1° Embarazada de un Narco. © [Completa✔️]

capítulo: 35

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*Capítulo 35*

GRANDES POSIBILIDADES
             

LIZ

El cansancio en mi día a día se notaba más, tenia las manos con algunas ampollas que no me permitían manejar bien la bandeja de platos, los tacones me tenían cojeando y más las veces que me tenía que trasnochar a causa de lo inquieta que se está poniendo mi hija .    Se ponía más grande y sinceramente tenia más gastos pronto se cumpliría el mes de la renta, la luz, el agua, y las cosas personales que nececitaba.

Mi turno había terminado así que podría irme a casa y descansar estaba a punto de irme cuando una compañera me pidió su ayuda.

—por favor Liz, mi mamá está en el hospital te juro que si tú un día nececitas ayuda yo te cubro—

Cómo podía decirle que no ha tan grande petición era algo importante, llame a Lenna y dijo que no había ningún problema en cuidar a Aída por tres horas más.

El restaurante se lleno de golpe, caminé de un lado a otros bebidas, postres, sopas, los mejores menú. Clientes insoportables entre otros.
Los trabajadores del otro turno, ya habían llegado solo me faltaba una mesa y podría irme.      Caminé hacia esa mesa  llevando  la carta   en manos aún caballero no tan mayor  de buen parecer muy apuesto y amable.

—Buenas tardes, ¿desea algo de tomar, mientras esperan las entrada de su menú?—

—si, déjame la carta y te llamaré luego, mi esposa viene en un momento—

Sonreí de lado, gire sobre mis talones para encontrarme a quien no quería . Aquien menos lo esperaba, su elegancia y su perfume que podía reconocerlo a kilómetros.

—mamá...—susure con un mescla de sentimiento, susto , angustia y preocupación , la apariencia que yo tenía en ese momento realmente era devastadora.

Me gustaría decir que ella corrió a mi lado y me susurró en mi odio que todo estaría bien que todo sería como antes pero ella solo miro de arriba a abajo y  paso por mi lado sin mirarme podía ver el dolor en sus ojos y lo decepcionada que se encontraba, aguante las lágrimas, agache la cabeza  hasta que sali del lugar me derrumbé en lágrimas con la espalda en la pared  mis manos apegadas a mi rostro .

—¿Mamá siempre estarás con migo cierto?—
—claro mi amor solo nos tenemos a nosotros, la una a la otra—

La muerte de papá fue lo más doloroso , mamá se refugió en su trabajo y yo en embriagarme todos los fines de semana junto a mi mejor amiga,  dos personas con vida casi iguales, nunca  estaba para mí. Siempre era su trabajo, se olvidó que tenía una hija que también le dolía que su padre se fuera de este mundo, que ya no tendría quien la despierte por las mañanas con un beso en la frente y su peculiar saludo con tanto amor, las salidas en familia compartiendo y bromeando  Siempre, cuando papá se ponía celoso por algunos novios que lleve a casa o lo feliz que estaba al recojer la notas del colegio o las bromas que me hacía por lo terrible que era en educación física y cualquier otro deporte.  Extraño mi familia.
Tome el bus a casa de Alex, debía recojer a mi hija. Era la única que me calmaría. Me hubiera gustado que ella conociera a Aída, talvez era lo mejor.

—¿estás bien pregunto?—Alex, levantando mi rostro con delicadeza inspeccionando cada parte de el.

—si , es solo que, estoy cansada— respondí mirando la ventana .