Por algún motivo que no es exacto, las miradas de dos de los ídolos más populares del k-pop llegan a reflejar algo más que cordialidad y, es en este instante, en el que una inesperada situación ocurre en los rincones de un after-party que descontrol...
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—¡Jennie unnie! —gritó Rosé—. ¿Qué se te ha olvidado?
—Pues se me ha olvidado enterarme del novio que tiene nuestra Lisa —respondió y se cruzó de brazos frente a ellas—, eso se me ha olvidado saber.
—¡Ay, no! ¿Tú no creerás en serio que...? —Rosé terminó riéndose, escéptica—. ¿Pero qué cosas piensas, Jenjen?
—No me trates como una tonta, Chaeyoung, que no lo soy.
—Claro que sé que no eres una tonta, así que por eso no pensarás que he dicho en serio lo del novio de Lisa, ¿no? Sólo lo he dicho a forma de broma.
—Ah, ¿sí? ¿Y qué tan de broma es como para que Lisa tenga esta cara de horror? No creo que lo sea mucho.
—Es que..., ¡es que nos asustaste! —exclamó mientras Lisa permanecía callada, como siempre—. Verás, tocaron a la puerta, Lisa vino y descubrió esta flor en el piso... Pensamos que era de parte de nuestros fans.
—¿Y por qué has sacado el tema del "novio"? No tiene sentido alguno, Chaeyoung.
—¡Dios mío! ¿Cómo puedes creer que lo dije en serio? Uno dice cosas sólo por decirlas.
Jennie no le creyó nada.
—¡De veras, unnie! —insistió Chae—. Mira, es que tú sabes que yo puedo ser muy molesta cuando me lo propongo, ¿no?
—Así como ahora.
—¡Exaaacto! —sonrió—. Entonces, como ayer nos enteramos de que Lisa tiene un fanboy muy importante, la he estado molestando con eso. ¡Oww!, ¿acaso Lisa y Jungkook no harían una bonita pareja, unnie?
La pelirroja hiperventiló. La psicología inversa funcionaba bien, pero de cualquier forma no se sintió muy cómoda con que su amiga y confidente mencionara a Jungkook.
—A ti te volaron la cabeza, ¿no? —Jen desfiguró el rostro debido al desconcierto.
—Ay, ¡no seas amargada, Jenjen! Si les miras bien, Liz y Jungkook hacen una perfecta sincronía juntos. Y agregando, los dos son maknaes, guapos, talentosos y muy agradables. ¿No serían algo así como la pareja perfecta?
Jennie exhaló con tosquedad, poniendo los brazos abajo.
—Será mejor que guardes silencio porque me estás haciendo doler la cabeza con tus chorradas, Chaeyoung.
—¡Pero, pero...!
—¡Silencio! —le detuvo y las obligó a entrar al cuarto. Nada más estar dentro, siguió su amonestación—. No quiero escucharte ahora, Chaeyoung, y tampoco quiero que andes echando esas frases como si nada, ¿me has entendido? ¡Imagínate que alguien ajeno te hubiera escuchado decir eso! ¡Nos hubieras metido en un gran problema!
