—Así que..., ¿desde cuándo le gusta Yoongi hyung a Rosé noona?
Jeon Jungkook estaba disfrutando todo aquello.
Al parecer, quedarse encerrado con ella no se volvía un hecho insoportable y, menos aún, imperdonable para él. Tal vez debía pensar así, debía sentir que esa situación era la mejor que pudo haberle sucedido. Es decir, habían roto todas las barreras habidas y por haber. Contaban con sus centinelas, sus guardianes secretos que eran sus amigos; el apoyo estaba puesto en los dos para que su relación no se fracturara. ¡Debía estar saltando de la felicidad! ¡Rodando en círculos por toda la noche de la mano de Jungkook! ¿Por cuánto iba la cuenta de las noches que se quedó en su cama dormida pensando antes en él? Se trataba de algo obvio que cualquier chica en su posición encontrara aquella situación digna de un acto de lo más generoso. Sin embargo, era todo lo opuesto.
Y se sentía tan enfadada consigo misma. Vamos a ver, ¡si es que tenía veintiún años! Perfectamente podía estar sola con un chico, además no sería la primera vez que le pasaba algo igual.
—Créeme, ni yo lo sé —respondió a su pregunta, casi de mala gana.
—Pues no la culpo. Yoongi hyung tiene una peculiar facilidad para atraer a las chicas que son como ella.
Se quedó confundida.
—¿Qué quieres decir con eso?
Él sonrió. Acercándose más a ella después de que se hubiese sentado en el sofá principal de esa sala privada, caminó por los alrededores como queriendo buscar algo sin encontrarlo al final.
—Digamos que hyung y noona son algo como el agua y el aceite.
—Pero has dicho que creías que se llevarían bien.
—Por eso lo digo. Sus diferencias serán las que los hagan simpatizar. No tiene mucho de interesante estar con una persona que sienta o quiera las mismas cosas que tú.
Sintió el comienzo de una tranquilidad momentánea en su corazón alocado, hasta que se ocupó de pensar en una cruda verdad que no había desmenuzado muy bien debido a que toda la mente se le quedó en blanco al saberse encerrada con Jungkook.
—¿Cómo crees que pasó? —preguntó formando antes una pausa—: me refiero a que nos descubriesen.
—La verdad, no tengo idea.
¡Es que jamás aprendería a mantenerse al margen de asuntos ajenos y delicados! Era una tontaza.
—Chaeyoung unnie debe estarse muriendo de la pena y todo por mis tonterías.
—No creo que sea como tú dices —le contradijo—. Si se estuviera muriendo de la pena, no hubiera estado de acuerdo con Yoongi hyung en ponernos en esta encerrona.
Ese era un muy buen punto.
—Bueno, ya que lo pienso..., ¡es verdad! —lo observó con una mano impactada en su mejilla—, ¿entonces tú crees que ellos ya han hablado sobre...?
—Tengo la sensación de que a hyung no le es indiferente la genialidad de noona y que él mismo la ha encarado para que ella le diga la verdad.
Sorprendida, parpadeó lentamente.
—¿En serio lo crees?
Jungkook movió la cabeza en una afirmación.
—Creo que, a pesar de que está molesto por nuestro intento de acercarlos, saber de los sentimientos de noona no le ha resultado del todo malo. No te preocupes, ellos están bien.
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Deja Vu
Fiksi PenggemarPor algún motivo que no es exacto, las miradas de dos de los ídolos más populares del k-pop llegan a reflejar algo más que cordialidad y, es en este instante, en el que una inesperada situación ocurre en los rincones de un after-party que descontrol...