Rain Dogs (2doc AU)

Capítulo 40: The girl from Ipanema.

    Después de esa charla con Lolly,  Miles se sentó de nuevo juto  a Murdoc, pegando un gran suspiro.

Le miró un momento, Murdoc alimentaba a la bebé con un biberón lleno de leche materna, parecía contento. Le disgustaba un poco saber que en cualquier momento se podría manchar de algo que salió de los pechos de Lolly, y le incomodaba de sobremanera lo caliente que se sentía en su mano, pero le hacía feliz ayudar a Miles con la bebé. Encariñarse le tomó una cosa de nada.

-Murdoc...-lo llamó con voz débil.

-¿Mmm?- dijo echándole una mirada rápida, antes de volver a concentrarse en su tarea.

-Me voy a divorciar de Lolly.- soltó, como queriendo restarle importancia.

Murdoc lo miró unos segundos, como esperando que lo repitiera para sacarlo de dudas, porque no lograba procesar la información.

-Se va a casar con otro hombre, me dijo su nombre...-hizo una cara pensativa- Ed algo, creo.

Murdoc no dijo nada, era demasiado para digerir, necesitaba un minuto...O tal vez 20. O un año, quizá 2, no lo sabía.

Miles le sonrió.

-Ahora vuelvo.- dijo levantándose.

Murdoc miró al frente. Su mente estaba en blanco. 

A pesar de todo seguía haciendo un buen trabajo alimentando a la bebé, limpiaba alrededor de su boca y sostenía el biberón correctamente, como en modo automático.

"...¿Y ya?...¿Así nada más? ¿Para esto fue todo?" pensó.

-Menuda mierda...-susurró.- ¡Devuélvanme el tiempo que perdí sufriendo por esto, hijos de puta!- dijo arrugando la frente.

Cuando Miles volvió, Murdoc les estaba deseando un resfriado con diarrea explosiva a Lolly y a él, cosa que pudo deducir por su expresión y sus tenebrosos murmullos. 

-¿Ya terminaste de maldecirme?

-Chúpame la verga. - dijo con los ojos inyectados en furia.- En diagonal y hasta el fondo, hijo de puta.

-Vaya, lo tomaste mejor de lo que pensé.- rió.

-Dile a Lolly que luego viene ella, que me enrede la lengua en las bolas. - dijo rechinando los dientes.- La haré comer mentas primero, va a tener que tragársela, maldita bastarda.

Miles soltó una fuerte carcajada ante la ira de Murdoc.

-Así que finalmente exteriorizas tus frustraciones sexuales, tus bolas deben estar azules.

-¡Jódete!- gritó en respuesta.

-Oye, cálmate, amigo. - dijo divertido, alzando las manos.-  ¡Mira lo que traje!- dijo enseñándole el estuche de una guitarra.- La escondí en mi cuarto para una ocasión especial, canta conmigo.

-¿Crees que porque traes una guitarra voy a olvidar mi enojo?

-...¿Si?- dijo con voz aguda, encogiéndose de hombros.

Murdoc lo miró mal.

-Vamos amigo, una para Noodle ¿si?-sonrió.

Murdoc suspiró.

-De acuerdo...

Y entonces Noodle escuchó la primera canción de su vida, y Murdoc casi juraba haberla visto sonreír.

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El siguiente es el último capítulo de los flasbacks, les dejo esto para amortiguar, las amo.