Capítulo 45: Lover Man

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Murdoc acarició el pezón contrario con la punta de su larga lengua.

El peliazul se agitó gustoso bajo su toque, mordiéndose suavemente el labio mientras lo miraba desde arriba.

- Se siente muy bien...- jadeó. - Más...

La palma del azabache frotó el bulto endurecido del peliazul mientras su lengua seguía jugueteando con sus rosados pezones.

Las caderas del menor se agitaban como un signo de memoria muscular contra la mano ajena, respirando cada vez más profundo.

- Mi polla está muy dura...- jadeó el azabache. - Mira cómo me tienes...- murmuró, haciendo que el menor tocara su intimidad endurecida y caliente.

El peliazul sonrió de gusto, acercándose a su oreja mientras su mano frotaba el bulto ajeno.

- Aún sigo flojo de ayer...- jadeó. - Metemela ya...

El azabache se burló.

- Eres una putita atrevida. - rió. - No te desesperes, no quiero hacerte daño.

El chico negó.

- No vas a hacerme daño...- le aseguró. - Te lo digo porque sé que está bien...

El mayor presionó sus labios con gentileza contra el párpado cerrado del peliazul.

- No quiero hacerte daño, Stu...- murmuró. - Mi Stu...

Entonces el chico volvió a estremecerse.

- Dios mío, házmelo...- volvió a suplicar.

El azabache se burló de él de nuevo, atrapando sus labios en un beso.

Su lengua jugaba con la contraria con lentitud, frotándose la una con la otra con gentileza.

Rosopló de nuevo, gimoteando contra la boca contraria.

- Murdoc...- suplicó.

Murdoc metió sus dedos dentro del pantalón del chico, comenzando a masajear sus interiores con gentileza.

- Tengo que prepararte bien, cariño, no desesperes...- habló contra su oreja.

El peliazul jadeaba de impaciencia, agitando las caderas contra los dedos ajenos.

- Mmm...Más adentro...- lloriqueó. - No es suficiente...

El azabache entonces comenzó a frotar la virilad endurecida del chico mientras dilataba su interior.

- Se siente rico...- jadeó. - Muy rico...- lloriqueó. - Murdoc te necesito a ti...Quiero que me folles...

El azabache se acomodó tras el peliazul, arreglándoselas para tocarlo mientras apoyaba su falo tieso y duro como roca contra su espalda.

- ¿Puedes sentir lo grande que está? - murmuró. - Ten paciencia, tendrás toda mi polla dentro de ti antes de que te des cuenta...

El peliazul se echó hacia atrás para provocarlo, mirándole sobre el hombro como podía.

- Cógeme...- suplicó, una vez más.

- Ah...- rió. - Ni siquiera me escuchas...

El azabache lo puso boca abajo, frotando su falo duro entre sus nalgas.

El chico llevó sus manos a su parte trasera, sus nalgas para que el mayor se insertara en su interior.

- Métela toda...- jadeó. - Rápido... Dámelo todo, lo quiero fuerte...

El peliazul esperaba una follada, en cambio, recibió un susto.

Propiciado por la alarma de su celular, indicandole que ya tenía que despertarse.

Chasqueó la lengua, quejándose.

Ojalá el regresara pronto.

Incluso si no era para darle su amor y una vida juntos, al menos para follarlo.

Ese fue un sentimiento triste, pero cuando uno anda caliente no está pensando en cursilerías.

Otro día más duchandose con agua fría.

- Oh...Amante ¿Dónde podrías estar? - lloriqueó.

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Holi, no me gusta cuando la gente piensa que las personas con experiencia limitada incluso estando enamoradas, no piensan con su parte baja de vez en cuando, los sueños húmedos son muy comunes, más de lo que mucha gente piensa. Les dejo esta bonita canción, la amo con mi corazón ❤️


Rain Dogs (2doc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora