epílogo

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7 años después

Narrador omnisciente

Sus vidas habían cambiado completamente.
Las campanas de la iglesia sonaban con alegría los invitados se encontraban presentes esperando ansiosos la llegada de la novia.
Y justo en la habítacion, frente al espejo está ella, observando nerviosa su aspecto. Jamás imaginó llegar a estar vestida de blanco, quitó la lágrima con brusquedad de su rostro recordando su pasado, aunque ya lo había superado ella sabía que el recuerdo permanecería ahí por siempre. Nuevamente acomodó su velo, y entre una oración mental pidió que nada saliera mal en este día, su día. Con las manos temblorosas observo la hora en la pantalla de su celular. Ya estaba por llegar el tan esperado momento.

Desde la otra punta de la calle, agobiado y con la invitación de la boda corría a toda prisa, seguido de Ethan e Iker. La noticia de la boda le había caído como un balde con agua fría haciendo que la respiración se le entre cortara y los ojos se le nublaran en lágrimas, ni bien los pies de Izan tocaron el suelo de Barcelona dejo el avión sin mirar atrás. Debía impedir perder a Liz, está vez para siempre.
Una vez que logro colarse a la habitación la vio ahí, tan bonita y tranquila. A pesar de no haberla visto por siete años los sentimientos se mantenían vivos en él, quizás era culpabilidad.
Liz se encontraba de espalda tocando el perfecto ramo de flores de distintos colores, su vestido era algo pomposo y brilloso. Traía el pelo recogido y se podía observar su rostro con un toqué de misterio.

Se veía distinta, madura, fuerte. que la última vez que la vió, Izan se acercó lentamente hasta estar a centímetros de ella.

-No te cases con el-susurro de una manera débil y cansada. Acto que hizo que Liz se sobresalté de un susto y giré bruscamente para quedar frente a el.
Ella lo observo de una manera triste, y sonrió de mala gana.

-¿Que haces aquí?-bramo-No eres bienvenido.

-porfavor, no te cases con el-volvio a pedir Izan tocando el rostro con dulzura de Liz.

<<Porfavor mi amor no lo hagas>> pensó Izan.

-¿Porque apareces ahora?-quizo saber la novia, tenía muchas cosas que decir, pero tenía un nudo en la garganta en ese entonces.

-Liz porfavor-

-¿Porque me dejaste Izan?-.

Silencio

-por tu bien, solo dejándote ya no te harían daño-Izan la apego a el de una manera tierna y sobreprotectora

-Lo haz logrado, lo supere. Y hoy es mi boda y ni tu ni nadie va impedir eso-dijo en tono autoritario-No lo hagas más difícil para mí-el tono de voz de Liz sorprendió por completo a Izan quien se alejo de ella de una manera brusca, ella nisiquiera sé movió seguía tranquila y con una media sonrisa en su rostro. Tomo firmemente el ramo y se dispuso a salir de la habitación. Una vez en el pasillo observo hacia atrás a la espera de su amado pero este no salió, en lo más profundo de su corazón Liz sabía que sus sentimientos hacia Izan seguían intactos y fuertes pero no podía perdonar el echo de que la dejara como un perro abandonado. No podía perdonar el echo de perder a su hija en manos de Alex. Por qué tras unas semanas después este le envío una caja con partes de un pequeño cuerpecito. El cual el medico forense dijo que le pertenecía a Aída. Ella porsupuesto dudo de aquella acción debido a que Alex siempre ha tenido a medio mundo a sus pies, para el era muy fácil pagar una fortuna para que le hicieran creer algo que no es. Pero no debían descartar la manera en que Alex si era capaz de asesinarla sin piedad alguna.

1°  Embarazada de un Narco. ©  [Completa✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora