ETHANHabían pasado días desde lo sucedido con Liz, después de unas horas me encontraba sentado en la sala de espera, esperando por ella.
pero de la nada el doctor se sienta al lado mío, golpea mi espalda en forma de consuelo, siente pena por mí, un largo suspiro sale de él para acompañar mi mirada a un punto inexistente en la pared blanca de aquel hospital.
—Ella... despertó—
Esas palabras hacen que un gran alivio salga de mí. Pero aún tenía un presentimiento en mi pecho. Uno que no me deja respirar.
—pero no le queda mucho, habla con ella es tu última oportunidad, no te daré esperanzas por qué no las hay, muchacho, ella llegó hasta aquí gracias a ti, pero debes dejarla ir, ella sigue en esta vida por qué tú se lo impides. Impides que deje este mundo—
—no entiendo—respondo confundido.
—Hace algunos años una pareja muy feliz, eran jóvenes, el chico fue víctima de un asalto con arma blanca estaba en las mismas condiciones de Jazmín, la chica se aferró a él impidiendo que se vaya de esta vida su amor era inigualable eran ellos contra el mundo, pero el sufría más. Pero la chica lo dejo ir, debes hacer lo mismo ella estará siempre en tu corazón. Mas no en tu vida.
Ve a verla los demás ya se despidieron de ella.
—¿ya lo sabían los chicos? —
—así es, pero les pedí discreción— el doctor de bata blanca llamado Jorge se alejó de mí. Quedé pensativo, No puedo dejarla ir no viviré sin ella.
Entro a la habitación, no podía despegar la vista de ella. De su cuerpo inmóvil, ahí sobre la cama débil. Acaricié su rostro con las yemas de mis dedos dando un suspiro.
Vi sus párpados moverse de un lado a otro, antes de verla abrir sus ojos. Sus pupilas estaban muy dilatadas, tanto que no parecía que tenía iris. Ella miró un largo momento el techo de la habitación antes que volteara a verme. Pestañeo lentamente y suspiro inhalando una gran bocanada de aire
—¿E...Ethan?—Murmuró apenas audible, continúe acariciando su rostro, sin perderme ningún detallé.—Patricio me hizo esto ¿Cómo fue capaz?— No sabía cómo responderle, la impotencia era notoria en mí. No podía ayudarla.—cariño lo haré pagar lo prometo, pero no me dejes te lo pido—digo en un mar de lágrimas sosteniendo con delicadeza sus manos. Desvíe la mirada, ya que, las lágrimas querían salir de nuevo.
—no quiero que te vayas...—Susurré
Ella levantó su mano para agarrar la mía, su mano estaba temblando, débil, fría.
—no quiero irme... Ethan...—su voz es débil—pero ya no puedo.
—¡No puedes dejarme! —Dije exaltado— no puedes—susurro por lo bajo.
—Ethan...—
—¡No ves que te amo! ¡Te amo tanto que duele! No lo resisto, no quiero perderte—
Ella se quedó callada mirando a la nada—Ethan te amo y serás el amor de mi vida y el único a quien engaño—susurro débil—Pero la vida sigue y tienes un futuro espectacular, prométeme que lo lograras, estarás bien sin mí.
—No puedo no lo lograre—susurro en llanto.
—Puedes hacerlo mi amor…—
Tomo su mano, están débiles ya que, respira pesadamente, de la nada comenzó a toser de una manera agresiva y cuando terminó sangre cubría sus labios y las sábanas blancas.
Trague, mirando la sangre con horror.
—no temas son, es normal—murmuré.
Beso su frente y sus labios no me importó que estuvieran con sangre quería sentirla por última vez.
—Ethan tengo sueño—murmuró acurrucándose en mi pecho haciendo caso omiso a la sangre.
Acaricié su pelo mientras lágrimas caían por mis mejillas.
Dentro de mi gritaba con todas mis fuerzas que no me dejará, que no podría sin ella, que por favor aguantará un poco más.
Pero era demasiado tarde.
—duerme, estaré junto a ti cuando despiertes—susurro.
—¿lo juras?
—lo juro mi amor.—te amo Ethan, no lo olvides pase lo que pase, no lo hagas nunca—
—Por favor, no me dejes mi amor, sin ti mi vida ya no tendrá del todo sentido—.
Me dio su última sonrisa y con los ojos abiertos aún, la máquina comenzó a sonar agresivamente, los doctores me la arrebataron y yo solo podía ver cómo el amor de mi vida se iba lentamente de este mundo.
Ya no vería su rostro otra vez, ya no la tendría entre mis brazos. Ya la perdí para siempre.(…)
Había explorado este lugar por la mañana, cuando llegue aquí por mi cuenta, el césped que cubría la húmeda tierra, los pocos árboles de tamaño considerable. No sabía qué hacer, solo permanecía sentado viendo cómo algunas personas que Jazmín conocía se iban lentamente.
El cielo estaba oscuro y el frío Caía sobre sobre mí, la madre de Jazmín lloraba desconsoladamente pidiéndole a Dios que le devuelva a su pequeño, pero entre tantas oraciones, ella nunca regreso, Liz y yo nos que quedábamos un momento más en el lugar.
Leí nuevamente las palabras que se encontraba en la lápida frente a mi rostro. Jazmín Montenegro 1998- 2016.
Luego venia una frase de lo fuerte y valiente que había sido en estos años de vida. Suspiré entrecortadamente cubriendo mis ojos con ambas manos. Y esperando que nadie me viera llorar otra vez sentí los pasos de Liz acercarse a mi antes que sus brazos aferrándose a mi cuello. La apegue a mi intentando que ella me reconfortara, pero a quien engaño está peor que yo sus hijos están al lado de su mejor amiga mientras Izan llora desconsoladamente, Iker intentado calmarlo.
Nadie había dicho nada en todo el día acerca de mi aspecto, no había dormido ni comido con suerte esta mañana me había bañado solo por ella.
La madre de Jazmín había viajado desde México solo para asistir al funeral de su hija, culpando a Liz y a mí por todo. Las noticias, periódicos redes sociales, no tardó en acerca viral.
La simpática Jazmín Montenegro hija de los empresarios más ricos y famosos de la cuidad había fallecido un viernes por la madrugada, debido a la delincuencia de este país.
< Ese delincuente tenía nombre y apellido>
Liz intenta reanimarme, pero no logra nada.
—ella hubiera querido que salgas adelante—Susurro en mi oído
—ella no está aquí para decirlo.—pero estará siempre en tu corazón, Ethan siempre—besa mi mejilla antes de levantarse y e irse con Izan.
No quite mi vista de su nombre, su hermoso nombré, unas pequeñas gotas empezaron a caer por el lugar manchando las lápidas de cada persona que estaba enterrado aquí. mojaba mi pelo de apoco. Ella no debía irse de este modo, me echaba la culpa a cada minuto por no haber estado para ella. Si hubiera llegado más rápido tal vez ... No estaríamos aquí ahora, tal vez estaría dándole ese anillo que guarde en mi bolsillo esperando el momento indicado, miro el cielo cuando las gotas empiezan a caer más rápido sobre mi rostro.
—perdóname, amor jamás debiste haberte metido conmigo, no estarías aquí, pero soy egoísta y te quería solo para mi sin pensar en lo que Patricio estaría sintiendo—Inhalé dejando que mis lágrimas se mezclen con la lluvia. Y golpeará esa lápida Ferozmente—es mi culpa.
Mi amor es mi culpa.
—no es tu culpa Ethan—Giró mi mirada para ver a Iker con los ojos rojos se llevaron muy bien desde la primera vez, cuando jugaban los dos juntos y más con los charlatanes que eran y la gritona y ruidosa voz de Jazmín—no sabías lo que sucedería, nadie lo sabía—
—¡Pero yo la lleve a esto, yo hice que Patricio llegue a esto! —
—sabes que nuestro trabajo implica la vida de nuestros seres queridos—
—lo sé—
—ahora hay una personita de quién hay que estar pendientes. Pero conozco bien a Patricio, el sería incapaz de matarla, también la amaba—lo defiende—¿y si él no lo sabe? ¿A quién en realidad mato? —pregunta.
—escúchame bien, voy a encontrarlo y lo mataré con mis propias manos—. Bramo tomando a Iker de sus hombros. A estas alturas que mas da ya. Nada podía cambiar, el amor de mi vida se encuentra tres metros bajo tierra.
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1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]
Fanfiction-Ahora que ya te quiero lo suficiente, ¿qué quieres hacer?¿Destrozarme?-murmuro en llanto.-No espera, eso ya lo hiciste. Libro 1° Duología Narco. 22 de mayo 2017