quitámela tú.

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—¿Vas a tu casa? —inquirió Isaac, una vez salieron de la veterinaria. Derek y Scott los voltearon a ver, nada discretos a que estaban escuchando su conversación.

—Depende.

—¿De qué?

—Scotty, ¿quieres hacer una pijamada conmigo hoy? —ronroneó Terra, volteando a ver seductoramente al chico. El pobre casi se ahogó con su propia saliva.

—Tengo novia —murmuró, viendo a Isaac ligeramente temeroso.

—Dile que venga —se encogió de hombros—. No sería mi primera vez con una chica. Mientras más, mejor.

—No, gracias —se apresuró a contestar. Terra suspiró.

—Bu. Aburrido. Bien, supongo que voy a mi casa —volteó a ver a Isaac, quien tenía los ojos puestos en Scott como si estuviera fantaseando con romperle el cuello—. Ey, tranquilo tigre. Asumo que tendrás que acompañarme para que pueda asegurarme de que no arruinas la preciosa cara de cachorrito de Scott. ¿Tienes que pedirle permiso a Derek o te deja suelta la correa?

—Ve —gruñó Derek a Isaac, dándose vuelta y yéndose.

—Alguien va a recibir sus nalgaditas cuando regrese a casa —chasqueó Terra—. Bien, ¿nos vamos?

✖✖✖

—¿Así que... qué hizo tu chico para ti hoy? —preguntó Isaac, incómodo, sin saber qué hacer con sus manos y terminando metiéndolas en los bolsillos de su pantalón.

Terra puso los ojos en blanco al notar lo ridículo que estaba siendo y obligándolo a sacar al menos una mano, entrelazó sus dedos mientras caminaban en la noche.

—No es mi chico —hizo una pausa, antes de añadir—: O al menos no aun.

—Aun no sé qué le ves —refunfuñó Isaac en voz baja.

—Llenó mi casillero de flores.

—Odias las rosas rojas.

—Fue lindo el detalle.

Isaac se quedó callado, sin saber qué más decir. Él nunca podría hacer eso por Terra. No tenía el dinero para hacerlo.

—Aunque realmente me gustó más la flor que me diste —añadió Terra, casi tímidamente—. Y la nota. Nadie me hace reír como tú.

—¿Y el desayuno?

—Me encantó.

—¿Qué hizo Matt hoy?

—¿Por qué te importa?

—Terra...

—¿Quieres saber? —se encogió de hombros, alzando la vista. Habían llegado a su casa—. Intentó besarme.

Isaac se tensó por completo. Se alejó de Terra unos metros, soltando un gruñido mientras caminaba a la dirección contraria. Terra se quedó parada en la puerta de su casa, pensando que se iría cuando de repente regresó.

Presionó su cuerpo contra la puerta, acorralándola con su cuerpo. Cara a cara, mirándola fijamente, le preguntó:

—¿Y lo hizo? ¿Te besó?

—¿Tú qué crees?

La mano de Isaac se posó sobre la cintura de Terra, levantando la fina tela de la camiseta que llevaba. Posó sus labios sobre su oído, tomando entre sus dientes el lóbulo de Terra. Lo mordió, haciéndola estremecer.

Far away /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora