CAPÍTULO 33.

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33.

Con las últimas palabras del fantasma de Helena Ravenclaw, Luna caminó por los pasillos del castillo en busca del lugar apropiado para encontrar la diadema de Rowena Ravenclaw. Una fugaz idea se apodero de su mente y se dirigió decidida hasta la pared de la sala de los menesteres, donde suponía que la encontraría.

Después se paró enfrente de la pared y una gran puerta de madera apareció ante ella. <Aquí debe estar la diadema de Rowena> se dijo a si misma viendo la entrada. Ya en la habitación, la recibieron montañas de cosas acumuladas, la habitación era enorme y a pesar de estar totalmente desordenada comenzó a hurgar por todo el salón. Recorrió la estancia apresurada, siendo guiada solo por su instinto conforme se adentraba en la inmensa habitación, no tardó mucho tiempo para que una caja de madera cubierta por un montón de ropa captara la atención de Luna. Sin titubeos, abrió la caja para revelar en su interior una preciosa diadema con incrustaciones de diamantes y piedras preciosas, que a juzgar por la oscuridad y la maldad que emanaba, dicha pieza no podría ser otra que la desaparecida diadema de Rowena Ravenclaw. La observo por un momento y la tomo en sus manos, al escuchar extraños sonidos se asustó y rápidamente la guardo en el pequeño bolso que siempre cargaba consigo.

Detrás de unas grandes columnas de chatarra, salieron Draco Malfoy y sus fieles amigo y seguidores: Crabbe, Goyle y Zabini.

- Solo eres tu - respiro Luna tocándose el pecho - me asustaste.

- Severus nos pidió que estuviéramos cerca por si necesitabas ayuda. - Señalo a sus compañeros.

- Estoy bien y tengo esto - dijo aprobando la noticia y sacando la diadema de su bolsa con ayuda de un pañuelo.

Todos miraron maravillados sin saber porque, el objeto resplandecía y en cierta forma les hablaba. Una parte de ellos estaba hipnotizada por el objeto.

- ¿Qué es eso? - preguntó Zabini intentando tocarla.

- Una tiara - respondió Crabbe.

- No, este objeto esta maldito, por quien ustedes ya saben y podría causarles mucho daño, Harry me explico que atormenta hasta el punto de enloquecer. - Explicó rápidamente.

- ¿Qué esperas que hagamos Draco? - ahora cuestionó Goyle.

- Lo que la chica Ravenclaw decidida - comentó expectante dirigiéndose a la rubia.

- la llevare a Harry para que la destruya.

- Pero antes debemos informarle al director - intervino Crabbe.

- ¿Qué opinas?

- Está bien, vamos. - Concluyó Luna.

En la oficina del director Severus estaba atareado con un par de Mortifagos, al ver entrar a los estudiantes libero a los hombres y cerró la puerta para no ser interrumpido. Draco coloco la diadema sobre el escritorio y a Severus le brillaron los ojos. Después de ser informado del objeto, el director abrió uno de los cajones inferiores de su escritorio sacando una pequeña caja.

- Bien - dio un colmillo a Draco - destrúyela.

- Pero, pero se supone que ese es el trabajo de Potter - mencionó casi tartamudeando entendiendo la insinuación.

- Sí, es verdad, Harry me dijo que se la llevara, además como sabe que funcionara.

- Pertenece a un basilisco y aún tiene su veneno.

- Entonces...

- Clávale el colmillo.

- Esto solo agilizara el proceso - aseguró el director.

SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora