Y más bla bla bla. Lo cual era completamente falso, como te dije, fue ella quien me besó a mí.

Hikari Donde viven las historias. Descúbrelo ahora