Capítulo 16: Kiss me.

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El bajista se acercó con lentitud al peliazul y este lo miró fijamente hasta que llegó a sus espaldas.

-¿Viniste a vernos hoy, lindura? – dijo contra su oído mientras le apoyaba las manos en los hombros.

-S-sí...-respondió nervioso.

-Mmm...- soltó moviendo sus manos por los brazos ajenos.- ¿Qué tal estuve?

-Estuviste asombroso...- dijo algo avergonzado.

-Me alegra que te gustase el show.- sonrió separándose y caminando al frente.- Ven. Te acompaño a casa.

El rostro del vocalista se iluminó.

-Gracias...- le dijo caminando a su lado. Agradecía internamente que sus amigos lo hubieran dejado solo.

Los dos hombres caminaron en la oscuridad en total silencio y llegaron frente al edificio.

-Aquí es. – dijo el vocalista.

-¿Aquí? – soltó confundido.- Pero si...-empezó, pero recordó lo que le habían dicho Noodle y Maseo . –Oh...Tú eres el hijo de los Pot, mi nuevo vecino.

-¿¡Vecinos!?- soltó el peliazul. No tenía la más remota idea de que se había encontrado tan cerca de él todo ese tiempo.

-¿Qué te parece? Que feliz coincidencia.- dijo entrando al edificio.

El vocalista lo siguió y ambos comenzaron a subir las escaleras.

-¿Y tu hija?- le preguntó el vocalista, mirando alrededor y alerta.

-¡Oh! ¿Noodle? Mi querida pequeña no volverá hasta mañana por la tarde. Está ayudando a su tío con algo.- sonrió. – Y los otros dos salieron. La verdad es que estoy solo esta noche.

-¡Oh! ¡Ya veo!- soltó el peliazul, relajándose un poco.

Llegaron al final de la escalera y comenzaron a caminar por el pasillo.

-La verdad es que hace un buen tiempo que no estoy solo toda la noche en casa. Desde que soy padre, no.- explicó el bajista.

El vocalista escuchaba con atención, mirándolo de reojo mientras caminaba.

Llegaron junto a la puerta del departamento del bajista.

-¿Sabes? Te escuché cantar la otra noche.- dijo acorralando al peliazul contra la pared. -Tienes una voz encantadora, cariño.

-Eh...Gracias...- respondió desviando la mirada. Le costaba verlo a los ojos porque sentía que estaría atrapado en ellos una vez los mirara.

-Awww...- soltó el bajista tomándolo del mentón.- Tienes la cara roja, que encanto.

El vocalista lo miró. Su cara no podía estar más roja, le temblaban las piernas y no podía moverse.

El bajista movió la mano hacia la oreja del peliazul y comenzó a acariciarla.

-¿Quieres pasar y tomar un trago, rayito de sol?

El vocalista volvió a mirarlo y asintió tímidamente.

El bajista sonrió, abriendo la puerta rápidamente y haciéndole una seña para que entrara.

-Y bien, cariño ¿Te apetece una cerveza o tal vez algo de ron o...?

-Cerveza está bien.- lo interrumpió el vocalista.

-¿Acabas de interrumpirme? – lo miró serio.- ¿Igual como hiciste en dos de mis malditos shows? ¿Eh, bebé?

Rain Dogs (2doc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora