SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )

CAPÍTULO 14.

14.

Hacia un frio que calaba hasta los huesos, el aire de diciembre causaba un escalofrió incesante. Mientras el azabache se sentó en un tronco caído afuera de la tienda, meditaba todo lo ocurrido, pensaba que de ahora en adelante debía ser más astuto que Voldemort, no podía dejar que ganara, que lastimara lo que más amaba, no quería pensar en lo que le pasaría a Hermione si el ganara, de solo imaginar que Voldemort la torturaría y mataría le hacía sentirse enfermo, los problemas que se avecinaban eran muchos pero el que más le preocupaba era el futuro de su hermosa castaña, ella era su mejor amiga, su compañera de aventuras, era un mundo que le encantaba descubrir cada día, luchar por Hermione se había convertido en un motivo más para destruir a Voldemort, por ella haría lo que fuera necesario, ella era su felicidad, pues de verdad estaba enamorado de ella, realmente sentía amor y ese sentimiento nadie lo quitaría ni siquiera Lord Voldemort acabaría con el. Hermione apareció en escena, no quería interrumpir los pensamientos de Harry, pero al verlo tan vulnerable decidió hablar.

-Él no ganara.

-Hermione.

-Deja de pensar en él, te hace daño, vamos adentro aquí está helando ¿Quieres?

El azabache se levantó y rodeo a la castaña con sus brazos, mientras ella solo dejo caer el rostro sobre su pecho, Hermione sintió un beso de Harry en la cabeza. -Está bien, vamos adentro, no quiero que te congeles.

La tienda irradiaba calor comparado con el clima, Hermione ya había encendido la estufa y el ambiente era cálido hasta cierto punto, Harry se preguntaba cuanto tiempo se había perdido en sus pensamientos, pues todo estaba listo. La castaña logro sacarlo de nuevo de sus pensamientos jalando insistentemente hacia la cama para poder dormir, ya era muy noche y el cansancio era notorio, por lo que Harry se solo se dejó llevar y dejo caer su cuerpo sobre la cama, no se quitó nada, excepto los zapatos, al estar acostado cerró los fuertemente ojos y sintió los labios de su novia en su mejilla.

-Buenas noches, te amo -alcanzo a decir antes de quedar profundamente dormido.

-Buenas noches mi amor, yo también te amo, descansa -dijo, por último, apagó la luz de la tienda y acoplo su cuerpo al de Harry para igualmente descansar tranquilamente.

La noche pasó rápida, tanto Harry como Hermione habían dormido bastante bien para lo que habían pasado, habían descansado lo suficiente para seguir adelante. Habían aparecido en un hermoso bosque acompañados de una gélida noche y un amanecer frívolo, después del horroroso encuentro con la serpiente de Voldemort, -la cual iba disfrazada de Bathilda Bagshot quien era la vieja amiga de Dumbledore- las cosas parecían haber mejorado, después de todo los dos jóvenes magos estaban vivos y a salvo, por otra parte Harry agradecía haber recuperado su varita.

El moreno decidió salir a revisar el lugar, se levantó dejando acostada a su novia, se abrigo bien y le menciono a Hermione que regresaría tan pronto como le fuera posible - solo quería saber en dónde estaba y revisar si hacía falta algún hechizo de protección, pues no recordaba haberlos puesto o ver a Hermione hacerlo-, la castaña dormitaba, el cansancio aun la mantenía rendida, pero ella rápidamente comprendió el objetivo de Harry y dejo que él solo inspeccionara el lugar ¿Qué más podría ocurrir dejándolo por su cuenta algunos minutos u horas? No lo sabía realmente, pero el agotamiento para esa hora seguía siendo enorme y prefería descansar un poco, tal vez más adelante necesitaría esa energía para otra de las locas cruzadas de su novio -más tarde el azabache se enteraría de donde se encontraban, mientras ella prepararía la poca comida que aun llevaban consigo-. Después de un rato Hermione se levantó -su cuerpo había recuperado su vitalidad- y comenzó hacer un austero desayuno para ambos, luego como Harry no aparecía decidió sacar un libro al azar y comenzar a leer -como casi siempre en sus ratos libre-, en sus manos estaba un libro muy peculiar, era el libro escrito por la chismosa de Rita Skeeter, "Vida y Secretos de Albus Dumbledore", tras unos minutos de lectura encontró una página que llamo aún más su atención, en ella estaba una foto donde aparecía el mismo joven por el que Harry había preguntado insistentemente en la casa de Bathilda Bagshot.