CAPÍTULO 24.

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24.

Alguien llamo a la puerta, los dos magos se levantaron de inmediato pensando en Harry y Hermione. Luna observó por la ventana deteniéndose un segundo en la rara y anormal silueta de un hombre, Ron miro hacia el mismo lugar que su amiga y desconfió, sin embargo, pronto se dio cuenta que no había que temer pues era el padre de Luna. Xenophilius Lovegood parecía desesperado y en cuanto le abrieron la puerta Luna se lanzó a los brazos de su padre, ya que no lo había visto en mucho tiempo, el hombre sonrió con lagrimas en los ojos tratando de expresar toda su alegría.

- Mi Lunita ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño? – interrogo agitado.

- Estoy bien papá.

- Pero mírate, estas tan pálida y delgada.

- Ya te lo he dicho, estoy bien y estoy contigo.

- Eso es verdad – y la apretó con mayor fuerza entre sus brazos.

- Pase señor Lovegood, creo que tiene muchas cosas de que hablar con su hija.

- Por supuesto gracias.

El hombre entro y saludo a los presentes que se hallaban reunidos en la sala tras haber escuchado la llamada a la puerta. El señor Lovegood quería llevarse a Luna, pero Fleur lo convenció que era más seguro que se quedase a dormir con ellos, pues ya era muy tarde y afuera era peligroso. Por otra, parte Ron no pudo evitar preguntar como se había enterado el señor Lovegood del paradero de Luna y lo miraba con cierta molestia, pues por la culpa de este, ahora Harry y Hermione estaban en riesgo de morir.

- ¿Cómo nos encontró?

- Recibí la carta de la Orden y vine inmediatamente.

Entraron a la casa en silencio, conforme pasaba la tarde y la noche, los miembros de la Orden del Fénix iban llegando a la morada de Fleur y Bill. A simple vista la mayoría llevaban equipaje ligero y charlaban reservadamente, evitando preocupar al joven Weasley y su invitada Luna, los adultos se veían pensativos y perturbados, lo cual mantenía preocupado a Ron, que solo rodaba por los pasillos en busca de algo de información de los visitantes.

Luna subió a una habitación de la planta alta junto con su padre, para descansar, los Lovegood no estaban en su casa, pero disfrutaban de la hospitalidad de los Weasley, ya que al menos tenían donde dormir y que comer, y desde luego era un lugar seguro para estar a salvo de Lord Voldemort. La rubia durmió cómodamente en una de las camas preparas para las chicas, según entendía, el lugar ya había sido adaptado por si acaso recibían huéspedes. Después de descansar un poco, Xenophilius Lovegood despertó, tomo su varita y comenzó el día vagando por la casa de Bill y también por los alrededores, pues el miedo de volver a perder a su hija le atormentaba, Xenophilius no era un hombre que utilizara la violencia, sin embargo, por defender a su única hija estaba dispuesto a lastimar e incluso utilizar alguna imperdonable.

El pelirrojo adopto la posición del padre de Luna, -lo había visto merodear por todo el lugar- pues también estaba preocupado por la amenaza que significaba Lord Voldemort, además no tenía noticias de sus amigos, Ron como oficina de la Orden para escuchar las sesiones secretas de los miembros, pero debido a los hechizos no podía oír las conversaciones. Durante su vigilancia solo había visto a diferentes magos y brujas entrar y salir de la habitación, lo que se le hacía raro era que ninguno de sus padres o hermanos hubieran llegado aún, seguramente ellos también habían sido convocados, sin notar el más mínimo rastro de sus familiares -obviamente no Bill y ahora Fleur- esta situación se le hizo extraña, pero no le tomo importancia pues había un sinfín de explicaciones para ello, tal vez estaban pasado un tiempo lejos de la guerra o quizá simplemente estaban ocupados en la madriguera con otras cosas que desde luego involucraban a Voldemort, la idea le resultaba estremecedora, pero en tiempos de guerra todo tenía que ver con ese malvado. Incapaz de seguir pensando en su familia y en lo que les había ocurrido, saco una bolsa de pan con queso que había envuelto antes del amanecer por si acaso, rápidamente le dio un mordisco al pan aun con aquellos pensamientos acechándole, la angustia de no saber que estaría pasando sus amigos y familiares no cedería, pero al menos su apetito seguía intacto.

SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora