III Phoebe

243 27 7
                                    

Phoebe

Escucho una voz muy distante. Siento su tacto. La luz abrirse paso al abrir un poco mis ojos. La voz se va incrementando a cada instante y puedo escuchar con más claridad.

—Despierta. Cariño despierta. Es solo una pesadilla —Es la tía Janeth que me sacude un poco para traerme a la realidad. Estoy empapada, entre sudor y lágrimas, intento pararme de la cama pero me lo impide.

—Tranquila, Phoebe. Cálmate solo ha sido un mal sueño —por dentro sé que no ha sido solo una simple pesadilla, porque ha sido tan real.

Me sirve una taza de té para calmarme, no sé como lo hace pero siempre logra hacerme sentir mejor, recuerdo que de niña me traía regalos y cada cumpleaños o en navidad nos acompañaba a mi mamá y a mi, era la única familia que teníamos.

Pero después de un tiempo ya no nos visitaba, recuerdo una conversación que tuvo con mamá, la última, cuando tenía unos catorce años.

Debes decirle tarde o temprano la verdad Elizabeth.

Aunque en aquel entonces no le tome importancia a esa verdad de la que mi tía hablaba, desde aquel día no la volví a ver hasta... Ahora.

Pienso un momento y busco mi celular. Necesito saber cuanto tiempo estuve desmayada. Ella me mira y me agarra una mano.

—Phoebe, ya no estamos en NortVille.

—Co... ¿Como dices? —tropiezo con las palabras, intento levantarme nuevamente—. ¿Pero que estas diciendo tía?.

—Cariño cuando te desmayaste llamé a una ambulancia y subí junto a ti —me cuenta con la voz algo ronca, por el cansancio supongo—. Cuando estaba en la sala de espera del hospital estaban pasando un reportaje en vivo de una gran explosión.

¿Explosión? Cada vez más mi vida se enreda en una telaraña de sucesos que me están asfixiando. Toda la nueva información que me brindan me toma de sorpresa. ¿A caso todo este conjunto de eventos no muy afortunados acabará?

Mientras divago en todo lo ocurrido, siento un ataque de ansiedad. Mamá...

—Esta es una de las grabaciones que pude conseguir en Internet sobre el noticiero —dice mi tía sacándome de mis pensamientos, al mismo tiempo que me muestra su teléfono. En el mismo se ve un hombre de chaqueta azul caminando entre escombros, la calle oscura y un poco de neblina al fondo. No puedo creerlo. Es nuestra casa.

•••

Aquí informando desde el lugar de los hechos, donde hace escasos minutos hubo una enorme explosión, bomberos y algunas patrullas están a lo largo de la calle. Intentando apagar lo que queda para que no afecte el resto de casas de esta calle.

El reportero hace una pausa y se ajusta los auriculares como si le estuvieran informando alguna novedad más.

Uno de los agentes del cuerpo de bomberos nos brindó información de que la explosión pudo haber sido causada por una fuga de gas dentro de la residencia, afortunadamente no hubo heridos ni víctimas que lamentar dentro de la casa #103 de la Nix Avenue, en el distrito de NortVille—.

•••

—Cuando dieron el número de casa me di cuenta que se trataba de tu casa Phoebe —dice apretandome la muñeca, quizá con el fin de darme fuerzas—. Y por eso te traje aquí, a mi casa.

—¿Tu casa?. Estamos en... —pero antes que termine la pregunta me interrumpe.

—Sí. Estamos en Pringston —dice mientras me brinda un emparedado—. Come un poco, el médico dijo que debes alimentarte mejor y que por esa razón te has desmayado.

SiluetasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora