procura no romper tanto mi corazón.

7.9K 936 449
                                    

La piel de Terra se erizó al sentir los labios de Isaac contra su piel, dejando rastros de besos por todo su cuello. El celular de Terra sonó, probablemente otro mensaje de su madre diciéndole que ya era su hora de llegada. Las manos de Isaac jugaron con los tirantes del sostén de Terra, haciéndola impaciente.

—Si vas a tocar algo hazlo ya —gruñó Terra contra el cuello de Isaac, haciéndolo estremecer. Con las garras, rompió el sostén de Terra, provocando que sonriera—. Así me gusta.

Las manos de Terra vagaron por la espalda de Isaac, cerrando los ojos cuando sus labios encontraron los suyos. No estaba mintiendo: realmente la luna llena era algo más.

Isaac podía sentir cada detalle que antes le pasaba inadvertido con mucha más intensidad: podía sentir los suaves labios de Terra con su cálido aliento quemándole la piel, erizándolo. Podía sentir las manos seguras de Terra acariciando y a la vez exigiendo. Podía sentir...

Alguien tocó el vidrio de la ventana del pasajero, haciendo sobresaltar a ambos chicos. Isaac tragó saliva cuando vio al oficial de policía enarcando una ceja, mirándolos fijamente. Terra estaba totalmente estática, al igual que él. El oficial hizo una seña para que bajaran el vidrio. Isaac le arrojó su camiseta que estaba en la palanca de cambios a Terra, con la cual se tapó apenas. Tembloroso, Isaac bajó el vidrio.

—¿Todo bien, oficial? —preguntó Terra desde el asiento del conductor, con falsa inocencia.

—¿Qué creen que estaban haciendo, jovencita?

—Estábamos armando un rompecabezas —respondió Terra, mordiéndose el labio para evitar reírse.

—¿Disculpe?

—Usted sabe lo que hacíamos, no iba a decírselo pero si insiste, estaba a punto de darle sexo oral a mi novio.

—¡Terra! —exclamó Isaac, escandalizado. El rostro del oficial mostró que estaba molesto. Muy molesto.

—Le voy a pedir que salga del carro, señorita...

—Whittemore —sonrió Terra. Apenas dijo su apellido, el rostro del oficial cambió—. Terra Whittemore.

El oficial palideció, probablemente pensando en lo que pasaría si llevaba a la hija de los Whittemore a la comisaría. Estaría muerto.

—La voy a dejar ir con una advertencia...

—Me lo imaginé.

—Pero por favor, entre a su casa en este instante para continuar con sus... actividades, en lugar de hacerlo en su auto.

—Por supuesto que sí, oficial —Terra le guiñó el ojo y esperó a que el oficial se metiera de nuevo a su patrulla y arrancara antes de voltear a ver a Isaac.

Ambos se vieron por un segundo, Isaac se estaba mordiendo el labio para evitar reír. Terra no pudo contenerse y soltó una carcajada, que pronto Isaac siguió. Finalmente su risa murió, aunque ambos conservaron la sonrisa en su cara.

—¿Novio, eh? —preguntó Isaac, jugando con un mechón de cabello de Terra entre sus dedos.

—Bueno, sí —dijo Terra, encogiéndose de hombros—. Eres mi ancla y yo soy la tuya. Pensé que era obvio.

A pesar de la seguridad aparente en su voz, Terra no podía dejar de mover sus dedos, evitando la mirada de Isaac.

—Pensar en ti me tranquiliza —admitió Isaac.

—A mí también —se apresuró a decir Terra, interrumpiéndolo.

—Pero también me asusta —terminó de decir Isaac.

Far away /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora