Rain Dogs (2doc AU)

Capítulo 10:Don't let me be misunderstood.

El vocalista y sus amigos caminaban de regreso a casa luego del show al que la mayoría habían sido arrastrados a presenciar cuando escucharon el mismo aullido estruendoso que los había hecho ir allí en primer lugar.

-¡Hombre, deja de reírte! ¿¡Qué pasa si alguien le dice a mi chica que la engaño contigo!? Me moriría si la gente pensara que me acuesto contigo.- gritó Maseo.

El bajista rió todavía más fuerte. Se serenó un momento y puso su mejor expresión seria.

-Ya quisieras comer del fino plato de mi zona pélvica.- dijo antes de comenzar a reír como loco de nuevo.

-¡Murdoc!

-Gracias a Dios Noodle, Dave y Pos se adelantaron, porque no quiero que Noodle te imite cuando esté en sus días.- bromeó.

Maseo lo miró serio.

-¿Qué? Yo tampoco follaría contigo, y la gente lo sabe. Me gusta la carne pero no es para tanto.-hizo una seña con la mano en negativa.- Si saliera con alguien preferiría a alguien más joven y con cintura. Estoy muy ebrio para que me importen tus berrinches y aunque estuviera sobrio seguiría pensando que dices pura mierda.

Maseo lo miró con odio pero prefirió no responder.

-¿Escuchaste eso, Stu? Eres su tipo.- rió el baterista a unos pocos metros de la escena.

El peliazul lo miró mal y le dio un codazo en el hombro.

-Nada de esto habría pasado si no hubieras coqueteado con ese idiota- gruñó Maseo.

-¿Eres mi esposa o algo? Coquetearé con quien quiera. La culpa la tienes tú por meterte.- respondió con desinterés.

-Están hablando de ti, Stu.- dijo Russel en voz baja.

-¡Shhh!- lo cayó el peliazul.

Continuaron caminando, Murdoc vio que un puñado de gente salía del club y caminaban a casa en su misma dirección.

-Me da igual si te follas a ese idiota. Sólo no me hagas parecer tu chica en frente de todos. El hecho de que vivamos juntos, tú hagas esas bromas y seas soltero desde que te conozco no ayuda. Y eso que aún no sabe que follaste con un hombre una vez.

-Mira, ya te lo expliqué. Estaba oscuro, yo estaba ebrio y él tenía lápiz labial y un hermoso cabello.- se encogió de hombros.- Se veía como una mujer, pero estaba más apretado. Yo no me arrepiento.- dijo divertido.

-Eso le daría igual a ella, viejo.

-No habría tanto problema si tu novia no fuese una psicópata...

-¡Murdoc! –gritó.

-¡Bien! ¡Lo arreglaré!- gritó enojado.

Murdoc se volteó y miró a los lados. Vio al peliazul a unos metros y se le ocurrió algo.

-¿Quieres que tu novia psicópata esté tranquila? ¡Bien! ¡Yo la voy a tranquilizar!- sentenció.

Caminó unos cuantos pasos hacía al peliazul y lo señaló.

-¡Tú! ¡Ven aquí!- ordenó.

-¿Y-yo? – preguntó el peliazul, confundido, sorprendido, asustado y señalándose así mismo. Todo al mismo tiempo.

-¡Si, tú! – respondió en el mismo tono de antes.

El peliazul miró a sus amigos y luego a Murdoc, vaciló unos momentos y avanzó hacia él.