1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]

capítulo 30

                                                   
           
*Capitulo 30*

Un entrenamiento productivo

LIZ

—¡Vamos golpea más fuerte Liz! ¡ese golpe me causó cosquillas!— Ya me estaba empezando a molestar, golpee al hombre que tenía en frente pero este esquivó mi golpe entonces rápidamente golpee su zona baja asiendo que de un paso hacia atrás, gancho izquierdo, gancho derecho,  un rodillazo fueron suficientes para obtener mi victoria en defensa personal. Mi entrenador dió una sonrisa forzada cuando me vio, pues no estaba satisfecho. No lo suficiente.

—¡¿Y ahora que?!—dije fustrada había estado entrenando por semanas y no tenía satisfecho a mi entrenador.

—ahora pelea con esto—. Saco  de su espalda teniendo en sus manos una pistola y dos cuchillos—.Si logras vencerme y disparas y apuñalas sin remordimiento algúno estás lista para defender a tu hija—

—No te dispararé, yo no soy como ustedes—.

—son balas de goma duelen mucho pero solo eso . Yo también tengo la mía posicionate empezemos—ordenó.

—Espera, espera ¿y que haré  con el cuchillo?—Salte asustada.

—pelea y no te preocupes es solo plástico—. Me tomo desprevenida apuntado con el arma en mi cabeza.

—reacciona Liz. Imaginate que Aída está en peligro y tienes  poco tiempo— Golpee su abdomen con mi codo pise su pie y me libre de su agarre. Tome  el arma y dispare en su pecho su grito me asusto por un momento pero luego ví que estaba bien le di la mano para ayudarlo pero entonces me disparó en la pierna, y, si tenía razón las balas de goma si duelen, y mucho .

—Nunca confíes en tu enemigo—Dijo, Patee su pecho con mi pierna no lastimada, disparó nuevamente, él ya no podía parace entonces simule degollar su cuello.  Tenia la respiración agitada y el aplauso de alguien me sobresalto.

—Estoy tan orgulloso—dijo Alex finjiendo sacar una lágrima , se veía tan bien con esa camisa doblada hasta los codos , entonces el tormentoso recuerdo llegó a mi mente.

Flash back

Volvieron a chocar la camioneta, cerre mis ojos apretando la camiseta de Alex.

—él ya no golpeara más sabe que ella esta aquí—Lo mire confundida cuando el auto se detuvo al lado de la carretera, Alex tomo su arma. Y me movió delicadamente. Sus manos por alguna razón estaban temblando y se sentía baste extraño.

—Necesito que bajes con migo—dijo . Obedecí sin decir nada ya podía mover los pies pero no podía caminar bien, sentía que mi cadera se saldría en cualquier momento, me sentía tan sucia.

Para mi gran sorpresa al ver a todos los hombres que estaban parados delante de nosotros apuntandonos con sus armas lo ví, tenia un chaleco antibalas y vestía de negro al igual que todos, Rafael se mantenía serio y Iker solo miraba adolorido la escena, supuse que Ethan era quien se encontraba encima de la moto a unos metros lejos de mi gracias al casco que llevaba no era fácil de reconocer. Izan Camino hasta tomar mi brazo con delicadeza lo cual quite bruscamente lastimandome.

<<Todo esto es tu culpa Izan, todo>>

—Hola, "hermanito"—dijo Alex llamando mi atención ¿como se conocían de donde? Izan no respondio seguía mirándome con lastima.

—¡ella no quiere ir contigo , ya déjala.!— dijo Alex al ver como Izan jalaba mi brazo.

—metete en tus propios asuntos Alex—dijo irritado Izan .

—ella es mi asunto Izan—ambos se encontraban frente a frente y temia de que se armara un caos.—No irá contigo—respondio Alex en mi defensa.

—¿Quien te crees tú para decidir sobre mi mujer?—gruño Izan.

—ja, sabía cómo terminaría esto, nisiquiera fuiste capaz de comprale un añillo, si, por estar acostandote con todas las chicas del club— el puño de Izan fue directo a la mejilla de Alex y ambos caímos al piso, ya que, Alex estaba sosteniendome a mí.

—Liz...— intento levantarme pero Alex fue más rápido.

—vamos dile a Liz donde estabas cuando estaba embarazada de cinco meses. O cuando la secuestraron por segunda vez y su mejor amiga tuvo que morir  y dos preciosos niños también. Mejor aún la vez que entro en deprecion por dos meses cuando ya estaban en tu casa. Cuando te revolcabas con Sophia mientras tú hija estaba en el hospital. Jodido Imbécil  la dejaste sola todo el tiempo, por no saber controlar tu calentura, y no tener responsabilidad—.

—¡cállate!—Dijo Izan furiosos aprentando los puños.

Mis lágrimas corrieron por mis mejillas miéntras gemidos de dolor salieron de mis labios, no podía sostenerme en pie . Había Sido la mujer más estúpida y ciega del mundo, me vieron la cara de idiota fui engañada, por tanto tiempo pensando que el deverdad sentía algo por mi , pero que equivocada estaba . Una vez el me lo restregó en la cara. Que era solo una chica embria que se acostó con el una fiesta.

—Liz no le creas quiere alejarte de mi—

—Que tonta fui—fue lo único que dije,  en un mar de lágrimas, no podía nisiquiera hablar con claridad tenía un nudo en la garganta.

—liz mi amor tienes que creerme.

—Alex sácame de aquí—Dije en vos baja.

<<Ya no quiero escuchar más>>

—Entonces vámonos—hablo Alex

—Liz , no le creas necesi...—

—ahorratelo Izan es suficiente, no seré la estúpida , la engañada . No lo seré—

<<Tú sabías como terminaría esto, sabías lo enamorada que estaba de ti y aún así me rompiste el corazón>>.

Fin del flash back.

—estoy orgulloso—dice Alex

—Todo te lo debo a ti—respondí tomando mi pelo en una cola de caballo.

—lo sé— dijo con  aires de superioridad lo cual me causo risa.

Ví a mi hija a en la sala jugando con todos los juguetes y se arrastraba de pompis para alcanzar uno, sus dientes de abajo ya estaban grandes tenía los brazos más gorditos, una pancita redonda y sus ojos se veía más claro.  Se preguntarán como es que la tengo conmigo . Hace un par de semanas Ximena llego a esta casa con mi hija en brazos y estoy muy feliz por eso pero se que cuando Izan lo descubra que por cierto ya lo hizo, le irá muy mal a ella. Pero me demostró que es un buena amiga .

—mira esta cosita—dijo Alex asiendo cosquillas en la pancita de mi pequeña lo cual ella reía mucho en sus brazos.

—Liz antes que se me olvide mis hermanas llegarán hoy, son un tanto impulsivas si y otra cosa hoy abra una fiesta no muy lejos de aquí  me gustaría que tú me acompañaras—dijo nervioso.

—¿tienes hermanas? Y ¿claro que iría? como decirte que no, pero llevaré a mi hija.—suspire—antes quiero llevarte a un lugar.
antes que pueda responder la voz chillona de dos chicas se hizo escuchar en la puerta principal , los dos volteamos nuestros cuerpos vista a esas dos chicas que eran gemelas y bastante hermosas, estaban vestidas tan elegante que me sentía como un bicho raro al lado de ellas. Un blusa larga sudada mi calza desgastada y mis viejas nike.

—¡alfin soy tia!—gritó una para quitarle a Aída de golpe lo cual mi hija tomaba como un chiste ya que solo reía en sus brazos y sus pequeñas carcajadas resonaban en la habitación.

—hola cuñada—se acercó una a darme un abrazo el cual recibí gustosa.

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