CAPÍTULO 34.

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34.

El hombre sin mencionar palabra ofreció asiento a los jóvenes e inmediatamente ocuparon algunas de las sillas del salón, el los dejo solos desapareciendo en la habitación contigua. Un dolor punzante en la pierna le hizo mirar a los bolsillos de su pantalón, en donde guardaba el pedazo de espejo de Sirius, Harry lo saco y miro por un momento sorprendido por la imagen que veía reflejada en el objeto, esta vez no mostraba a un hombre de profunda mirada azul y larga barba blanca como las veces anteriores, le enseñaba una tierna y familiar mirada chocolate que hacía que su corazón latiera arrítmicamente.

- Te veo Harry - se escuchó la voz de Hermione decir del otro lado de la sala.

- ¿Disculpa? - Preguntó el azabache dirigiendo la mirada a su novia.

- Te veo en este espejo - recalco señalando un pedazo cuadrado de espejo que estaba colgado en la pared.

Se levantó acercándose a Hermione, ya situando a su lado vio imagen desde el ángulo en el que sostenía el pequeño pedazo de cristal.

- Es él - aclaró el azabache en voz baja.

En ese momento el hombre de larga barba entró en la estancia, su aterrador parecido a Albus Dumbledore estremeció al trio dorado que miraba expectante todas sus facciones y movimientos.

- Fue muy estúpido de tu parte haber aparecido aquí en medio de la noche Harry Potter - por primera vez hablo el hombre en tono gruñón con una charola para el té en sus manos.

- Es usted, al que he estado viendo - Dijo volteándose para encararlo. - Usted nos envió a Dobby.

- Así es ¿Y dónde está Dobby por cierto? ¿Dónde lo han dejado?- Preguntó mientras servía te en unos vasos.

Como respuesta el elfo domestico apareció detrás de Ron y saludo con una reverencia, misma que respondió inclinando un poco la cabeza.

- Es Aberforth Dumbledore ¿Cierto? - Pregunto muy seguro de la respuesta.

- Si, lo soy - respondió con una mirada inexpresiva.

- Gracias por salvarnos la vida - interrumpió Hermione y con un gesto sincero le ofreció la mano.

- No hay porque jovencita. - Acepto su mano apretándola con ligereza.

- Lo mismo pienso señor, estamos agradecidos.

- Está bien Potter - Respondió con aire inseguro - Ahora si quiere vivir para ver otro amanecer le aconsejo que se largue de aquí lo antes posible.

- No puede hacerlo señor, mis amigos y yo tenemos una misión que terminar.

- Déjame adivinar, mi hermano los envió a ustedes a una misión - opinó con un tono siniestramente divertido - ¿Puedo preguntar cuál es?

- Destruir horrocruxes - Dijo Hermione con firmeza.

- ¡JA! - Exclamó Aberforth cambiando la mirada y se dirigió al azabache - Hijo, ve a casa e intenta seguir vivo otro día más, esa tarea que mi hermano te ha encargado es una misión suicida.

- No lo será si nos ayuda - suplico Hermione.

La mirada de Aberforth se volvió severa e interrogativa, no le gustaba ser molestado, pero los chicos que se hallaban frente a él eran valientes y arrojados, tenían un destino y sinceramente esperaría que siguieran con vida el mayor tiempo posible, sin embargo, algo en su interior le decía que debía ayudar a cumplir la voluntad de su hermano.

- ¿Y en que podría yo ayudarles? - Preguntó en un gruñido.

- Necesitamos entrar a Hogwarts.

SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora