SKYFALL (HERMIONE Y HARRY )

CAPÍTULO 41. (FINAL PARTE I)

41.

- Harry – susurró con alegría.

- Es bueno verte de nuevo amor – mencionó mientras le tendía la mano para ayudarla a levantarse del suelo – aunque no puedo asegurar lo mismo de él – dijo lanzando una mirada de odio hacia el mago oscuro.

Hermione se perdió en los ojos verdes de Harry, no podía estar más feliz. Harry había regresado y algo en él se había transformado por completo.

- CUIDADO – le gritó Hermione a Harry al ver que el señor tenebroso atacaba de nuevo.

Harry se lanzó sobre Hermione para protegerla y cayeron lejos del alcance de su oponente. El enojo invadió a Harry y entonces se levantó para ir directo hacia Voldemort y pelear.

- Eres un maldito, como te atreves a atacarme por la espalda.

- Vaya Potter de nuevo nos acompañas, pero esta vez me asegurare que en verdad mueras. – Explicó lanzando una maldición.

Harry repelió con a su oponente con singular fluidez y este ataco con demasiada furia. Así pasaron los minutos en los cuales ninguno se detenía, tanto Voldemort como Harry estaban cansados, pero el mago tenebroso confiaba en salir victorioso de la batalla final.

De un momento a otro Harry lanzo un expelliarmus y la varita se sauco salió volando por los aires. Lord Voldemort borro la sonrisa burlona de su rostro y quedo petrificado cuando su arma fue a parar a manos de su oponente. Harry tomo con fuerza su nueva varita y apunto a Voldemort, este instintivamente corrió decidido a huir, el azabache lo detuvo y lo enfrento.

- Este es tu momento – argumentó Harry con la varita de sauco en mano – morirás como Tom Riddle y no como Lord Voldemort, porque ese monstruo murió conmigo en la casa de mis padres – finalizó con un destello verde que salía de su varita.

Harry vio como la luz se perdía de sus ojos y sus pies se quedaban sin fuerza para sostenerse, lentamente su cuerpo perdió todo control de si y se perdió en un mundo que solo los muertos conocen.

Todos vieron caer al hombre que se había convertido en un destructor, aquel que mataba por placer, aquel que jamás llego a conocer el secreto de la inmortalidad. Sin embargo Harry si lo sabía, fue por eso que logro ganar, Tom Riddle siempre lo tuvo frente a él, pero decidió no verlo. Porque el secreto de la inmortalidad se encuentra en cada uno de nosotros, en los recuerdos que generamos, en las palabras que decimos y en los amigos que generamos, la inmortalidad está en el amor que recibimos, pero más en el amor que damos, porque la única forma de vivir para siempre es en la memoria de los que se quedan después de nuestra muerte.

Los mortifagos temerosos intentaron escapar, sin éxito alguno la mayoría fueron capturados y llevados a Azkaban para sus juicios, en tanto los profesores y alumnos canturrearon de alegría.

La noche cayó y con ella se abandonó todo tipo de miedo, Lord Voldemort estaba muerto y jamás volvería a dañar a más gente inocente.

Después vinieron días y semanas agotadoras, se tenía que restaurar el catillo además de enterrar a los héroes que habían muerto en la guerra. Poppy, los Weasley, Hermione, Luna y otras tantas personas se encargaron de preparar los cuerpos de cada uno de los muertos. Harry, Ron y algunos profesores buscaron un lugar adecuado para depositar los restos de aquellas personas que habían dado su vida por libertad. Justo arriba de una elevación de arena en donde se tenía plena visión del mar, subieron por un improvisado sendero mientras arrastraban palas que sostenían en sus manos, al llegar al punto más alto de la elevación, todos voltearon a ver la preciosa vista mientras secaban sus lágrimas.

Ron y Harry atrás de él, respiraron profundo y empezaron con su labor de cavar. Después de un rato de sacar arena y con ayuda de todos, lograron crear una fosa para cada uno de los caídos.

La fresca brisa golpeó el rostro de Hermione haciéndole temblar, mientras caminaba hacia la pequeña elevación en la playa, lugar en donde descansarían sus fieles amigos y compañeros de batalla. El trayecto fue corto y silencioso, se podía escuchar la pesada respiración de Neville y los suspiros de Luna. Subieron por el sendero y divisaron a Ron, Harry y algunos profesores acomodando piedras blancas y pulidas que habían cortado y que tenían una forma rectangular. Cuidadosamente y con la ayuda de todos los presentes fueron acomodando uno a uno los cuerpos en las fosas.

Muchos se opusieron a la decisión de Harry, pues enterrar los cuerpos de los que por tanto tiempo les habían hecho daño no era del todo correcto. Sin embargo, Snape merecía su lugar, después de todo, su ayuda era una parte fundamental para ganar la guerra.

- Todo está listo – Dijo el azabache con voz apagada mientras se acercaba al cuerpo de sus amigos fallecidos.

Estaban envueltos entre mantas blancas, pero llevaban diversos objetos muy personales que los identificaban, ya que Luna así lo había dispuesto para evitar el dolor de ver en esa forma a sus seres queridos.

El funeral fue todo lo que aquellos héroes se merecían, Harry lloro a sus muertos; Dobby, Snape y un sin número de personas cuyos nombres se habían grabado en el corazón de Harry. Las luces de sus varitas iluminaron el cielo al caer la noche y las despedidas se volvieron "hasta luego".

Cada tumba llevaba una inscripción, pero Harry decidió agregar algo más, se paró frente a la entrada del cementerio y con un movimiento de mi varita lanzó un hechizo grabando en piedra una leyenda.

- "Aquí descansan los hombres que mueren, pero que vivirán con nosotros. Nuestros descendientes también lo sabrán" - Leyó Luna en voz alta.

Todos aplaudieron y se abrazaron, para finalmente regresar a descansar después de tanto tiempo. Harry, Ron, Hermione y Luna se quedaron hasta el final intentando reconfortarse el uno al otro.