1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]

capítulo : 37

               

MI IZAN

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*Capitulo 37*
SALVADO POR POCO

POV LIZ

Los días pasaron lentamente, y sin duda la relación entre Izan y yo había mejorado en lo absoluto, pero realmente no estaba segura de dar el siguiente paso. Respecto a Alex, el dejo de hablarme y se negó a verme todas la veces que fui a buscarlo, fui tras el en el momento en que su avión despegó hasta Nueva York hace un mes .
Se llevó a sus hermanas con él y yo obtuve mis vacaciones en el trabajo a si que no tendría problema con Aida, me gusta mucho ver cómo crece y se pone más bonita.   Ahora se arrastraba por todo el piso destrozando todo a su paso, el día anterior había alcanzado la harina de la mesa y cayó encima  llenado toda la cocina de un polvo blanco y ya se imaginan como termino ella.  Sus travesuras crecian día con día y aprendía algo nuevo, creo que es culpa de Izan que si no le das algo que ella quiera empieza a hacer un berrinche de los grandes, pero ya solucioné eso.   

Me encontraba  lista para salir al lugar más preciado par mi, compré algunas flores al llegar al cementerio, me senté en el pasto a ver esas dos pequeñas tumbas azules con solo la fecha. Ni pensamos en que nombres ponerles. Lloré un buen momento en el lugar con mi hija en brazos destrozando algún juguete que tenía en la boca llenadolo de baba.    

Mire la tumba de mi mejor amiga y no sabía si acercarme o no, aún había la duda en que ella podría estar viva la esperanza es lo último que muere.  Puse las flores y prendí la vela, escuché el gruñido de alguien al lado de la tumba asomé mi cabeza pensando que sería un vagabundo de por ahí y solo encontré a Ethan  con una botella de whisky en la mano en el piso sucio.

—¿Que demonios haces aquí?—Gruñi intentando ponerlo de pie  pero era complicado realmente era demasiado grande y pesado para mí.
Con un solo brazo no tenia mucha oportunidad.

—ahg, me estresas déjame en paz— aquél olor amargo inundó mis fosas nasales.

Marihuana

Era bastante notorio.

—Ethan, no hay nadie aquí por favor vámonos— Dije molesta, el portero del cementerio me ayudó a sacarlo a un taxi, fuimos a su casa en el cual por suerte Ximena y Rafael no sé encontraban, por alguna razón extrañaba estar aquí, demaciado, puse a mi hija  dormida en el sillón con una almohada al lado y arrastre a Ethan hasta el otro sillón, seguía diciendo cosas extrañas y bastantes groserías que me molestan pero tengo que entenderlo está ebrio y drogado una muy mala combinación. Saqué sus  zapatos poniendolos a un  lado, tenía la boca entre abierta su precioso rotro algo sucio al igual que su ropa, tenía los labios algo morados y su manos lastimadas, mire sus nudillos y si estuvo peleando, solo espero que no tenga nada grave.

Saqué una manta de su propia habitación y lo cubri hasta el cuello.   Lo observé por unos minutos y supe por qué Jazmín lo amaba tanto.

—míralo Liz no es precioso—

—Nah ... Me parece algo presumido y narcisista—

—Tu no lo conoces como yo—

—Jazmin, por que me lo ocultaste, ¿Recuerdas?—

—Te odió—

Los ojos les brillaban al verse eran almas gemelas destinadas a estar juntas, talvez no en este mundo.  Lo ví dormir y decidí que ya era hora de irme, tome mi cartera y estaba apunto de tomar a mi hija en brazos. 
Cuando sentí sus manos pasar por mi cintura y junto sus labios con los míos.  Después de hacerme girar para estar frente a el.

—Ethan, ¿que crees que haces?—Empuje su cuerpo hacia atrás y lo mire furiosa limpiando mi boca.

—La extraño demasiado Liz—lloró—no superó aún su muerte Liz, y por la mía me decidí—. Todo paso en cámara lenta, en ese momento en el  Ethan saco su arma y la apunto en su cabeza.

—Ethan tranquilízate y baja esa arma por favor—Dije intentando deternelo.

—¿Para que? estaré con ella y todo será como antes—Respondió quitándole el seguro al arma en sus manos.

—Ethan, por favor no lo hagas te lo pido por favor—. Dije con lágrimas en los ojos—Ethan solo mirame si, dame esa  arma y lo hablaremos—dije acercándome a él.

—¡Hablar que Dime! nada se compara con el dolor que siento ni follandome a todas las mujeres la pude olvidar—

—No se olvida solo se supera.  ¡Por favor yo también la perdí!—. Grite

—Te quiero Liz, nunca lo olvides—

—Ethan no te atre...

El sonido del gatillo sonó...

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5:00 pm

Me encontraba caminando de un lado a otro en el largo pasillo del hospital con la blusa llena de sangre Ximena y Rafael estaban sentados con la misma expresión triste y devastadora que yo,   Iker se encontraba sedado en una de las habitaciones, ya que, le dió un ataque al enterarse, Izan solo miraba un punto inexistente por la ventana perdido en sus pensamientos, me acerque a él y lo abraze por la espalda.

—el estará  bien—

—Lo se—Respondió entre cortado.

—Debo irme, Alex llegará hoy y necesito hablar con el  también nececito cambiarme y llevar a Aída a darce un baño—. Dije aún pegada a su espalda.

—sigues con el tema de Alex, creo que dejó bastante claro que ya no quiere verte—.

Auch, si fui una idiota al tratarlo así, por eso quería verlo, para pedir una disculpa.

—Lamento que tú y mi hija vean esa escena, pero si Rafael no hubiera llegado estaríamos contando otra historia en este momento—Dijo mirándome, sus ojos estaban rojos con algunas lágrimas secas en su mejilla.

—Estamos bien—Respondí yo con una mano en mi bolsillo trasero.

—tu y mi hija son lo que más amo en el mundo jamás me perdonaría si algo les llegará a pasar— sonrió, y dejo un beso en la comisura de mis labios para luego abrazarme con fuerza.

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