Capitulo 32: Muñecos de feria.

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~ MISSY ~

Había un gran nudo en mi estomago y las ganas de vomitar habían sido tan notables que Bethy me preguntó si no me había cuidado cuando estuve con Peter y ahora estaba embarazada ¡Algo totalmente improbable porque no nos acostamos!.

No queria decirle que solo estaba nerviosa por volver a intentar armar lazos de amistad con Kathleen, ya que pensaria que estoy muy drogada y se negaria totalmente a que hablara con ella.

Caminé rápidamente hasta el interior del restaurante y luego de comprobar que Kathleen no me esperaba en ninguna mesa opté por sentarme en un lugar al lado de la ventana.

—¿Quiere que le sirva algo mientras espera? —preguntó amablemente la camarera.

—No, está bien, ahora cuando llegue mi amiga haré mi pedido —respondí.

Ella llegó un par de minutos despues. Al verla noté que estaba igual que antes, incluso mucho mejor. Su cabello castaño claro caia sobre sus hombros y había una enorme sonrisa en rostro. Su forma de vestir era distinta a la mia, más... madura y elegante, y siempre de algún modo la elegian a ella. Eso nunca me había afectado porque no sentia envidia de Kathleen, la consideraba aburrida en algún punto. Pero ahora eso cambió, ella se convertiria en una gran, elegante y casada psicologa mientras que yo apenas entraré a la universidad y todo lo que hice aquí fue intentar que dos de mis mejores amigos sean novios e incluso hasta en eso voy fracasando.

—¡Missy! Hola —me saludó amablemente y se sentó en la silla frente a mi—. Estas igual que antes.

—¿En serio? —cuestioné sin creermelo.

—Si, solo que ahora parece que me odias —murmuró.

—¿Por qué será?.

Silencio incomodo.

—Miss, yo realmente...

—Ya tuvimos esta charla —la detuve—. Ahora se supone que venimos a hacer otra cosa.

—Por supuesto, claro —sonrió—. ¿Ya pediste algo?.

Negué y la camarera apareció rápidamente para poder tomar nuestra orden.

Apenas el plato de fideos caseros estuvo frente a mi lo primero que hice fue llevar la comida a mi boca, no solo porque tenía hambre, sino por el hecho de que no estaba dispuesta a hablar primero.

—Entonces... estas de novia —comenzó—. ¿Y quién es el chico?.

Queria decirle que no era mi novio, que solo saliamos, pero las palabras que salieron de mi boca no fueron exactamente esas.

—Peter, es encantador —respondí.

No estaba mintiendo, él realmente era encantador y en serio me gustaba, solo que aún no estabamos en una relación formal y en parte me molestaba.

—¿Dónde se conocieron?.

—En muchos lugares —afirmé—. Nos encontrabamos siempre, pero casi nunca hablabamos demasiado, las cosas comenzaron a ser más interesantes cuando su madre me contrató para tomar fotos en la fiesta de su hermana menor.

—Así que las cosas como fotografa van bien, parece que has hecho una nueva vida aquí, es... sorprendente.

—¿Cómo esperabas que estuviera? ¿Destruida? ¿Aun llorando? ¿Por eso viniste?.

Su silencio me dio a entender que estaba en la cierto, era eso lo que pensó apenas puso un pie aquí.

—Somos mejores amigas, te conozco, siempre fuiste muy sentimental y con eso que te paso...

El desastre entre Missy y Peter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora