Far away /Teen Wolf

stiles y yo estamos saliendo.

Si Terra había descubierto algo en su corta vida, es que todo se gana con seguridad y una sonrisa bonita. El cadenero pudo haberle impedido el paso por muchas razones: porque era una chica entrando a un antro gay, porque no tenía la edad para hacerlo o porque técnicamente se había colado en la fila.

Cuando la miró de arriba para abajo, analizando su atuendo, Terra supo que ya tenía gran parte ganada. Todo en ella gritaba caro, con sus tacones que mantenía en su auto para emergencias tan caros como frágiles, sus jeans negros que amoldaban su figura perfectamente y la delgada camiseta, todo de diseñadores con nombres impronunciables.

El cadenero enarcó una ceja, pero Terra no se dejó intimidar. Le devolvió la mirada, entre retadora y aburrida.

—¿Vas a dejarme pasar o voy a tener que gastar mi dinero en otro club? —preguntó Terra, en un tono de voz tan cortante que bien pudo haber dicho en su lugar: "déjame pasar antes de que te pisotee".

El cadenero la dejó pasar, colgada del brazo de Danny.

Una vez adentro, la chica se movió como si fuera su ambiente natural al ritmo de la música, moviendo las caderas mientras pegaba su cuerpo al de Danny. Las manos de Danny se envolvieron alrededor de ella instantáneamente. Había confianza entre ellos, y Terra era una magnifica bailarina como era magnifica en todo.

—¿Sabes? Estoy molesto contigo —le dijo Danny al oído para que pudiera escucharlo a pesar del fuerte ruido a su alrededor. A pesar de sus palabras, el tono en su voz dejaba claro que bromeaba.

—¿Es porque tengo la piel perfecta?

—No. Bueno, ahora que lo mencionas, sí. ¿Cuál es tu rutina de noche?

—Me limpio la cara con sangre de vírgenes. Ayuda bastante.

—Ja. Ja. No, hablo de otra cosa. Le gustas a un chico que me gusta.

—Danny, dime nombres. Esa descripción podría encajar con cualquier.

—Matt. El de las fotos.

—Ah, él —dijo Terra, encogiéndose de hombros—. Me es irrelevante. Puedes tenerlo si quieres.

—Quiero, pero él te quiere a ti.

—Voy a conseguirte un novio entonces —declaró Terra, dejando a Danny en la pista—. ¿Alguna preferencia?

—Si le gustan los chicos y no tú sería excelente.

—Yo le gusto a todos, pero haré lo que pueda. ¿Algo más?

—¿Qué tal que no sean tan idiotas como mi ex novio? —dijo, señalando a un chico rubio bailando con su nuevo novio.

—¿Eso es tu ex? —Bufó—. Vamos, Danny. Eres guapo y a todos les agradas. Te mereces algo mucho mejor. Dime, ¿quién te gusta?

—Ese chico no está mal —musitó, señalando a un bonito chico de cabello castaño rizado—. Pero está fuera de mi alcance. Es imposible.

—Nada es imposible para Terra Whittemore —jalando a Danny de la mano, lo llevó hasta ese chico.

—Hola —saludó Terra, dándole una sonrisa encantadora—. Disculpa, mi amigo y yo tenemos una apuesta. ¿Puedes ayudarnos?

—Claro —accedió fácilmente, mirando con ojos iluminados a Danny—. ¿De qué trata?

Terra se inclinó sobre su oído, susurrándole. El chico asintió, sonriéndole a Terra, cómplice. Lo siguiente que pasó fue que, sin preguntas ni rechistar, éste besó a Danny de la nada.