1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]

Jazmín/Ethan

ETHAN

No podía dormir mientras veía mi pequeño ángel recostada al lado mío con mi gigante camisa, sus ojos se cerraban contra su voluntad y yo solo quería admirarla por horas, absolutamente perfecta, hermosa, la amo con locura, admiro sus labios rojizos, frunzo mi ceño y acaricio con la yema de mis dedos sus labios.
Mi mirada recorre su cuerpo cubierto con la tela de mi camisa haciendo que la odie por privarme de la hermosa vista, debo ser un enfermo, pero quería sentir su estrecha y humedad cavidad. Acaricio la curva de su cintura hasta llegar a su cadera un gemido sale de sus labios para luego poner su mano en mi torso y acurrucarse en mi pecho aun dormida, coloco mi mano en su cintura para poder dormir.
Definitivita con ella todo es diferente, mi vida cambio con ella, es un ángel, mi ángel que debo proteger a pesar de ser un demonio, la amo tanto.
Y con ese pensamiento me quede dormido.
Arrugo la nariz al sentir los rayos del sol en mi rostro, lentamente los abro y miro a mi izquierda y veo a mi pequeña novia apoyada en mi pecho con sus preciosos ojos cerrados y su rostro tranquilo. Dejo un beso en su frente y con cuidado de no despertarla me levanto busco algo de ropa y voy a la ducha.
Baje a la cocina planea llevarle el desayuno.
Picaba algunas frutas mientras hacía unos panqueques

—muchas gracias no sabes lo hambrienta que estaba—dice Liz mientras se come todo lo que ya había preparado de un bocado, pero me causo un poco de gracia al verla así con su pequeño vientre que aún no se notaba del todo. Se veía desareglada con unas ojeras notables su mirada se queda fija en mi al ver que no me muevo ni un poco mientras observó como Débora todo el platillo.

—eran para jazmín—le digo y ella se detiene en seco mientras veo como sus mejillas se tornan coloradas.

—lo siento mucho que tonta soy—se pone demasiado roja
—no te preocupes la llevare a desayunar, come tranquila mira que tienes que alimentarte por dos—le digo, gire sobre mis talones para irme, pero me detuvo.

—¿No viste a Izan? —pregunta
—No, pero de seguro fue a comprar algunas cosas así que tranquila—digo y esta vez sí me voy a mi habitación.  Entro y la encuentro sentada en la cama.
—¿Que pasa amor? ¿está bien? — Pregunto acercándome a ella.

—sí, solo que no creo que me acostumbré a esto—responde triste.
—tranquila volveremos a la ciudad—beso sus manos—quiero llevarte a desayunar.
---Debo darme una ducha primero --- susurra, se levanta de la cama despacio admiro sus piernas, mi camisa le queda no muy grande apenas cubre sus nalgas, muerdo mi labio inferior al saber que es la única prenda que cubre mi camisa son sus pechos, ella toma mi toalla y entra a la ducha me levanto de la cama y la sigo. —¿se puede saber qué haces? —me pregunta.
—ducharme contigo—respondo elevando mis hombros de forma natural, ella sonríe y niega poniendo sus delicadas manos en mi pecho tratando de empujar, pero no me mueve ni un poco.
Luego de la gran ducha salimos, nos vestimos, se veía tan bien con esa falda que encontré en el closet Izan siempre tenía todo preparado. 
—¿Vamos? — pregunto mientras peinaba su pelo con su mano, hubiera deseado que pasen tantas cosas en ese baño, pero se negó.
—¿Te gusto la comida? —pregunte saliendo de aquella tienda de tacos.
—estuvo muy bien, pero ¿a qué se debe todo esto de la salida? nosotros corremos peligro—Susurra mientras camina un poco apresurada.
—cariño jamás dejaría que te toquen un pelo, sé que es poco tiempo, pero te amo escúchalo, te amo, eres mi mundo y siempre te protegeré—Dije mientras besaba sus deliciosos labios que me volvían loco.

Estaba demasiado feliz con ella, y era todo lo que me importaba.

JAZMÍN
Mi cuerpo tiembla cuando su mano se coloca por debajo de mi falda, quedando sobre mi pierna desnuda, Ethan capto mi temblor, sus ojos al instante se oscurecieron y humedeció sus labios de forma lenta.
Trago con dificultada cuando sube lentamente, Ethan mira de forma fija su mano bajo mi falda eleva su mirada quedado frente a frente con la mía.
Lentamente su mano se desliza por mi rodilla, miro con atención sus movimientos.
Trago con dificultad cuando comienza a acceder su mano sobre el interior de mi pierna haciendo un sendero a través de ella. Sus labios se acercan a mi cuello y me besa, suspiró pesadamente.

—estas mojada amor, lista para mí— dice sus palabras en mi oído, provocando que mi piel se erice, cierro mis ojos y asiento.
Ethan besa mis labios y con sus dedos retira mi ropa interior para luego introducir un dedo lentamente.
—Oh Dios, Ethan— digo mordiendo mi labio.
—Que es lo que quieres amor, necesito escucharlo, ¿es lo que quieres que haga? —. Gruñe en mi oído y gimo en protesta cuando su dedo se retira dentro mío.
—amor no quiero hacerlo en el auto, nos pueden ver— le digo y el solo sonríe de manera perversa.
Mi respiración es irregular y mis mejillas arden ante su mirada sobre mí.
—Quiero que estés dentro mío— susurro en su oído, Ethan traga y moja sus labios mirándome de una manera hambrienta.
Sin esperar más se inclina y presiona sus labios contra los míos de manera salvaje, un gemido se escapa de mis labios cuando su mano volvió a mi feminidad inclino mi cabeza hacía atrás contra el vidrio de la ventana cuando dos de sus dedos entraron dentro, aprete mis ojos con fuerza y solté un gemido.
—¿se siente bien amor? —pregunta el suspiro y asiento llena de placer, sus movimientos comienzan a provocar que todo de mi tiemble, gemí fuerte.
—Ethan...— digo con voz ahogada
—Necesito estar dentro de ti mi pequeña, tan profundo en tu interior, No puedo simplemente esperar amor, no puedo—.
—hazme el amor Ethan, hazme tuya—dije
—pero antes el asiento me esta lastimado—digo haciendo que suelte una carcajada y empieza a besarme de una forma salvaje que me encantaba.
Te amo Ethan.

ETHAN
Luego de terminar llegando al clímax juntos, se quedó dormida en el asiento de copiloto, iba manejando hacia la casa de Izan que alguna vez fue donde nos criamos, (extraño esos momentos, cuando aún éramos inocentes)
Siento mi celular vibrar en mi bolsillo y resulta ser una llamada de Izan.
  

Llamada entrante de Izan......

—Hola—le digo.
—¿Dónde carajos estas? —me dice furioso.
—ya llegare, ¿qué pasó? —

—ven rápido hay muchos problemas— escucho murmullos en la otra línea.

—está bien en un momento estoy allá—
—Muy bien, te espero—

Llamada finalizada......
me colgó si esperar respuesta de mi parte.

Apresuró mi llegada observandola dormir, tan delicada y bella que no me parecía de este mundo.