~ PETER ~
Cumplia un mes con Missy y no podia estar más emocionado por eso.
Si bien hoy ella trabajaba en un evento y yo tenía universidad, planeabamos vernos a la noche.
—Bueno ¿Y qué le preparas a tu chica esta noche? —me insinuó Monique.
—No es de tu interes —admití haciendo reir a Henry.
—Somos tus amigos, es de nuestro interes ver que le regalaras a Missy —insistió Henry.
Los tres estabamos haciendo tiempo sentados en uno de los bancos de la universidad para entrar a clase, habíamos llegado más temprano de lo usual y no teníamos ganas de ir a comprar nada.
Monique se encontraba —como se estaba haciendo costumbre— en las piernas de Henry y él la abrazaba con una sonrisa. Al menos ambos admitian esta vez que estaban en una relación y no se hacian los adolescentes.
Luego de negarme a decirle la sorpresa que tenía para Missy esta noche, nos fuimos los tres a clase.
Cuando finalmente pude liberarme del infierno que era la universidad, llamé a Missy para ver si me respondia, pero una voz que conocia lo hizo por ella.
—Tú.
Era Archibald y se escuchaba molesto, algo poco usual ya que solia llevarme bastante bien con él.
—Archibald —saludé—. ¿Está Missy?.
—Se olvidó el telefono en mi casa el otro día, se suponia que iba a darselo, por lo cual vino a mi casa y se lo olvidó otra vez —avisó—. ¿Qué quieres? Estoy ocupado.
—Nada, solo hablar con ella pero no importa demasiado.
Él no respondió y luego me cortó la llamada.
Estaba molesto conmigo, debia ver que hacia para solucionar eso.
Esperé a que George saliera de sus clases y ambos fuimos a un refugio a adoptar un perro. Él se había decido en que queria uno y a mi no me parecia mala idea, una mascota en casa estaria bien, pero debia ser pequeña.
Mi hermano se decidió finalmente por un pequeño perro color blanco con manchas negras y marrones. Era bonita, hacia feliz a Georgie ¿Qué más podia pedir?.
—Necesito comprarle cosas a Daisy —avisó acariciando a su perrita—. Una cama, comida, un collar.
—Okay, ahora vamos, yo tengo que comprarle algo a Missy también —acepté.
George fue a comprarle las cosas a su perra y yo por un ramo de flores y un par de aretes para Missy.
Había organizado una cena especial —hecha toda por mi sin ayuda de George, algo que probablemente la arruine, pero estaba dispuesto a correr ese riesgo— para ambos. Iba a encontrarla en un mirador a las nueve en punto con todo preparado.
—Suerte con la cena —dijo mi hermano—. Espero que esos consejos en la cocina hayan funcionado.
—Yo espero lo mismo.
Tuve que conducir hasta el mirador y luego de estacionar en un lugar apropiado comencé a armar las cosas. Un rato despues me llamó Missy por telefono.
—¡Peter! —festejó—. Recuperé mi telefono, Archie dijo que me llamaste.
—Creo que tu amigo me odia —admití.
Missy rió.
—Luego arreglaremos eso —me tranquilizó—. Como sea, sobre la sorpresa yo queria...
—No —la interrumpí—. No te dire nada hasta que sea el momento.
—Bob me llevara a pedido de Bethy, aun intenta impresionarla —bufó—. Te extraño.
—Igual, solo falta una hora y media para vernos, aguanta.
—Lo intentaré —me aseguró—. Te quiero.
—Igual —sonreí—. Te veo en un rato.
Corté la llamada y miré la mesa que estaba preparando. Aun tenia mucho trabajo que hacer.
Le mandé alguna que otra foto a los chismosos de Henry y Monique, quienes seguramente estaban juntos, y también algunas a mi hermano, quien me respondió diciendo que Daisy habia roto una de sus medias.
Cuando Missy me mandó que estaba llegando fui a esperarla algo alejado del lugar donde se encontraba mi sorpresa. Tenia que crear el factor suspenso.
—Peter —chilló para luego arrojarse a mis brazos—. Feliz aniversario.
—Igualmente, bonita —admití y bese su frente—. Ahora, sin reproches, taparé tus bonitos ojos.
Missy bufó pero de todas maneras no se negó a mi petición. Cubrí sus ojos con una tela color rojo y luego la llevé al dichoso lugar.
Una vez que quité la tela, ella miró anonada lo que le había preparado. Ante mis ojos eso era una obra maestra, ante los suyos realmente no lo sé, pero espero que le haya gustado.
—¡Es muy lindo! —festejó—. Gracias.
Missy se colgó de mi cuello y luego me besó. Un beso bajo las estrellas, con una chica que adoro ¿Acaso podria sentirme aun más feliz? La adoraba, cada centimetro de ella, cada defecto y virtud. Yo en verdad la amaba.
—Tengo algo para ti —dijo separandose—. Pero te lo daré al final de la noche.
Sonreí.
—¡Agh! —bufé—. ¿Tengo que esperar tanto?.
Ella rió.
—Deja de quejarte y vamos a comer, ¿Lo cocinaste tú o Georgie?.
—¡Yo, obviamente! Por favor Missy, ¿Cómo no confias en las cualidades culinarias de tu novio?.
—Bien, vamos a juzgar eso.
Realmente mi comida no estaba tan buena como la de George, pero estaba pasable y comestible, para mi esto era un gran logro. Missy me halagó, y se emocionó aun más con el ramo de flores y el par de aretes. Si bien ella no era el tipo de chica que le entara lucir joyas, se veía bastante animada con su regalo.
Al final de la noche ella me ayudó a ordenar todo y subir las cosas a mi auto, y finalmente ahí me dio su regalo.
—Tal vez no son un par de aretes caros, pero me gustó bastante —admitió—. Y Bob me ayudó a elegir, hay que darle sus creditos.
Tomé la bolsa de madera y procedí a quitarla. Ante mi había una remera color negra lisa junto a una bufanda tejida azul marino con una franja roja al final.
—¡Soy pesima para los regalos! Y sé que tú y Bob no tienen el mismo estilo de ropa, pero lo intenté y Archibald no pensaba acompañarme y... —bufó—. Te quiero.
Reí y besé su frente.
—Yo también, y el regalo me encanta, mañana planeo usar tu remera negra y decirle a todo el mundo que tú me la compraste —admití—. ¿Vamos a mi departamento?.
Asintió.
—Vamos, aun queda el ultimo regalo depues de todo ¿No?.
—Por supuesto.
— . —
* MUCHAS FOTITOS DE TAYLOR EN MULTIMEDIA PORQUE LA ADORO *
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El desastre entre Missy y Peter.
RomancePeter era un desastre ¿Para qué iba a negarlo? Sus hermanos lo sabian, sus padres lo sabian e incluso sus propios amigos no lo negaban. Varios años despues de terminar con su novia, su hermana decide que ya es hora de acabar con su mal humor y lo i...