Rain Dogs (2doc AU)

Capítulo 1: Long way home.

    Érase una vez un hombre que no era ni bondadoso, ni negro, ni era extremadamente pobre, y recientemente no estaba solo del todo. Pero como estaba triste, los amantes no le duraban y se la pasaba ebrio, le pareció que sería bueno en el jazz. Al menos así es como él lo contaba.

Murdoc Niccals. El rey del jazz instrumental.

Es necesario conocer una pequeña parte del pasado para poder llegar a comprender toda la historia.

¿Quién era Murdoc Niccals? Bueno. Eso depende de a quien le preguntes.

Para sus ex –amantes y enemigos, era un bastardo.

Para aquellos que lo escuchaban en los bares nocturnos de Inglaterra, era el bastardo más jodidamente talentoso de todo el maldito planeta.

Para la pequeña Noodle, era como un padre. Eso tiene una buena explicación.

Es una historia que va más o menos así:

El bajista se sentó pesadamente y se rascó la nuca. Tenía una terrible resaca y los pastalones por debajo de la cadera. Trató de recordar los acontecimientos de la noche anterior mientras notaba lo reseco del interior de su boca.

Aparecieron unas cuantas imágenes vagas de él bebiendo como si se fuera a acabar el mundo en el bar de mala muerte en el que tocaba con su banda conformada por sus únicos tres amigos cercanos, y despidiéndose de la chica que lo acompañó a casa justo después de follar en el mismo sofá en donde se encontraba. Ni siquiera se había abrochado los jodidos pantalones, mucho menos se habría levantado de allí.

La chica pudo haber dejado la puerta abierta y algún ladrón o degenerado podría haber entrado durante la noche sin ninguna dificultad, pero él ni siquiera se molestó en pensar en eso.

Se levantó al mismo tiempo que empezaba a desnudarse y fue a darse un baño. Silbó la misma melodía que había tocado la noche anterior mientras lavaba su cabello y dejaba que el agua caliente lo recorriera.

La verdad era que no tenía nada que hacer hasta la noche, y no pensaba pudrirse del aburrimiento en su casa, así que decidió salir. Tomó sus llaves, y su chaqueta de cuero negra y salió a caminar sin rumbo. Tal vez iría por algo de comer.

Había avanzado más o menos una cuadra cuando sintió un peso en la pierna izquierda; extrañado, bajó la vista para investigar y estuvo a punto de mover la pierna bruscamente cuando se dio cuenta que era la única mujer constante en su vida: Noodle, una pequeña niña de 6 años que tenía la mala costumbre de pegársele como garrapata desde que había aprendido a caminar y que por alguna razón sus padres la dejaban, ahora estaba aferrada a su pierna.

-¡Mudz! ¡Buenos días! - dijo la pequeña aferrándose con más fuerza con brazos y piernas a la tela del pantalón del bajista. Tenía mejillas rosadas, cabello corto, 2 colitas, un overol rosa, una camisa blanca, unos bonitos zapatos celestes de correa combinados con unos encantadores calcetines blancos y llevaba consigo una abultada mochila roja apenas más pequeña que ella.

-Hola, mocosa.- saludó de forma desinteresada pero con familiaridad ¿Y tus padres?

-Les dije que venía contigo y salieron. Mi mamá nos hizo el desayuno y el almuerzo y me pidió que te dijera que estás invitado a cenar antes de tu show.- explicó con una sonrisa, apoyándole el mentón en la rodilla.

-¿Qué le hace pensar a tus padres que soy tu niñera? Soy un jodido adulto con muy mala reputación. Podría ser alguna clase de degenerado.- soltó tratando de sonar amenazante.