SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )

CAPÍTULO 35.

35.

Los presentes se miraron unos a otros con gran sorpresa en sus rostros, algunos tenían temor de Voldemort, otros simplemente estaban sorprendidos, sin embargo, todos estaban dispuestos a luchar, preferían morir en la batalla a seguir siendo torturados dejar que se les tratase como si no valieran como seres humanos.

En uno de los rincones Ron seguía impaciente con la mirada recorriendo a todos los alumnos con la esperanza de encontrar a Luna, sus ojos se llenaron de brillo al verla entrar a paso lento y con mirada soñadora de siempre.

- ¿Qué es lo que busca el señor tenebroso Harry? – Pregunto Neville.

- La diadema de Rowena Ravenclaw – Respondió Luna acercándose su amigo y haciendo celar a Ron.

- Pero Luna, la diadema de Rowena está desaparecida. – Dijo Cho con pesar, mientras se acercaba a la rubia.

- Más bien diría destruida – interrumpió Draco.

<< ¿Qué hace él aquí?>> se escucharon varios murmullos y bufidos de descontento en la sala.

- Eso es algo que me alegra escuchar.

- Por supuesto no gracias a ti Potter – mencionó con la egolatría que siempre lo caracterizaba.

Detrás de Malfoy aparecieron otros Slytherin y más murmullos comenzaron a invadir el ambiente. Los miembros de la ED estaban aturdidos con tanta información y ahora tenían que soportar la presencia de sus enemigos.

- Compañeros no debe disgustarle la presencia de los Slytherin's, ellos al igual que nosotros están luchando, tal vez no con los mismos intereses, pero lo hacen para proteger a su familia y a sus amigos. – Expuso Harry.

- Además ellos nos ayudaron a destruir una de las cosas que estábamos buscando para destruir a Voldemort – intervino Hermione.

Un joven con los colores de Hufelpuff entró agitado a la sala anunciando que el Director Snape solicitó la presencia de los alumnos en el gran comedor de inmediato. Todos se miraron y empezaron a movilizarse hacia la salida.

- Avísenle a la orden que traigan refuerzos y esperen afuera del gran comedor hasta que les indique – le ordenó Harry a Luna y a Ron, luego se dirigió a Draco y prosiguió – tú ya sabes que hacer, les deseo suerte.

Sin preguntar todos asintieron, Ron y Luna se encaminaron hacia el agujero del retrato, alejándose hacia la casa de Aberforth. Draco y sus amigos siguieron a los demás con demasiada naturalidad, mientras que Harry emprendía marcha hacia la salida con la mano de Hermione entrelazada con la suya.

Todos avanzaban a paso veloz sin perder el orden. Decenas de estudiantes se movían entre los pasillos acatando la orden general del director, desde luego Harry se mezcló entre los alumnos, con la cabeza baja entre la multitud para que no le detectaran los Mortifagos que Voldemort había infiltrado en el castillo. Entre tanto alboroto nadie notaba su presencia, ni la de Hermione que no se había separado él.

Al entrar al gran comedor un silencio sepulcral invadió al cuerpo estudiantil y a los profesores, Snape se encontraba parado con mirada fría, estaba en el mismo lugar donde el Profesor Dumbledore solía dar sus discursos de bienvenida. La mayoría mantenían la cabeza inclinada evitando el contacto visual con el director o alguno de sus acompañantes.

- Se preguntarán por qué los he llamado a esta hora de la noche - Exclamó Severus con su típico cansino y malhumorado tono de voz.

Snape emprendiendo camino hacia el centro del comedor, mientras que todos evitaban fijar su vista en él o hablar.