~ MISSY ~
Era de noche y estaba junto con Bethy, mi hermana mayor, pegando folletos en los postes de luz ofreciendo mi servicio como fotografa.
Había llegado ayer al departamento de mi hermana y aún no me acostumbraba a estar aquí. En Brooklyn tenía a mis amigos, mi familia, pero también debía agregar que tenía muy malos recuerdos en ese lugar.
Desde que mi estúpido ex novio me cortó para poder ser feliz con mi ex mejor amiga las cosas no me fueron muy bien. Perdí mi trabajo en una agencia de modelaje, la poca dignidad que aún me quedaba, a la persona que creí que era el amor de mi vida desde la secundaria y a una especie de hermana perdida.
Quería convencerme a mi misma que estar aquí no era mala idea, y estaba funcionando.
Bethy, una aspirante a modelo y actriz poco reconocida, me había hecho reir bastante y estaba logrando que, poco a poco, olvidara la situación que viví hace algunos meses, por lo cual estaba sumamente agradecida.
—¿Me recuerdas por qué hacemos esto? —preguntó ella con la respiración agitada por tanto caminar.
—Porque necesito un empleo, además, te sorprenderia cuanta gente llamará por la mañana al ver estos carteles, me volveré famosa —sonreí—. Conseguí algo en una cosa de publicidad, pero es solo temporal, necesito más trabajo para poder pagar la mitad de nuestro alquiler y mantener mi persona.
—¿Qué tal uno permanente?.
—Ojalá tus palabras sean escuchadas ahí arriba, Bethy.
Engrapé uno de los carteles al poste y seguimos caminando.
—¿Qué dices si vamos a un bar a tomar algo? Es sabado por la noche, deberiamos estar en una fiesta embrigandonos y conociendo a chicos lindos —se quejó—. Tienes que olvidar a ese perdedor de una buena vez, hay chicos mejores y más atractivos.
—Fuimos novios desde la secundaria, y con Kathleen amigas desde que tengo memoria —bufé—. Duele bastante cuando las dos personas más importantes de tu vida se unen para asesinar tus sentimientos ¿No crees?.
Ella rodó los ojos.
—Ya pasó, mientras más rápido lo aceptes y superes, menos dolor tendras despues —afirmó de manera animada—. Además, solo te queda un cartel.
—No traje dinero —mentí, pero ella ya se adelantó.
—Descuida, yo tengo y alcanza a la perfección para tomar un taxi luego ¿Qué dices ahora?.
—Bien, vamos —acepté de mal humor.
No me sentía de humor para salir y mucho menos para ir a un bar y tomar algo, aunque solo sea con mi hermana.
Yo era ese tipo de persona sumamente patética que tomaba medio vaso de lo que sea y estaba tan ebria que bailaba arriba de la mesa o se besaba con el más feo de la fiesta, porque nunca el más lindo viene al salvarme ¡Tenía que ser el feo!.
No sé muy bien en que bar me metió ella, porque se notaba que no lo conocia. Iba a matarla por traerme a cualquier lado, pero su telefono sonó, me hizo una señal de que iría a un rincón a responder y antes de que pudiera decirle cualquier cosa se fue.
Sospechaba que lo había hecho a proposito.
Solo se salva de lo pronto va a suceder, su asesinato.
—Mierda, Bethy —murmuré cuando dos tipos raros pasaron mirandome.
Decidí sentarme en un lugar donde hubiera gente así nadie puede secuestrarme. Opté por la barra.
—Solo quiero una gaseosa —pedí—. Por favor.
Aún tenia la engrapadora en la mano y estaba dispuesta a engrapar la cara de cualquier tarado que se dispusiera a hablarme.
Estaba tan concentrada en mis insultos hacia el mundo, que ni siquiera noté si este lugar era de alguien, porque el chico a mi derecha me estaba mirando raro.
—Uh, mierda, perdón ¿Estaba ocupado, no? —pregunté, debia verme ridicula.
Dios Missy, que descortés eres.
—Se fue al baño hace diez minutos —respondió.
No entendia que me estaba diciendo, creo que al pobre chico lo dejaron tirado.
Esto sería gracioso si estuviera de buen humor.
—Tal vez esté muy mal del estomago —sugerí.
Intenté sonreir para aliviar el ambiente.
Él asintió y bebió de su trago.
—El asiento está libre —me informó—. No te preocupes.
—Suyo, señorita —avisaron poniendo un vaso de coca-cola frente a mi con una bombilla color rosa.
Estaba feliz con mi bebida, mi engrapadora y la presencia inexistente de mi hermana que aún no volvia.
¿Tan larga será su llamada? Y lo más importante ¿Quién la llama a estas horas de la noche?.
Me sentia aburrida y practicamente estaba tirada en la barra mirando mi bebida, ahora con pocas ganas de tomarla.
—¿Todo en orden? —preguntó el chico de la derecha, el perdedor que abandonaron.
Bueno, yo también fui abandonada e incluso reemplazada.
Pensandolo bien ahora debia verme como una loca.
—Si, si —respondí quitando el cabello de mi cara—. Solo un poquito cansada, no me prestes atención.
—¿Cómo no podria? Estas tirada en la barra —admitió intentando ocultar una sonrisa burlona
¿Se estaba burlando de mi? Bueno, creo que si.
Estaba apunto de responder cuando mi telefono sonó, era Bethy.
—¿Dónde te metiste? Te estaba buscando —se quejó mi hermana apenas respondí la llamada.
—Te pregunto lo mismo, estoy aún en este bar —bebí de mi vaso—. ¿Dónde estas? Quiero irme.
—Afuera, ven rápido, tengo buenas noticias —festejó.
—Ahí voy, solo dejame pagar.
—¿No era que no tenias dinero?.
—Cierra la boca.
Corté la llamada y terminé mi bebida, estaba dispuesta a irme cuando el chico de al lado mio se levantó primero.
—Bueno, gracias por animarme, supondré que mi cita se sentia muy mal y regreso a casa —admitió.
—Prueba con citas online, es el lugar de las desesperadas, el que no encuentra cita ahí es un perdedor.
—Era una cita por internet —respondió.
Oh... mierda.
No dije nada, él no dijo nada y luego le sonreí.
—Perdón —me disculpé y pagué de manera torpe debido a los nervios del momento—. Tengo que irme rápido, suerte en tu mundo de citas, apuesto a que luego te irá mejor.
Palmee su hombro y me fui.
Oh mierda, metí la pata... de nuevo.
— . —
* MISSY EN MULTIMEDIA *
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El desastre entre Missy y Peter.
RomancePeter era un desastre ¿Para qué iba a negarlo? Sus hermanos lo sabian, sus padres lo sabian e incluso sus propios amigos no lo negaban. Varios años despues de terminar con su novia, su hermana decide que ya es hora de acabar con su mal humor y lo i...