no te odio.

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ISAAC SE  quedó pensativo a las palabras de Terra. Actuaba como si no le importara no hablar con ella en la escuela o ignorarla pero la realidad era que nada le gustaría más que hablar con Terra en la escuela, después de todo, era su mejor amiga.

Isaac se arrepentía de cómo había actuado hace años, precisamente al día siguiente de clases cuando Terra y él se encontraron. Era receso. Terra estaba en su habitual mesa de la cafetería rodeada de sus muchos amigos, incluso algunos estaban parados con tal de estar cerca de ella. Isaac solamente reconoció algunas caras, entre ellas la de Lydia, la mejor amiga de Terra y a unos cuantos Jackson, el gemelo de Terra.

Terra parecía estarlo buscando, entrecerrando los ojos para ver mejor a la distancia mientras Isaac se quedaba inmóvil en la entrada. Cuando lo encontró, Terra le dio la sonrisa más grande que alguna vez le hubiera visto y le hizo señas para que se le acercara. Por un momento Isaac lo dudó. Terra estaba demasiado distraída enfocada en Isaac como para notar las muecas y miradas extrañas que todos sus amigos hicieron en dirección al chico, sin embargo, él sí que las notó.

Sin pensarlo más, se dio la media vuelta y se fue. Terra, confundida por el comportamiento de Isaac, corrió tras él. Isaac escuchó los pasos de Terra cerca de él y se escondió tras unos casilleros. De reojo vio como Terra volteaba a ambos lados y se iba al no encontrarlo.

Terra se le acercó unos cuantos días después, cuando Isaac esperaba a que su padre, entrenador del equipo de natación, terminara el entrenamiento con el equipo de la preparatoria. Isaac estaba sentado en unas solitarias bancas detrás de la alberca cuando Terra con toda la confianza del mundo se sentó frente a él.

—Habla —le ordenó, enarcando una ceja.

—¿Q-qué? —balbuceó Isaac. Terra rodó sus adorables ojos verdes, exasperada.

—Dime por qué me odias.

—No te odio —respondió el chico inmediatamente.

—¿Entonces por qué me evitas? —Isaac se mordió el labio, considerando las palabras que le diría a Terra. Finalmente, se decidió por una mentira a medias.

—Me da pena contigo después de lo que viste en mi casa esa noche —musitó Isaac, evitando la mirada de Terra. Terra se le quedó viendo unos instantes más antes de pararse.

—Bien. No me vuelvas a hablar hasta que decidas contarme la verdad. Sabes dónde encontrarme.

Y así fue, no hablaron. Sin embargo, Terra iba a su casa casi todas las noches. La chica no decía nada e Isaac estaba demasiado intimidado por ella como para poder hablarle, recordando las palabras que le había dicho. Terra solía curarlo, sin decir nada más. No volvió a acercársele en la escuela nunca más, la mayoría del tiempo ni siquiera lo miraba. Isaac aprendió a aceptar eso. Así que cada quien siguió actuando en los papeles de su vida: Terra siendo la chica perfecta que siempre era e Isaac siendo el chico antisocial que siempre fue. Sin embargo, en las noches cuando la luz de la luna traspasaba el cristal de su ventana e iluminaba los ojos verdes de Terra, Isaac creía ver algo más en ellos.

No fue sorpresa para nadie que años después, cuando Terra tenía 15 años y después de salir no formalmente con varios chicos, su primer novio bien fuera uno de los chicos que ya había terminado la preparatoria y que de hecho se iba a la Universidad. Era un chico popular con el que nunca la había visto hablando pero que toda la escuela conocía: Brandon Davis. Isaac había escuchado a varias chicas suspirar su nombre pero nunca había prestado real atención hasta que supo que Terra y él tenían algo.

Isaac no supo por qué cuando se enteró de la noticia sintió su corazón estrujarse. No era como si Terra fuera su amiga siquiera, pero el verla con alguien más... se sentía como miles de golpes en el corazón. Una noche, mientras Terra limpiaba la ceja rota de Isaac con su rostro a centímetros del de él, se atrevió a hablarle.

Far away /Teen WolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora