SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )

CAPÍTULO 15.

15.

La noche llego cargada de poca nieve, pero aun así se sentía un frio que calaba los huesos. Hermione y Harry acostumbrados a hacer sus guardias juntos, se dispusieron a sentarse afuera de la tienda en un par de rocas, se abrigaron bien y la castaña preparo te para soportar el frio de la madrugada.

En medio de la oscuridad de la noche, una poderosa luz blanca atrapó la atención de Harry, quien se levantó e instintivamente elevo su varita listó para atacar. Rápidamente Hermione también diviso la luminosidad frente a ellos, esta no tenía una forma distinguible al menos desde donde estaban ambos chicos no alcanzaban a distinguir lo que era. Al acercarse el azabache a aquella luz, esta empezó a tomar la forma de una cierva de un plateado brillante, que lo miraba fijamente, para después emprender camino hacia el interior del bosque, la cierva comenzó a alejarse sutilmente y Harry hipnotizado le siguió rápidamente el paso, Hermione no se hizo esperar y sin mencionar palabra siguió a Harry, estaba cansada y somnolienta, pero no dejaría a Harry solo ni un instante. La bruma del oscuro bosque no evitaba que los chicos avanzaran a horcadas por el sendero sin mirar atrás, el azabache continuaba siguiendo a la cierva plateada y la castaña les seguía de cerca, la imagen se detuvo abruptamente sobre un lago congelado, para después transformarse en una esfera de luz que se introdujo mágicamente en el hielo.

Tanto Harry como Hermione se quedaron impresionados con aquella visión, el moreno se acercó decidido y alerta hacia el lugar en donde la esfera se había introducido, se quedó unos momentos observándola moverse, hasta que se quedó estática encima de un objeto, no podía verlo bien debido al paño sobre el agua congelada, se acercó más al hielo y pudo visualizar aquel brillo emitido por la bola de luz, sin embargo, aún no podía saber que era, de pronto el hielo se volvió nítido frente a sus ojos, lo entendió, era la espada de Godric Gryffindor que se hallaba en ese lugar iluminada con la luz de la esfera mágica.

-ACCIO ESPADA -dijo alto, para atraer el objeto, sin embargo, no funcionó.

El azabache miro de nuevo, miles de ideas cruzaron por su cabeza, pero necesitaba la más rápida posible, sin más comenzó a deshacerse de su ropa, pues tendría que meterme en el agua helada para poder obtener la espada.

- ¡Ni lo sueñes! -Exclamó la castaña comprendiendo la idea del moreno.

-Tengo que hacerlo, tu misma lo viste, no hay otra manera más rápida.

-Podrías morir de hipotermia -aseguró.

-Lo hare rápido, no pasara algo malo.

-Está bien -como de costumbre la castaña cedió -pero más vale que sea menos de un minuto, porque si no me aviento contigo al agua.

-Por supuesto -sonrió con ternura.

Hermione rompió una sección del hielo, mientras el moreno comenzó a desvestirse, se quitó el abrigo, los pantalones, la camisa y todo lo demás que lo protegía del frío hasta quedar solo en ropa interior, el intenso frio hizo que sus dientes castañearan y temblara por un momento antes de acostumbrarse al gélido viento. La castaña tomo las prendas de Harry incluyendo su varita, a continuación, él azabache se acercó al agujero que la castaña había creado, se sentó en el borde y sin pensar se dejó caer en el agua helada. A pesar del intenso frío sobre su cuerpo, Harry se sumergió por completo en el agua helada, para llegar a la espada de Gryffindor, nado con el cuerpo todo entumido y la visión muy borrosa hasta que de pronto sintió como algo lo sujetaba fuertemente del cuello jalándolo hacia el fondo y ahogándolo, era el Horrocrux que colgaba de su cuello y que se incrustaba cada vez más en su garganta asfixiándolo.

El aire se le agotaba, iba a morir, esos eran los pensamientos de Hermione al observar la escena, no podía creer que estuviera pasando por aquello Harry, se estaba ahogando y ella solo miraba sorprendida, sin pensar más la castaña lanzo las cosas que traía en sus manos y se dispuso a sumergirse también en el agua para salvarlo, no lo abanderaría y quizá moriría con él de la peor de las formas en el fondo de un lago congelado a la mitad de la nada. Mientras tanto Harry hacia un último intento por quitarse el relicario, pero era completamente inútil, entre más tiraba de la cadena más se incrustaba en su cuello ocasionando que una fuerte opresión en el pecho lo obligara a cerrar los ojos para finalmente desmayarse.