Capítulo 17: All or nothing at all

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   La luz de aquella mañana era tan fuerte que atravesaba las oscuras cortinas del bajista. El vocalista se movió frunciendo el ceño en cuanto la luz le dio de lleno en el rostro y lo obligó a despertar.

Abrió los ojos y se encontró a sí mismo en una casa desconocida, en un cuarto desconocido, en una cama que no era la suya, con un largo brazo de músculos trabajados rodeando su cintura y completamente desnudo.

Aun no caía en la cuenta de en dónde se encontraba, retiró con cuidado el brazo que lo envolvía y se sentó rápidamente, sintiendo una punzada en su parte baja.

-Mierda...-soltó por lo bajo, poniéndose la mano en la espalda baja y volviendo a dejarse caer sobre la cama.- ¡Duele!- chilló en voz baja.

Sintió que algo se movía a su lado, había olvidado por completo que no estaba solo allí.

Se acomodó para poder ver a la persona a su lado y se encontró con el rostro durmiente del bajista. Por alguna razón había imaginado anteriormente que el mayor era de esas personas de mal dormir, que roncan muy fuerte y son verdaderamente inquietas, pero se encontró con que la realidad era todo lo contrario.

El bajista se encontraba quieto en el mismo lugar y respiraba profunda y lentamente. Se veía tan tranquilo que parecía una persona diferente.

Actuando sin pensar, estiró su mano hacia el rostro ajeno y le retiró el flequillo suavemente para verle la cara completa. Soltó una risita al darse cuenta de que en todo ese tiempo ni siquiera le había visto bien las cejas.

Sus dedos recorrieron el rostro y pelo del mayor hasta que una mano lo detuvo de pronto.

-Esto cuenta como acoso ¿sabes?- soltó divertido.

-¡Murdoc!- soltó avergonzado, retirando su mano bruscamente.

El bajista rió mientras se apoyaba sobre sus codos.

-Eres bastante atrevido cuando te lo propones ¿sabías? Es la segunda vez que me tocas la cara.- sonrió.

El peliazul sintió su cara arder y guardó silencio al no saber qué contestar.

-¿Qué hora es?- soltó buscando su reloj en la mesita de noche.- ¡Mierda! ¡Las 9!- gritó.

-¿Pasa algo, Murdoc?- interrogó curioso.

-Nada grave, rayo de sol.- sonrió.- Sólo que no esperaba que fuera tan tarde ya...- explicó rascándose la nuca.- ¿Qué dices si vamos a desayunar algo afuera? Cuando yo perdí mi virginidad la chica que me la quitó me hizo el desayuno, lo menos que puedo hacer es hacer lo mismo por ti. – soltó en tono juguetón.

-Suena bien...- respondió levantándose con cuidado.- ¿Qué te hizo?

-Waffles.- respondió de inmediato.

El vocalista lo miró alzando las cejas.

-Con virginidad o sin ella, tenía doce años. No me juzgues. – se defendió.

-¿¡Doce!?

-Pues, no pensarás que esto lleva poco tiempo de uso ¿verdad? – dijo apuntándose la entrepierna.

El vocalista negó avergonzado.

-Sólo que, doce...

-Oye, eso ya fue.- suspiró.- La verdad los waffles no estaban tan buenos, hubiera preferido que me besara después, porque ni un abrazo me dio antes de irse.- rió acercándose al peliazul.- ¿Quieres que te bese?- sonrió juguetón.

Rain Dogs (2doc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora