Far away /Teen Wolf

soy más feliz cuando te tengo a mi alrededor.

Terra miraba a Scott y a Allison escalando la pared en la clase de deportes con la mirada más aburrida del mundo mientras pintaba sus uñas. A su lado, tenía a Stiles Stilinski y, siendo Terra, a un montón de chicas pendientes de cada movimiento suyo al otro extremo.

—¿No es el trasero de Scott McCall delicioso? —Preguntó Terra a una de las chicas—. Quiero decir, ¿no les dan ganas de tomar vuelo con su mano y darle un buen apretón?

Todas las chicas asintieron, como si totalmente hubieran estado pensando en eso en ese preciso momento. Stiles a su lado hizo un falso sonido de vómito. Terra sonrió cómo Scott al escucharla casi perdía el equilibrio ante la mirada extrañada de Allison.

—Hay rumores de que ustedes están saliendo, ¿es cierto? —se animó a preguntar una bonita asiática detrás de Terra. Ella solo se encogió de hombros, sonriendo secretamente, sin decir un no o un sí.

—¿Realmente saldrías con él? —preguntó Stiles en un susurro, cuidando de que las demás chicas no lo escucharan.

—No. Tengo mis ojos fijados en un premio mayor llamado Isaac. Claro que si se tropieza en mi cama no le podría decir que no.

—Iugh.

—Oh, no hagas esa cara, Stiles. Tú también podrías estar invitado.

—¿En serio?

—Tal vez sí, tal vez no —Terra se quedó callada un momento—. ¿No eso lo que les gusta de mí a todos? Creen que soy misteriosa, así que les doy lo que quieren. Un misterio. Una travesura —se acercó a Stiles, susurrándole. La mirada del chico fue inmediatamente a sus labios. Ella sonrió—. Soy la fantasía de cada chico porque les hago creer que pueden conmigo pero al mismo tiempo los dos sabemos algo. ¿Sabes qué es eso, Stiles? —Stiles negó con la cabeza, totalmente cautivado—. Que nunca me podrán tener.

—¡Erica, Terra! Traigan sus traseros aquí —gritó el entrenador, rompiendo el encanto. Terra se paró de un salto, consiente de la mirada de todos sobre ella. A su lado, una chica pálida, rubia y temblorosa la cual pocas veces había visto se acercó a su lado.

—¿Así que ese es el truco? —balbuceó Erika.

—¿Disculpa? —Terra no le dio una segunda mirada a Erica, pero por el contrario, la rubia no podía dejar de verla. Erica tragó saliva visiblemente. Terra era conocida por ser popular y amable con todos, pero también por su falta de paciencia y temperamento ligeramente explosivo. Después de todo, era una Whittemore.

—¿Así es como consigues a los chicos? —preguntó tímidamente.

—Oh, ¿estabas escuchando mi conversación con Stiles? —Erica se sonrojó y asintió avergonzada—. ¿Quieres conquistar a un chico? —Volvió a asentir—. Mira, seamos honestas. Hay chicas más bonitas que yo en Beacon Hills. Chicas que podrían ser yo. El truco está en fingir que tú eres mejor que ellas hasta que todo el mundo se lo crea. ¿Erica, cierto? No esperes a que un día despiertes y todo el mundo te desee. Y si quieres algo, tómalo.

—¡Señoritas! —Gritó el entrenador—. ¿Quieren que les traiga un café para que terminen de chismear?

—Lo lamento, entrenador. Esperaba a que mi esmalte se secara, pero sería realmente amable si pudiera traerme un latte —el entrenador refunfuñó algo en respuesta antes de ordenarle a Greenberg que le trajera un latte a Terra. Erica miraba a la chica como si fuera una especie de semidiosa. No había conocido a nadie que le hablara así a los profesores, mucho menos alguien que se saliera con la suya y que incluso le trajeran café.

Dramáticamente, Terra sacudió su coleta de caballo. De reojo vio a Stiles y aunque no necesitaba agudizar el oído para escucharlos, bastaba ver cómo se cuchicheaban y la miraban para saber que probablemente le estaba contando lo que Terra le había dicho. La morena le guiñó un ojo a Scott y le mando un beso, suprimiendo la sonrisa al ver a Allison mirándola como si quisiera matarla.