Phoebe
Tres días después del funeral de mamá y de tener aquel contacto tan inusual con ella, he decidido salir con Scarleth y Max después de clases. Max quiere mostrarnos un lugar.
Dijo que primero debía resolver un asunto en el gimnasio, le dije que lo acompañaría pero se negó y me pidió que lo esperara en una de las bancas blancas frente al Instituto. El cielo está despejado, la brisa sopla muy suave, acariciando mis mejillas como dándome pequeños besos, mientras algunas hojas doradas caen de los árboles que rodean el edificio.
Hoy llevo una falda rosa con flores amarillas, me llega un poco más abajo de las rodillas, una banda elástica en el pelo con algunas florecillas blancas, que se esconden un poco entre mi pelo, tengo una blusa amarillo pastel que me compró mi tía. Como ayer habíamos planeado esto, pues he decidido usarla, como una ocasión especial.
He estado pensando en cómo pudo ser posible ver a mamá aquel día. Todo pasó como un sueño, pero estoy muy segura que lo que viví fue muy cierto y que de alguna manera este collar tiene un gran poder del cual desconocía.
También pienso en la misteriosa desaparición de la señora Victoria, nunca nadie dijo nada, ni periódicos, ni en la TV, de hecho, ni los vecinos conocían su paradero. Soy la única que sabe la versión de mamá, de cuando vio a la señora Victoria desaparecer, mientras escapaba de aquellos tipos.
Pensaba contarle a mi tía sobre el último sueño que tuve de la señora Victoria y que me permitiera ir hasta la casa de ella y poder hallar una respuesta a su regalo. El cual ahora me parecía un objeto invaluable, mucho más que antes por ser un regalo de cumpleaños.
Pero desistí de comentarle, pues quizá pensaría que estaba mal de la cabeza o sufría de algún trastorno. Decidí seguir callando mis visiones.
Los sueños que solía tener a diario han desaparecido. Todos cesaron desde el día en que el collar se iluminó así en el cementerio y vi a mamá. Es extraño ya no tener esas pesadillas, en un abrir y cerrar de ojos se han ido.
Sujeto la piedra del collar con la mano derecha. Con la esperanza de que la luz vuelva a surgir como antes y poder verla otra vez.
—Mami aparece —susurro para que nadie me escuche.
Cierro los ojos y los abro pero no veo nada.
—Hola Phoebe —saluda Scarleth bajando las escaleras—. ¿Ya estas lista?.
—Hola Scar, yo ya estoy lista, pero Max aún está dentro —digo señalando la puerta—. dijo que debía hacer algo, pero no tengo idea de que sería.
Scarleth se sienta a mi lado, saca su celular y coloca unas rolas de su banda favorita, The 1975, está como enamorada del vocalista, admito que últimamente ya las llevo en la cabeza de tanto oírlas. Ella me acompañaba por las noches para no sentirme tan sola. Luego cuando era algo tarde se marchaba a su casa que está a unas cuadras de la mía.
—¿Bueno ya estamos listos para irnos o que? —dice Max entusiasmado.
—Claro, solo estábamos esperando a un chico super lento que entró ahí dentro —digo con una risita, al mismo tiempo le doy un pequeño empujón.
Él se acerca y me hace algunas cosquillas en mi costado, ahora que lo pienso es la primera vez que se acerca tanto, bueno el día del funeral de mamá me abrazo pero fue algo menos íntimo. Y pues ahora es distinto pues su contacto es, más cariñoso.
Hoy viste unos pantalones de mezclilla y una camiseta blanca, lleva el pelo alborotado y una pulsera negra en su muñeca derecha. Es el tipo de chico que no muestra una apariencia super sexy, pero sus ojos son tan cálidos que al verte en ellos es como si encontrarás paz en un mundo pequeño dentro de él.

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Siluetas
Fiksi RemajaPhoebe es una chica de 17 años, llena de temores, como muchas chicas a su edad. Lo que no creerás es que a pesar de nacer en 2021 se encuentra atrapada en 1975. Intenta recordar los hechos que la llevaron a llegar hasta esa época. Adentrándose por c...