Deja Vu

30. «Morir de amor»

Lisa decidió ponerse el choker de significado sentimental que le había regalado su padre, ignorando la mala interpretación que cierta persona podría hacer llevándoselo con ella. ¡Tendrían una fiesta sorpresa de Halloween! Emocionada, recorrió su imagen en el espejo. Iba acicalada y vestida para esa alucinante noche que vaticinaba apariciones casi fantasmales en la serenidad de un lugar como Daejeon.

No había variado el clima. Daedunsan parecía confabular con la atmósfera mística de la ocasión para dibujar una noche fría y nada resistente al viento. BlackPink llegó a un sitio no tan ralo y contrariamente citadino de la moderación del parque nacional. Llegaron, de modo oficial, a la fiesta de Halloween adelantada que el staff de 2 Days & 1 Night tuvo como sorpresa para ellos.

—¿Sabéis de qué es oportunidad hoy, chicas? —Jisoo comenzó la conversación introductoria mientras penetraban el recibidor donde la fiesta tenía lugar.

La fiesta se equipaba con música de lo más actual en un punto álgido.

—¿De qué oportunidad hablas? —quiso saber Rosé.

Jisoo, como recordando algún chiste, se rio.

—Pues es oportunidad de que nos jueguen una broma, así que más os vale estar listas a cualquier extrañeza.

—Por favor, cuidarme —rogó Jennie y entonces puso una mueca insegura en su boca—. Vosotras sabéis muy bien que soy más susceptible a morir asustada por mi sensibilidad al dolor. No olvidéis lo que pasó la última vez que vinimos a un evento como este.

¡Cómo olvidarlo! A Lisa le palpitó con velocidad inquieta el corazón de sólo pensar en esa noche... y en aquel primer encuentro con Jungkook.

—Qué irónico es que digas eso cuando eres una freak, unnie —Rosé se rio de ella—. La verdad es que no sé si vienes disfrazada o si sólo te has peinado de otra forma.

Kim Jennie encajaba perfecto con su papel caricaturesco.

Las estilistas se habían inclinado por vestirla de Miércoles Addams, pero había que decir que Lalice las persuadió.

El disfraz le sentaba muy bien. Su pelo color castaño oscuro parecía haberse oscurecido más debido a la magnificencia de sus facciones en aquel maquillaje sobrio y sin muchas gamas, aunque sus ojos estaban exentos ya que iban ahumados y, además, sus cejas estaban tintadas de un tono más oscuro que el normal. En cuanto al resto de su cuerpo, llevaba el típico vestido liso con término en los muslos que caracterizaba a Miércoles.

Lisa no terminaba de sorprenderse de su cometido. Sólo le había faltado el pequeño frasco con veneno para autentificar a ese cómico personaje. Aquel era un disfraz muy realista.

—Dejad de burlaros de mí —Jennie las observó fríamente.

Continuaron las risas, pero no olvidaron ser respetuosas e hicieron una reverencia a forma de saludo a todas las personas que observaron al entrar al evento; por ejemplo, a Eleven de Stranger Things, Tate Longdon de American Horror Story y otras personalidades más como muñecas maléficas y payasos psicodélicos.

La emoción desprendía de sus cuerpos como burbujas. Pasaron al fin a la parte central. Ahí las mesas y mucha más gente les confirmaban lo que ya habían comentado en una plática previa a arribar al evento. Esa fiesta sería en grande.

Aún la emoción por saberse parte de esa fiesta no se marchaba. ¿Quién se podía perder una fiesta de disfraces? Naturalmente, como jóvenes entusiastas, todas se habían emocionado bastante cuando sus managers les puntualizaron todos los aspectos de la sorpresa que habría esa noche. Y algo era seguro: todo mundo se iba a divertir.