39. «Querer y luchar»

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Jungkook no había parado de dar vueltas en la nada. Con los cascos puestos, escuchó muy a lo lejos ruido dentro de su cuarto. Le pareció raro pues había echado el pestillo. No quería ver a nadie. 

Ignoró el tema y analizó la canción actual que se reproducía en su teléfono. "Todo iba a estar bien". Harry Styles en serio que no era una opción para que él se sintiera mejor con sus canciones motivacionales.

Sólo era casi la media de las seis de la tarde cuando consideró que el día había terminado para él y por ello tomó la decisión de encerrarse desde hacía... no sabía cuánto. Pero la noche había llegado al fin.

Estaba dispuesto a subir un pelín más el volumen de su teléfono, ahora a una canción menos pacífica, sin embargo, alguien le arrebató los cascos de pronto. No articuló frase alguna sino hasta que Taehyung se le quedó viendo con unos labios fruncidos y una muy detestable expresión. Según su intuición, parecía que quería matarlo, pero él no requería ayuda de nadie más que él mismo para sentir deseos de desaparecer. ¿Cómo había entrado a su habitación? Tal vez las llaves de repuesto explicarían que su compañero se encontrase allí, invadiéndolo...

De cualquier modo, ningún motivo justificaría que hubiese violado su privacidad, así que, colérico, le dijo entre dientes:

—¿Sabes, hyung? Ya me sé de memoria todo lo que vas a decirme, así que, si me permites, seguiré escuchando música —quiso emuló su accionar y levantó uno de los brazos para coger los cascos, pero Taehyung no se lo permitió.

—Te puedes volver un dongsaeng muy insolente cuando estás en tus etapas depresivas. ¿Quién te crees? Venga, mejor ponte algo térmico que vamos a salir y no quiero regresar con un engendro como tú en los brazos.

Jungkook dibujó una sonrisa sardónica.

—Sucede, hyung, que no tengo permitido salir hasta fines de año, entonces lamento decirte que no podré acompañarte. Adiós.

Taehyung lo miró con aire despectivo.

—No me lo vas a poner así, ¿verdad, Jungkook? ¿Acaso quieres que también se ventilen tus escapadas nocturnas? No lo creo.

¡Se dignaba a amenazarlo! ¿Qué se pensaba que era?

—¡Que no quiero ver a nadie!, ¿de qué manera tengo que decirlo para que me entendáis? —dijo por fin mientras una molestia auténtica se apoderaba de todo su ánimo—. Por favor, hyung..., no quiero ser grosero, así que déjame solo. ¡Dejadme todos en paz al menos por este día!

—No me iré hasta que me expliques por qué estás tan de mal humor.

Taehyung puso los cascos sobre la mesa, la que anteriormente había sido metálica. Ahora era de un roble muy bonito y todo a causa de Lisa. Jungkook respiró fuerte y pesado. La imponente imagen de su amigo se situó al costado de su cama. Con su presencia, le esperaba una charla larga y tediosa, pero no quería oír a nadie. ¿Acaso era muy difícil comprender su voluntad? En la empresa no había intercambiado palabra con nadie, menos aún deseaba que le irrumpieran en la soledad.

De pronto Tae hizo la apariencia de teléfono en una de sus orejas y soltó de sopetón:

Ring, ring... ¿Sí? ¿Hola? Oh, perdone, busco a Jeon Jungkook... ¡Ajá!, sí, el chico de Bangtan Sonyeondan que siempre ha dejado muy claro que le encanta Lisa de BlackPink. ¡Vaya...! Qué lástima, no está... Vale, ¿puedo dejarle un mensaje entonces? Muy amable, señorita, pues sólo comuníquele que no sé qué demonios le sucede como para parecer que quiere que lo sepulten en la primera fosa a la distancia. ¿Acaso no debería estar emocionado por que le están relacionando con esa chica?

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