1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]

capítulo: 1

           
Capítulo: 1

LIZ
Un celular sonando...  debe ser el de mamá.
Un celular sonando, alguien corriendo por toda la casa llamando mi nombre. Saco mi atención del muy sensual Hardin Scott de mi libro, que por cierto leía cómodamente.

—¡Que! — Grito y en ese instante la mujer que me trajo a mundo aparece abriendo mi puerta, elegante y voluminosa como siempre, era la mujer más bella antes mis ojos, ella era mi madre. —Te llama tu hermana— Me responde con simpleza, no tengo hermanos.  Pero así es como mencionó a Jazmín, mi mejor amiga hace años. Desde la primaria de hecho. —Gracias mamá— le digo revisando el celular, me lo puse en la oreja, mi madre salió de la habitación dándome privacidad para hablar con mi mejor amiga.
—¡Hey palo seco! —la escuche decir, y por instinto alejo el celular de mi oreja, cerrando los ojos por el dolor agudo que ocasiono en mi oreja.
—Hola, ratita — dije con falsa felicidad.
— ¡ES VIERNES! — Gritó ella y yo rodé los ojos.
—¡lo se! —  grite con falsa felicidad otra vez.
—estúpida me refiero que hoy es la fiesta de Nicolas— respondió tan feliz y justo ahí, entendí.
—lo olvidaste— suspiro— ¿cierto? — me preguntó en un tono triste.
—¡AHH! —ironice—hoy es el día donde te declaras al chico sexy del instituto, como olvidarlo, ya que es un estúpido, narcisista, idiota, eh imbécil: — Amiga date cuenta, suspiro dando una vuelta en mi cama— ¿pero estamos aún en vacaciones? ¿porque hacer algo tan imprudente? — Me recosté en mi cama para estar más cómoda ya que está charla sería bastante extensa.Juro que sentí como rodo los ojos, soltó un suspiro y golpeo su cabeza con algún objeto.
—Exacto, entonces… ¿puedes venir a mi casa? —Me pregunta, —quiero que comamos pizza y veamos película antes de irnos a la fiesta— chilló emocionada— ¿te parece? — Me pregunto más feliz aún.
—Bueno ahí estaré— accedí después de media hora de ruegos por su parte.
— Liz... trae algo femenino para la noche por favor— y en ese instante colgó la llamada.   Es una idiota pero aun así la quiero, marque la página del libro y me levante de mi cama rumbo a mi closet, lo abrí y me puse a estudiar mi ropa.

Realmente no usaba ropa a la medida, faldas u vestidos ajustados. Para mi mientras más holgada la ropa, mucho mejor. Luego de unas horas antes de la fiesta se me hizo difícil convencer a mi madre de que me dejara dormir en casa de Jazmín. Pero lo logre con demasiados ruegos.
Sali a tomar el autobús para llegar a su casa, 15 min después ya estaba parada en frente de la puerta. Jazmin era rica, mi madre trabajaba para sus padres, pues era abogada y gracias a eso me había podido dar una vida comoda desde el fallecimiento de mi padre. Era una grandiosa mujer, tenía tantos sueños y metas que cumplir hasta que llegue yo a arruinar parte de su futuro, pero aún así nunca ha dejado de amarme.
El sonido de la puerta abriéndose me saco de mi transe, una pequeña pelinegra de bonitos ojos, espesas pestañas apareció en mi campo de visión.
—hola tu… ¿Hulk?— la saludé entrando a su casa, mientras suelto una leve carcajada al ver su rostro lleno de alguna crema verde carisima de debió haber traído de un de sus tanto viajes—¿Y tu mamá? —  Le pregunte, ella solo se encogió de hombros, dándome la pasada a su hogar.

—...viajando como siempre— Respondió como si nada.  Esto en si ya era costumbre, sus padres tienes varias propiedades dentro y fuera del país por lo que siempre están de viaje o de vacaciones.

—¿Y bien, lista para esta noche? — pregunte, dudosa, ella solo me dio una sonrisa maliciosa, mientras corría a su habitación con ese pijama de Bob esponja amarillo que la hacía ver totalmente sexy, —¡Sube!—grito, desde el tercer piso de su gigante casa.

Entre en su habitación tan perezosa como siempre, y me sorprendió al ver que manejaba dos vestidos hermosos uno rojo y el otro negro, sabia lo que iba decir, eran unos vestidos hermosos de Calvin Klein de seda. Aún así prederia los pantalones acampanados.

¿Quien no?

—Ah no, no me pondré eso, ni en sueños, antes muerta— hice un puchero. Tirandome en la cama con total cansancio.

—Por favor es algo especial para mí, así iremos vestidas iguales— hizo ojos de cachorro pequeño.

—No, chúpalo—bramo entre dientes molesta, amaba bailar pero como lo haría con ese diminuto vestido, si tan solo querría perrear se me vería hasta el alma.

—Liz...— Murmuro

—no, y no me parece bien que tú te declares a un niño, ya te lo eh dicho Jazmín.  ¡Por Dios! —bufé molesta.

—¡No me cambies el tema! Ya hablamos sobre eso, tu pareces del siglo de mi abuelita, es hora de avanzar, y si, te lo pondrás no me dejaras morir sola, eres mi mejor amiga— dijo ella haciendo un puchero, no tuve otra opción.  Solté un gran suspiro rendía. Como podría hacer tal cosa. Pero lo haría por ella.

Después de unas cuantas horas de risas acompañado con juegos y los lujos de la mansión de Jazmín. Otra hora después nos dedicamos al maquillaje, vestimenta y lucir lo más sexy posible, realmente me encantaba las fiestas salía todos los fines de semana y me encantaba más embriagarme a 100% cada vez que puedo, más aún si son vacaciones de verano.  
Jazmín era una chica bastante bella, unos centímetros más grande que yo, bueno ella era bastante grande, sus ojos negros color carbón al igual que su cabello largo, su perfecta sonrisa y su cuerpo bien cuidado, una blanca y pálida piel una chica bastante alegré aunque avece hablé demasiado y sea algo irritante y solo quieras golpearla con la escoba para que cierre la boca o tener aquel control de Adam Sandler para ponerla en silencio un rato.

Un presentimiento algo positivo me hizo ver que está sería una gran noche. La multitud que vendría a aquella fiesta, la música alta, la llegada de mucho alcohol al lugar. La brisa nocturna es refrescante la luna brilla en el punto mas alto del cielo acompañado de las brillante estrellas que los rodean. Simplemente sería perfecto.

—¡por un carajo Jazmín estas hermosa! —. Susurre para darle un abrazo y tomarnos una foto con la pesada cámara de su difunta abuela. Era de esas cámaras que te dan la foto en automático y que se demoran un poco en revelarse.