CAPÍTULO 40.

5.5K 325 11
                                    


40.

Las calles del pequeño pueblo de Godric se hallaban vacías, era como si la gente sintiera la maldad vibrar a su alrededor. Podían verse las persianas y puertas cerradas, y las avenidas con solo la escasa luminosidad que proveían las lámparas, los hogares no resplandecían luz por sus ventanas y de las chimeneas no salía humo que indicara calor dentro de estas.

Un estrepitoso sonido quebró la quietud de la que antiguamente era la casa de la familia Potter. Dos personas cayeron aparatosamente sobre un colosal florero de cristal y una mesa, el mueble y su decoración se hicieron añicos al contacto -habían pasado tanto tiempo en desuso que el cristal se había vuelto frágil y la polilla poco a poco carcomió la madera-. No se podía distinguir claramente su procedencia o su identidad, sus figuras borrosas apenas se distinguían en la penumbra, nada que ver con los típicos habitantes del Valle de Godric que gozaban de modestia y normalidad.

El peligro se volvió latente y ahora representaba todo lo que quedaba, pues ni siquiera podía darse el gusto de sentir miedo en ese momento, Lord Voldemort se deshizo del agarre de Harry y se apartó de él tratando de no salir herido con las astillas o los fragmentos de cristal. El azabache tomo valor y se restringió a parecer uno de esos magos de sangre pura déspotas que solo matan por gusto. Le dio suficiente tiempo a su oponente para que se recuperara, los Horrocrux destruidos habían debilitado al señor tenebroso, pero aun contaba con la varita de sauco, por lo que seguía siendo peligroso.

- Tal vez dices la verdad, acabaste con algunos de mis preciosos Horrocrux - expreso Voldemort sin emoción - pero sigues siendo un niño que no tiene oportunidad contra mí.

- Abusas de tu buena suerte, pero no más.

- Este es un buen lugar, terminare lo que empecé aquella noche - comunico deseoso de ver morir a su impedimento para conquistar el mundo mágico y esclavizar a los Muggles - te matare al igual que asesine a tu inútil padre y tu inmunda madre.

De la varita de Harry salió un poderoso hechizo, las palabras de Voldemort lograban sacarlo de quicio, sin embargo, el mago oscuro logro repeler el hechizo. Luego Voldemort continúo atacando al azabache.

- Sabes Potter - inicio el mago de forma tranquila, mientras Harry limpiaba la sangre de su boca - tus padres no eran, más que unos mediocres, pudieron ser parte de esto, pudieron darte un futuro brillante, sin embargo quisieron seguir los pasos de Dumbledore, ese viejo manipulador, que no hace más que jalar los hilos de sus marionetas.

- Te atreves a deshonrar a mis padres con tus sucias palabras y a desprestigiar a Dumbledore, solo tú eres capaz de destruir hasta tu último minuto.

- Digo la verdad y tú mejor que nadie lo sabes, a ti mejor que a nadie lo ha utilizado para sus propósitos - reaccionó de manera cínica.

- Y quieres demostrar que eres mejor por ello.

- No, pero yo soy sincero y aun puedes salvarte.

- ¿De qué hablas? - preguntó desconcertado.

- Pese a tus desatinadas ideas de mi - hizo un ademan y sonó convincente - soy un hombre visionario y sé que tú eres una oportunidad, así que te ofrezco un trato.

- No aceptare algo que venga de ti.

- Al menos escucha, podría convenirte.

- No lo hare.

- Bueno, sin duda eres estúpido, porque te ofrezco ser parte de este mundo, podrías ser tan poderoso a mi lado, en cambio si no aceptas tu destino es desde luego la muerte.

SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora