Phoebe
Unos cuantos rayos de sol atraviesan el gran ventanal, llegando hasta mi rostro, me cubro con la sábana, pues la luz me deja enceguecida, después de unos minutos retiro un poco la tela, abro los ojos lentamente por la claridad del día, que después de tanto no había visto.
Analizo la habitación en la que me encuentro, ahora que todo está a la vista. Hay dos anaqueles grandes en la esquina del cuarto, sobre ellos hay una gran cantidad de libros de todos tamaños, colores, algunos resaltan más por sus títulos en el lomo en color dorado, supongo que son alguna edición especial por el acabado tan precioso que tienen.
Sigo la mirada hasta una mesita a mi izquierda, sobre la cual hay una lámpara dorada, recostada a la lámpara hay una nota. La cual tomo y leo en susurros.
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—"Buenos días cariño.
He salido temprano a arreglar unos cuantos papeles sobre tu nueva residencia, sobre el Instituto y sobre el funeral de Elizabeth. Tu uniforme está listo, lo puse en el armario negro a la derecha junto a los libreros. Dejé el desayuno listo en la cocina. Alistate y pasaré a las 8:00 a recogerte en el auto. Besos.
Tía Janeth."—
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Miro la hora, son las 7:30, me levanto apresurada, no quiero llegar tarde en mi primer día de clase, aunque por un momento no me importa, pues me quedo pensando en mamá y en las palabras de la tía Janeth, —El funeral de Elizabeth—.
Aún no me creo que ya no esté conmigo, de que se haya ido y que no volveré a ver su rostro nunca más, ya no tendré sus abrazos, siento que me voy a derrumbar, pero pienso que mamá no querría verme desfallecer. Así que de alguna manera me pongo de pie, esta vez sin dolor al levantarme y ahora con más agilidad que la noche anterior.
Estoy a las ocho como dijo la tía Janeth, sentada en un escalón, en frente a la casa, ya con mi uniforme, y mi mochila al lado con una agenda. Me siento tan extraña, creo que no se debe al hecho de que ahora estoy en un instituto nuevo y no conozco a nadie, en el anterior tampoco conocía a muchas personas.
De hecho apenas cruzaba un par de palabras con Susan, una chica algo extraña, que vestía de negro y tenía gustos diferentes, pero que en la primera clase de música a la que asistí me ayudo en algunos temas que no entendía.
Aparte de ella no había nadie más. Sinceramente me costaba hablar con las demás personas, no sé si era temor al rechazo o mi timidez o ambas quizá.
En realidad me siento así es porque a solo un par de días de la muerte de mamá, ya tengo que empezar de nuevo, en otra vida, con otras personas. Todos aquellos planes que habíamos hecho, ya no serán posibles.
¿Porque tenías que abandonarme mamá?
Pienso, mientras intento contener las ganas de llorar.
Coloco mis brazos sobre mis rodillas y apoyo la frente sobre ellos. Sin poder evitarlo, una cálida lágrima se desliza por mi nariz y cae al suelo, donde se mezcla con el polvo, pongo el zapato sobre ella y lo giro para hacerla desaparecer.
A lo lejos escucho el sonido de un auto; la tía Janeth.
Rápidamente me limpio el rostro con un pañuelo que está colgado de mi bolsa y veo a mi tía que me mira desde un auto rojo muy resplandeciente. Hoy lleva unas gafas oscuras y una camisa blanca.
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Siluetas
Novela JuvenilPhoebe es una chica de 17 años, llena de temores, como muchas chicas a su edad. Lo que no creerás es que a pesar de nacer en 2021 se encuentra atrapada en 1975. Intenta recordar los hechos que la llevaron a llegar hasta esa época. Adentrándose por c...