Capítulo 25: Angel Eyes

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-¿Qué vas a hacer, Stu? Soy una persona muy sensible, tus amigos realmente hirieron mis sentimientos ¿sabes?

El vocalista retrocedió algo asustado ¿y si se iba y no volvía a hablar con él nunca por culpa de sus amigos? No sabía si sería capaz de superarlo...O de perdonar a sus amigos después.

-Aún peor, vi que te reíste de una de sus bromas, Stu. Eso no fue lindo de tu parte.- continuó el bajista, sonriendo pero manteniendo ese falso tono de persona ofendida.

-¡Lo siento mucho! ¡Juro que no quería reírme! Es sólo que la cara de Jaime se veía muy estúpida, y...

-Puras excusas.- sentenció con falsa seriedad.- No quiero escucharlo. No estoy de ánimo.

Los ojos del peliazul se humedecieron.'

-¡Murdoc!- soltó echándose a su lado y abrazándolo con fuerza, escondiendo su cara en su pecho.-¡Perdóname! ¡Por favor!

El bajista sonrió. Se le había ocurrido ese plan mientras contenía las ganas de golpear en la cara Damon, y estaba yendo de maravilla.

Bajó la mirada, viendo al delgado chico aferrarse a él como si su vida dependiera de ello y observando los cabellos azules hacer contraste con su camisa verde militar.

Aquellos cabellos le provocaron lo que el pelo de puta de la camarera no había podido.

"Pelo de ángel." Pensó "Tal vez se vuelva mi nuevo favorito."

-Oh, cielo...No sé si pueda perdonarte.- susurró con voz dulce mientras pasaba sus garras por la estrecha espalda ajena.- Me siento tan ofendido...

-¡Haré lo que sea! ¡Perdóname!- lloriqueó apretando la cara contra el amplio pecho del bajista.

"¡Bingo!" pensó el bajista.

El bajista tomó al chico por los hombros y lo miró a la cara sonriendo ampliamente.

-¿Lo que sea?

-¡Sí! ¡Lo que sea!- dijo conteniendo las lágrimas- Pero, por favor perdóname...

-De acuerdo, cariño.- sonrió.- Te perdonaré si me dejas darte un pequeño castigo.

-¿Castigo?- soltó confundido.- ¿Qué tipo de castigo?

-Oh, estoy seguro de que no lo encontrarás tan malo. Puede que incluso acabe gustándote. –dijo con voz alegre.

Fingió volver a su expresión seria y bajó el tono de voz.

- A menos que no quieras que te perdone...

-¡Lo haré!- soltó de inmediato.

Apretó los puños, inquieto.

- ¿Qué debo hacer?- preguntó.

-Bueno...- empezó.

El vocalista apretó más los puños, esperando por las instrucciones.

-¿Ves esos lindos pantalones que traes puestos?- dijo apuntándole.

-Si... ¿Qué con ellos?

-Quítatelos.

-¡¿Ah!?-soltó.

-Y esos lindos calzoncillos rosas también, por favor.- sonrió

-P-Pero...-tartamudeó.- ¡Espera! ¿¡Cuándo los viste!?

-Cielo...Dijiste que lo harías.-respondió ignorando la pregunta.

El vocalista miró el suelo avergonzado, apretando en las manos la tela de sus jeans. Ya había accedido, no podía retractarse ahora.

Rain Dogs (2doc AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora