Capítulo: 19LIZ
Observo a mi pequeña, aún débil tomando un montón de medicamentos que son llevados por tubos a su pequeño cuerpecito.
En estos momentos eh estado más unida a Izan ya que, los dos nos damos consuelo mutuamente, pero me duele mucho ver a Ethan tan mal.
Los días pasan con ellos los meses, una terrible Navidad. Y llego el tan esperado día para sacar a mi hija de esa horrible incubadora, su tratamiento debía de ser cuidadoso y muy exigente.
Sus pequeñas manitos, piel canela pestañas largas y grandes junto a unos pequeños y rojos labios, vestía un conjunto blanco hace juego con las cobijas que Izan compro para ella.
—eres preciosa, sabes te pareces a mamá—escucho como Izan hablan con ella en sus brazos.
Sale un brillo especial en sus ojos, pero también sé que está dolido nuestra familia pudo haber sido más grande yo quería mucho un niño, pero tal vez la vida quería algo diferente para mí la gran marca aún costado de mi vientre me recordara siempre el cómo perdí a mis pequeños es un dolor inigualable, por qué ni los conocí, no llegaron a respirar en este cruel mundo.
El recorrido a casa fue silencioso por lo menos Para mí, Izan no dejaba a la bebé sola ni un momento, se veía muy feliz, no quise meterme en su burbuja de felicidad por qué sé que la arruinaría con tal solo un comentario mío.
El auto se detiene y baja con la bebé, solo miró como entran a la casa creo que no se dio cuenta que voy con él, bajo del coche abro el maletero y busco algunas cosas de mi bebé.
—deja, yo lo llevo, aún estas muy débil—
Ethan me mira con unos ojos apagados piel pálida y está más delgado. Pero aún así me da una sonrisa, una sonrisa que no comparto ya que me parto en lágrimas.
—Ethan no aguanto este dolor que siento, es insoportable, mis niños y mi mejor amiga—
Me abrazó a él tirando todas las cosas que tenía en las manos, su pecho sube y baja rápido sé que también está llorando, perder al amor de tu vida no es nada fácil, superarlo no es nada fácil.
—oye, oye, mírame yo sé que querías a un niño pero mira tienes a una hija que salió del hospital y está muy sana, a Jazmín no le gustaría que odies a tu hija—.—pero no la odio al contrario es el mejor regalo que está vida me dio, pero tengo miedo, miedo que cundo este durmiendo alguien entre y me la arrebate, miedo de no saber protegerla, miedo que Izan termine con lo único bueno que tengo—
Mi bebé
—el jamás te quitaría a tu hija, Liz él te quiere de verdad—
Los dos lloramos apegados hasta que una tos falsa nos llama la atención.
—¿interrumpo...? —pregunta Izan mientras nos mira con algo de recelo.
—la beba está llorando—dijo en un tono frío.
Lo miro mal y tomo las cosas que tire en el piso, me dispongo a caminar hacia adentro de la casa llegó a la habitación para encontrarme a mi hija llorando en la cama, dejo las cosas en la pequeña mesa y me acuesto al lado de mi hija sacando mi pecho para alimentarla veo sus largas pestañas y sus pequeñas manitos pelo rizados color carbón y sus pequeños labios rojos.
Tengo los pechos hinchados y un poco adoloridos ya que crecieron más de lo que eran digamos que ya no tengo el cuerpo que tenía.
Aunque tampoco tenía el cuerpo de una super modelo ni nada. Es sólo que ahora mi cadera se ve más ancha mi abdomen quedó un poco inflado y no baje de peso, mis ojeras son horribles.
Escucho unos pasos y junto a ellos el sonido de la puerta. Y de ella un Izan entrando, tapó la parte de mi anatomía que esta descubierta, una sonrisa se cuerva en sus labios, pero luego pasa a ser sería, un suspiro de cansancio sale de mis labios.
—necesito hablar contigo—responde sentándose en la esquina de la cama.
—así es—es lo único que respondo ante su presencia.
—¿Que nombre le pondremos a nuestra hija? —
El enojo en mi cara de seguro que se notó, ¿cómo puede preguntar eso? sabiendo el problema que hay, lo mal que estoy, ¿en que terminara nuestra relación? Son preguntas que tal vez hoy no serán respondidas.
—¿es broma verdad? —Pregunté alejándome de la bebé y tapándome rápidamente.
—es muy simple, solo es un nombre—
—mira no quiero discutir y mucho menos gritar que eres un gran hijo de puta delante de la niña—me tapó la cara con irritación—Me hablas de un nombre cuando puedes explicarme qué ya arreglaste todo para que ningún Imbécil entre a esta casa, para que nadie toque a mi hija.—te equivocas Liz, mira yo sé bien lo que pasó, pero también es mi hija sé que no fue lo que esperamos, pero ella está aquí con noso...—
—¡no me cambies el tema estoy esperando tu respuesta! —.
El camina frustrado de un lado a otro y deja un suspiró de agobió
—No Liz, aún no me encargue de nada Rafael, Iker están haciendo todo el trabajo por el momento ya que Ethan está indispuesto—
—¿cuándo dejaras de hacer esto? —
—¿hacer qué? —
—el ser un narco trae muchos problemas, arruinaste vidas de jóvenes familias y padres, solo por dinero por crear fama como un chico malo, mírame estoy destruida, todo se vino abajo por tu maldita vida—intenté no gritar ya que no quería asustar a mi hija y despertarla.
—¡no hables así acuérdate donde te conocí! en una fiesta borracha, basto cinco minutos para que me acostara contigo, ¿cómo sé que no querías dinero? ¿Cómo sé que es mi hija? — grito frustrado— ¡Y la única culpable de qué jazmín está muerta eres tú! —
Auch
Unas cuantas lágrimas caen por mis mejillas y un sonido retumba en la casa por la gran cachetada que le di, con el rostro volteado una mancha roja formándose en su mejilla.
—eres un verdadero cobarde—digo limpiando mis lágrimas— si crees que no es tuya, comprueba, y si no es tuya me harías un gran favor, así mi hija no vería la porquería de padre que tiene. Y si hablas de esa fiesta no sabes cuánto me arrepiento de haberte conocido Izan, nada de esto habría pasado de haberlo hecho. ¿crees que soy una puta? ¡pues con esta puta te revolcarse toda la noche! ¡a esta puta trajiste a vivir a esta casa! ¡a esta puta la violaron! ¡esta puta perdió a sus dos hijos y a su mejor amiga por tu maldita culpa! Con que cara me lo dices—las palabras ya no salían, tenía un nudo en la garganta.
—amor lo siento no quise decir eso per...—
—vete...—
—pero escúchame... Por favor...—
—¡Que te largues te digo! —.
Ví como se fue sin una lágrima desperdiciar salió por la puerta dando un portazo haciendo que mi hija levante de un salto con un llanto no tan agradable.En llanto intento hacer algo, pero mi inexperiencia no me lo permite, salgo a buscar a Ximena yo sé que la única que podría ayudarme.
(…)
—¡Listo ves, no es difícil! — responde muy alegre Ximena mientras termina de cambiar a mi hija no era tan complicado. Pero tenía miedo de lastimarla o causarle algún daño en su cuerpecito.
—Para tener tres meses es muy inquieta—responde.
Si esa incubadora me robó mucho tiempo con mi hija.
Empezamos charlando y ella enseñándome algunas cosas de bebes que no nos habíamos dado cuenta de que la habitación había un silencio y es que Liam y mi hija se miraban atentamente fue sorprendente ver los pequeños ojos de los dos conectados.
—necesito una foto—susurra Ximena luego de tomar unas dos o más los dos se despegan sonriendo.
—¿qué nombre le pondrán? —
—Surisaday—tanto yo como ella nos reímos abruptamente. — No me juzgues es de la biblia.
—no puedes ponerle a tu hija el nombre de un club de scout—
—Solo sería para molestar a Izan, no estoy loca—
Ximena se llevó a Liam a comer, pero no sin antes decirme que serán muy buenos amigos.
La noche fue muy cansada ya que me la pasé cambiando pañales y arropándola a mi lado para que dejara de llorar. No había pasado mucho para que me quedara dormida cuando siento que me despiertan lentamente y con una voz suave.
abro con pereza mis ojos intentado callar a la otra persona para que no despierte a mi hija.
—Izan no tengo ganas de pelear— Respondo cundo lo veo.
—no vine a pelear sino a decirte que fui un idiota con un mal carácter, sin saber medir mis palabras y sin ponerme en tu lugar y pensar en lo traumada que debes de estar con todo lo que has tenido que pasar—.
—Izan dijiste lo que pensabas y me queda claro lo que piensas de mí —
—no, no es así, déjame terminar por favor——Ethan me hizo entender que hice mal, yo sé que ella es mi hija es parte tuya y mía, la amo, así como te amo a ti, talvez no te lo demostré y no lo sentiste, pero quiero ver crecer a mi hija a tu lado, solo dame una oportunidad de demostrarte que puedo cambiar. Formemos una nueva vida, empezar de nuevo donde solo seamos los tres te lo pido por favor perdóname—.
Tarde alrededor de tres minutos en procesar toda la información, me sentía herida, miserable y vacía, ya no quedaba nada de mí que pudiera rescatar, solo me quedaba ella.
—lo acepto —susurre— pero no por ti, por nuestra hija—
Había felicidad en su rostro pero algo me decía que no duraría mucho esta felicidad. Era una extraña sensación diferente.
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1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]
Fanfiction-Ahora que ya te quiero lo suficiente, ¿qué quieres hacer?¿Destrozarme?-murmuro en llanto.-No espera, eso ya lo hiciste. Libro 1° Duología Narco. 22 de mayo 2017