Capítulo 26: If i have to go.

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Los acontecimientos recientes habían dejado la cabeza del bajista echa un completo lío.

No sabía qué hacer, ni que pensar. No sabía si de verdad estaba enamorado, y mucho menos sabía si quería estarlo.

Todo habría sido más fácil sin un nombre. Todo habría sido más fácil sin amor.

Amar es la forma más dolorosa y lenta de suicidio que se le ha ocurrido al ser humano.

O, por lo menos...Así era como el bajista había pensado toda su vida.

Hay que ser muy estúpido o estar muy loco para atreverse a amar a alguien de verdad, y de eso si estaba bien seguro.

Era demasiado abrumador, necesitaba pensar. Y no creía poder hacerlo en la oscuridad de su habitación.

Tenía que irse de allí. Y tenía que irse bien lejos.

Se levantó de la cama y se miró al espejo. Quizá con la esperanza de que su reflejo le hablase y le dijera que hacer, cosa que por supuesto no paso.

Estaba seguro de que hablar con Noodle no era la respuesta, después de todo aún era una adolescente cuyas hormonas parecían seguir inactivas. Pos, Dave y Maseo tampoco eran la respuesta, porque dos de esos tres tipos seguían persiguiendo chicas como perros en celo y el otro podría pasar más por esclavo de una dominatrix mal ensamblada que por alguien en una relación sentimental estable.

Trató de buscar en sus pensamientos algún lugar o persona que pudiese ayudarle en esa situación.

La única persona en su mente ya no era una opción.

Ahora era un lugar. El tiempo y el destino lo habían reducido todo a una simple dirección.

Sacó su maleta del armario, llenando el interior con prendas al azar prácticamente arrancadas del ropero.

Tomó la maleta en una mano y las llaves en la otra y salió a la sala.

Caminó hasta la puerta, deteniéndose frente a ella al tocar la perilla.

Pensó en Noodle y en lo que pensaría si se fuera, no podía marcharse.

Apretó los puños, no tenía idea de que hacer. Se estaba volviendo loco.

Resignado se dio la vuelta para volver a su habitación, tal vez para sufrir en silencio hasta dormirse.

Al alzar la vista, se encontró con Noodle sentada en el sofá frente a la puerta de su habitación, sobresaltándose un poco.

-¿Qué haces?- preguntó mirando a la chica.

-Eso te lo puedo preguntar yo a ti.- respondió entornando los ojos a la vez que se cruzaba de brazos.

-Yo...- comenzó.

-Déjalo.- le interrumpió la chica.- Ya lo sé. Me he quedado aquí porque lo sabía, te conozco...Está bien.

Ambos se miraron unos segundos.

-Está bien –repitió.- Probablemente yo terminaría haciendo lo mismo. Sé que volverás, no tengo miedo.

Murdoc la miró sin decir nada, le temblaban las manos.

-Sé que no me abandonarías.- dijo.- Sé que no me harías eso. Yo no tengo miedo, Mudz. Ya no. Está bien, tienes que hacer esto.

Murdoc abrió la boca, sin lograr decir nada.

-No me estás abandonando.- dijo levantándose.- Mudz, no estás rompiendo ninguna promesa. No tienes que quedarte.

Rain Dogs (2doc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora