~ PETER ~
Me sentía verdaderamente mal, me dolia la cabeza y solo pensaba en cómo había podido aguantar aquellas dos clases sin morirme.
Monique, Henry y yo nos encontrabamos en un rincón ocultandonos de la lluvia.
Había comentado cuan mal me sentía y Monique no había parado de tomar mi temperatura y decirme que me veía como si me hubieran atropellado, solo halagos de ese tipo salian de su boca.
—Creo que me tomaré un descanso de las siguientes clases, pasaré por la farmacia a comprarme algo y me iré a mi cama.
—¿No quieres que te acompañemos? ¿Qué llame a George? Tal vez él pueda ayudarte —preguntó Monique.
Negué y luego quité su mano de mi frente.
George estaba ocupado con sus clases, sabía que él era muy inteligente y sus profesores le exigian bastante, al menos eso me había comentado Monique. Además, ya lo tenía cocinandome y aveces arreglando el departamento como para que ahora se encargara de mi en este estado.
—Yo saldré con Kim, no puedo acompañarte, Peter —advirtió Henry.
Desde que sacó su secreto del antiguo beso con Monique, él estaba actuando raro aunque lo negará. Ahora practicamente vivía estando con Kimberly, sentía que en verdad estaba intentando demostrar que entre ambos no había nada, pero mientras más lo hacia más se notaba que una parte de él aun pensaba en ella en aquella noche en el baile de graduación.
—Iré solo chicos, no hay problema —insistí.
—Está lloviendo y no tienes paraguas, te presto el mio —dijo totalmente decidida Monique.
—¿Pero y si sigue lloviendo? ¿Cómo vuelves? —pregunté.
—Henry podrá retrasar su cita con Kimberly y llevarme a casa —respondió—. ¿No?.
—Si, claro —aceptó.
Monique me entregó su paraguas e intenté no quejarme de su color rosa sumamente llamativo ya que estaba queriendo ser amable.
—Dile a George que me volví a casa ¿Si? Llegaran tarde a clase —les advertí.
—Claro, mandame un mensaje cuando llegues ¿Okay? Luego iré a ver como estas y llevo algo de comer.
—Esta bien, cuidate.
Monique me abrazó y luego arrastró a Henry con ella adentro nuevamente.
Yo me cerré la chaqueta, acomodé mi bufanda y luego abrí el paraguas para comenzar a caminar, aunque en la calle de enfrente me encontré con Missy.
—¡Missy! —la llamé.
Ella levantó la cabeza y corrió hacia donde me encontraba parado.
Estaba totalmente empapada. Tenía puesto un piloto amarillo, con botas para la lluvia y un gorro de lana.
—Estas empapada —comenté.
—Un tonto auto pasó por un charco mientras yo iba caminando y... bueno, así terminé —explicó colocandosé debajo del paraguas—. Tu no te ves bien ¿Pasó algo?.
—Creo que me estoy enfermando, no es la gran cosa —dije de manera despreocupada—. Mi departamento está a un par de cuadras de aquí ¿Quieres venir conmigo y luego pedimos un taxi desde ahí?.
—¡Por favor! Se suponia que Bethy vendria por mi pero su audición se retraso y le dije que tomaria un taxi, pero llevo esperando un rato bastante largo y no aparece ninguno —protestó—. Por cierto, adoro tu paraguas rosa.
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El desastre entre Missy y Peter.
RomantikPeter era un desastre ¿Para qué iba a negarlo? Sus hermanos lo sabian, sus padres lo sabian e incluso sus propios amigos no lo negaban. Varios años despues de terminar con su novia, su hermana decide que ya es hora de acabar con su mal humor y lo i...